Primer noticiario espaol (4/I/1943) En el palacio de El Pardo, como en otro tiempo en su cuartel general, el Jefe del Estado espaol,

caudillo victorioso de nuestra guerra y de nuestra paz, reconstruccin y trabajo, se consagra a la tarea de regir y gobernar a nuestro pueblo. Siguiendo el ejemplo de Franco, todos los espaoles tenemos el deber de imitarle, y lo mismo que l dedica su inteligencia y su esfuerzo, su sabidura y prudencia de gobernante a mantener nuestra patria dentro de los lmites de una paz vigilante y honrosa, cada uno, en su esfera de accin y de trabajo, ha de seguir esta lnea de conducta, sirviendo lealmente la misin que le est encomendada, y que, en definitiva, redundar en beneficio de nuestra nacin y de nuestro pueblo. En los das de supremo peligro para la Patria, l supo salvarla con su presencia heroica y con su talento de estratega en los campos de batalla y abrir las puertas de Espaa a una nueva era de honor nacional y de grandeza. Siguiendo el smbolo y ejemplo de nuestro caudillo, la unidad de los espaoles y su disciplina es base de nuestro renacimiento presente y futuro. Cada uno en su puesto tiene el deber de aportar su esfuerzo personal para cumplir la consigna suprema de Franco: Unidad y Trabajo. La Patria cuenta con un plantel de hroes para defensa de su honor y garanta de su integridad nacional. Y sobre el mar, la regia fortaleza de sus naves es expresin de nuestra gloria naval y viga atento de la seguridad de la Nacin. Servicio y sacrificio, las juventudes de la Falange son portadoras de la nueva idea redentora y de su recto sentido religioso y militar. Espaa lleva su estandarte glorioso a tierras lejanas para la defensa de la civilizacin occidental en el puesto ms difcil de las empresas universales. Y sobre el paisaje espaol, tantas veces consagrado por gestas heroicas, modelan su alma y cuerpo los que constituyen la gran esperanza de la Patria. En callada y tenaz labor, la mujer espaola se entrega a la misin sagrada de recuperar a miles de hijos de Espaa y salvarlos de la miseria para entregarlos sanos y regenerados a la Patria que les vio nacer.