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ESC. PRIM.

“IGNACIO
ZARAGOZA

Esta edición de historias de misterio y cuentos de terror estuvo a
cargo del personal docente y directivo de la Escuela Primaria
“Ignacio Zaragoza” Col. Las Flores, Sta. Lucía del Camino Oaxaca,
perteneciente a la zona escolar 143, sector número 02 de Educación
Primaria y del personal de Apoyo Académico del Centro de
Maestros 2006 de Oaxaca.
Coordinadora de los Trabajos de Composición Escrita y
Coordinación Editorial.
Florencia Teresa García Mendoza

Distribución espacial de texto y las imágenes


Sandra Ruth Gómez, Diego Hernández y Jorge Martínez Cruz

Diseño de portada
Jorge Martínez Cruz
Oaxaca de Juárez Oaxaca. México
Enero de 2009. Primera edición.
Prohibida su venta y su reproducción con fines de lucro.

PRESENTACIÓN
El desarrollo de procesos comunicativos eficientes orales y escritos
requiere de habilidades intelectuales que los posibiliten.
En el caso de la educación primaria, es de suma importancia favorecer
los procesos de los estudiantes para escribir y leer; ya que esto les
permitirá tener éxito en sus prácticas sociales del lenguaje, en el sentido
de poder expresar con soltura, claridad y sencillez sus pensamientos,
emociones, anhelos y aspiraciones, así como plantear sus reclamos y
necesidades, tanto como comprender las de los otros.
En este pequeño libro, los maestros de segundo a sexto grado y el
director de la escuela, narramos historias y cuentos de misterio y terror,
con el propósito de estimular el desarrollo de las competencias
comunicativas de los alumnos de la Escuela Primaria “Ignacio Zaragoza”,
ubicada en la colonia Las Flores de la ciudad de Oaxaca de Juárez,
Oaxaca.
Cada producción narrativa es un esfuerzo intelectual de su autor o
autora, aun cuando algunos partimos de ideas originadas de mitos y
leyendas de la tradición oral, la versión que narramos es original.
De modo que la presente antología nos ofrece a los maestros y alumnos
material útil de apoyo al ejercicio de la lectura con temas sumamente
atractivos a la población educativa del nivel primaria, mismos que
expresaron su gusto por este género literario.
Durante la producción de los textos que componen la presente, los
respectivos autores vivenciamos, cada una de las etapas que la
conforman, comenzando por la definición de los destinatarios, los
propósitos comunicativos, el género y tipo de texto, la temática a
abordar, para posteriormente realizar la elaboración y revisión conjunta e
individual de borradores sucesivos hasta llegar a la versión que aquí se
presenta, cuidando que cada producto posea y permita características
de aplicación de estrategias de comprensión lectora y didácticas.
El proceso de edición estuvo a cargo de los autores en coordinación con
la Profra. Florencia Teresa García Mendoza, asesora permanente del
Centro de Maestros 2006, de Oaxaca. Quienes esperamos que este
material sea del gusto de nuestros queridos alumnos, además de útil en
el desarrollo de sus aprendizajes de la lectura, la escritura y la expresión
oral.
Los autores y autoras.
PRÓLOGO
Ya lo decía Edgar Alan Poe: “La emoción más antigua y más intensa de
la humanidad es el miedo, y el más intenso de los miedos es el miedo a
lo desconocido” pero como dice Arturo Morales Ramírez, “cuando el
miedo sale del libro no nos espanta, nos divierte”.
Por ello esta serie de cuentos y narraciones tratan diversos tipos de
miedo y de las cosas más insólitas que suelen provocarlo.
Así los personajes van desde seres mitológicos como los duendes, hasta
animales domésticos como son los gatos y los perros; incluso un lápiz,
un juguete o una calabaza, los árboles del bosque o el mismo salón de
clases.
Todas las historias coinciden en que los protagonistas son niños y niñas
como nuestros lectores y en algunas de ellas incluso toman parte los
alumnos y alumnas de la escuela, incluyendo ciertas ilustraciones
hechas por ellos mismos, pero sin saber que servirían para este fin.
Esta antología de narraciones de misterio y terror es producto de un
largo proceso de elaboración iniciado a finales del mes de octubre y
principios de noviembre de 2008, y cuya edición se logró a mediados del
mes de enero de 2009.
Consideramos que este trabajo no termina aquí, sino por el contrario,
traza un nuevo proceso, el de provocar su lectura y empleo en nuestros
salones de clase. ¡Atrévanse a disfrutarlo!
Florencia Teresa García Mendoza

ÍNDICE
PRESENTACIÓN
PROLOGO
UNA AVENTURA EN EL PANTEON…………………........... 9
Leticia Salgado Hernández
UN CRUEL ASESINATO………………………………….…..12
Samuel Gaspar Merlín
EL DUENDECILLO………………………………………….…17
Ana Ruíz Velasco
EL DUENDE MALVADO……………………………………....20
Lina Concepción Martínez Morgan
FANTASMAS DE LA MENTE……………………………..…25
Félix Pedro Castillo Robles
EL GATO HECHIZADO…………………………………….…29
Noemí Sebastián Gijón
EL HOMBRE LOBO……….…………………………………..35
Víctor Hugo Santiago Leiva
EL MISTERIOSO LÁPIZ NEGRO…………………………...39
Carlos Martínez Pérez

EL ROBO FRUSTRADO……………………………………..46
Doyla Cosmes Martínez
EL SALÓN EMBRUJADO…………………………………….49
Gaudencia Aida Ortiz Aguilar
VICCO XAACE…………………………………………………52
Anival Fuentes Velázquez
DIRECTORIO…………………………………………………..56
AGRADECIMIENTOS…………………………………………57
UNA AVENTURA EN EL PANTEON.
Leticia Salgado Hernández

Cierto día allá en San Pedro Tecomelcuche, un grupo de niños


aventureros, de ojos vivarachos y muy atrevidos se reunieron para
planear una de sus tantas travesuras. Acordaron ir al panteón de su
comunidad para comprobar lo que la gente decía: “que cuando oscurecía
los muertos salían de sus tumbas y asustaban a los que se atrevían
acercarse a su morada”.

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Todos ellos comentaban como se imaginaban a los muertos, Jesús dijo:
__ tienen los ojos saltones y desbordantes llenos de gusanos, la ropa
rasgada y huelen muy mal. Eric estaba tan asustado que sentía que el
corazón se le iba a salir del pecho, la piel se le ponía de gallina y casi
gritando de tanto miedo dijo: __ tienen los cuerpos negruzcos,
agusanados, mal olientes y con la carne desgarrándose. David se
encontraba sudoroso, desaliñado y algo asustado, pero a pesar de eso
les dijo: ___ vamos rápido para comprobar todo eso que están diciendo o
me voy a mi casa para que no me regañen, los otros en coro le
contestaron: __¡ tiene miedo!, ¡tiene miedo!…

David quien se encontraba


molesto y temblando de pánico
corrió rumbo al panteón para
demostrarles lo contrario, cuando
llegó ahí empezaba a oscurecer,
no había luz y todo era un
silencio total pero a pesar de
esto, los demás lo siguieron.

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Se fueron adentrando al panteón y aunque no querían demostrarlo
todos tenían pánico, siguieron caminando y de pronto escucharon un
fuerte ruido ¡Como algo que cae! Se detuvieron por un momento pero
no vieron nada, siguieron avanzando lentamente, en eso se escucha el
crujir de la madera como el rechinar de una puerta vieja, al mismo
tiempo se arrastraunas cadenas y surgen muchos ruidos extraños.
Los niños no pueden más y se abrazan llenos de un temor indescriptible,
cuando de pronto alguien les grita ¿Quién anda ahí? y los alumbra con
una potente luz, ¡Es el panteonero! Quien se dispone a salir para su
casa pues su trabajo ha terminado, al sorprender a los niños los
interroga fuertemente sobre el motivo de su presencia en el panteón, y
los niños sudando y temblando de miedo le explican su aventura. El
tranquilamente se carcajea, ¡ja, ja, ja! además les explica que los
muertos jamás asustan y que todo esto es puro cuento, les dice que se
regresen a su casa pues ahí no pasa nada, que él lleva más de 10 años
trabajando en ese lugar y que los muertos jamás le han hecho nada, los
niños muy asustados emprenden el camino de regreso a sus casas y
prometen no contar lo que les sucedió.

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UN CRUEL ASESINATO
Samuel Gaspar Merlín

En el año de 1936 todavía no había luz eléctrica en el pueblo donde


sucedió esta historia, por eso al oscurecer todas las personas utilizaban

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para alumbrarse ocotes y velas, un niño llamado José quien tenía2
hermanos Petrona la mayor y el pequeño Lucio; vivían en una casucha
muy pobre; las noches pasaban muy tranquilas, José siempre se ponía
a mirar las estrellas; hasta que en una ocasión su mamá le dijo: ---hijo
¿qué haces ahí?,¿ por qué no te has dormido?, ya es muy tarde y a tu
edad no es bueno que estés fuera del jacal--- obediente el niño se metió
y se acostó en el petate, sin saber que esa noche sería la primera de
varias en las que sucederían cosas inesperadas.
El ruido del viento se escuchaba aterrador, porque chocaba con los
carrizos del jacal; como a eso de las doce de la noche todo quedó en
silencio, por la aberturas del jacal y con la claridad de la luna se divisó
un perrito chiquito de color blanco que meneaba la cola con gran
agilidad, José al mirarlo se levantó como si un resorte lo impulsara, se
quedó viendo los ojos de aquel animal, de pronto se paró como si
alguien lo llamará, estaba a punto de salir cuando su mamá le gritó: –-
¿JOSE A DONDE VAS?--- él respondió: __¿ya viste?, ¡afuera anda un
perrito muy bonito?__, su mamá se paró, encendió la vela y salieron
juntos a buscar el animal, pero fue grande su sorpresa al darle la vuelta
al jacal y no encontrarlo, entonces sintieron pánico, rápidamente se
metieron a su casa, la madre se puso a rezar entre dientes, y el
pequeño alcanzó a escuchar que decía: __¡protégenos de la cosa mala!
El niño estaba desconcertado con lo que había escuchado sin embargo
no hizo ninguna pregunta, se acostó en el petate junto a sus demás
hermanos y se tapó su cobija vieja.
A la mañana siguiente, se levantó para ir a trabajar con su tío en el
campo, el día transcurrió sin novedad pero cuando regresaba a casa a
eso de las seis de la tarde, vio a un señor sentado sobre una piedra que
estaba en una esquina, al mirarlo le llamó la atención su forma de vestir:
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usaba camisa y pantalón de oscuro, sombrero y un pañuelo de color rojo
sobre su cuello. Tenía una mirada fría; José pasó rápido, sin saludar, el
hombre misterioso con una voz extraña le dijo –José ¿Porqué corres?,
José se paralizó del miedo, él no conocía a ese hombre que sabía
cómose llamaba, por eso no quería siquiera voltear a verlo, sintió que un
frio invadía su cuerpo y de pronto lo tenía tan cerca que comenzó a
gritar ayúdenme, pero el único sonido que emitía era –SSSSHHH- su
corazón latía tan rápido que pensaba que se le iba a salir de su pecho;
de pronto se pudo mover y salió corriendo hasta que llegó a su casa,
agitado y con los ojos grandes y saltones, su mamá se dio cuenta que
algo le pasaba –¿qué te pasó?, ¿dime chamaco tonto!__ , una vecina al
escuchar eso se acercó y con un poco de agua y albahaca lo sopló en el
cuerpo. El remedio surtió efecto, el niño se calmó y cenó tranquilamente.
Más tarde se fue a dormir con su hermanos, en su mente solo estaba la
figura de aquel hombre, pero el sueño profundo lo venció; pasaron los
días, las semanas y algunos meses y ya no recordaba aquel suceso.
Pero un sábado José regresaba del campo de cuidar sus guajolotes
cuando de pronto uno de ellos se metió detrás de un tronco de árbol que
daba una sombra muy hermosa y obscura, pensando que su mamá lo
regañaría si no llegaba con todos los animales decidió ir a buscarlo; en
un instante sintió la frescura del árbol y cuando alzóla vista no podía
creer lo que sus ojos estaban viendo, era aquel hombre, estaba parado
frente a él y nuevamente un escalofrío recorrió su cuerpo, quería gritar,
brincar, correr pero no pudo, el hombre aprovecho esto para acercase
más y un ruido se escuchó CRACCCC (era el crujido de una rama
seca) enfrente de sus ojos el hombre se quitó el pañuelo rojo lo tomó de
dos puntas contrarias y lo comenzó a girar, José sentía demasiado
miedo pero no podía cerrar los ojos. en un momento el pañuelo rojo

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quedo convertido en una gran serpiente que se movía sobre el brazo del
misterioso señor, se la puso en el cuello, quería gritar y pedir auxilio
pero solo pudo sentir sus tibias lágrimas recorrer sus mejillas, la
serpiente en cambio sabia del miedo y eso le daba más vida y se le
enrollaba con másagilidad en el cuello; en su desesperación José logró
mover una mano, con mucho valor agarró la culebra y la tiró a la tierra;
fue grande su sorpresa al ver que ya no era culebra sólo era el pañuelo
rojo, entonces supo aprovechar el momento y aunque tenía un miedo
terrible, comenzó a correr lo más rápido que pudo llegando lejos del
lugar, estaba temeroso y no podía creer que había salido de ahí, pero
había olvidado los guajolotes y ahora se encontraba en un dilema :
regresar por ellos o irse para su casa, en ese instante casi se priva al
sentir una mano tocando su espalda; José gritó y brincó tanto que
espantó a su hermana, le dijo __ ¿qué te paso porque estas tan
asustado? ¿Y los guajolotes? ¡seguro ya los perdiste!__ sólo se
escuchaba la respiración agitada de José, voltearon los dos al ver que la
hierba se movía descubriendo que eran los guajolotes que ya
regresaban a donde era el camino para la casa; sin más preguntas ni
más comentarios llegaron a la casa y José se sentó en una piedra a
calmar el miedo que sentía.
Cuando su mamá llegó a la casa era de noche y se sentía muy mal,
cenaron todos y se metieron al jacal por todo lo sucedido José no
conciliaba el sueño, la noche transcurría tranquila cuando en un
momento a otro el aire empezó a sonar –SSSSSSSSSHHHH- y luego
volvió todo a la calma, sin embargo más tarde en la entrada del jacal la
luz de la luna iluminó al perrito de color blanco, el cual movía la cola con
gran insistencia simulaba una silueta de hombre llegando a ser el
hombre misterioso el cual se agachó a tomar al hermano de José el más

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pequeño Lucio lo arrastró a la puerta lo miró a la luz de la luna y de
pronto se esfumó como había entrado, José vio todo, se armo de valor
levantó a su hermana Petrona y fueron corriendo a llamar a sus abuelos,
él le explicó lo sucedido a sus abuelos los cuales fueron presurosos al
jacal de aquella familia, revisando al niño el cual estaba agonizante; en
un momento todos se quedaron viendo a la puerta ahí estaba el perro
blanco y chiquito moviendo la cola, los abuelos maldecían al perro – vete
de aquí ya te lo vas a llevar maldito animal-en esos instantes el perro se
fue y Lucio dejo de existir.
Los abuelos decidieron llevarse al niño a su casa para velarlo al ver que
su mamá estaba muy enferma, pero en el transcurso del camino un
zopilote se posaba en los pitayos; los abuelos, y los niños solo veían a
ese animal que los seguía y se posaba más adelante que ellos para
acompañarlos en ese camino tormentoso.
Enterraron al niño y las personas mayores comentaban en el cementerio:
“esto fue obra del catrín para llevarse una alma pura”, desde entonces
los habitantes duermen a sus hijos con las velas encendidas por el
temor a que les pase lo mismo.

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EL DUENDECILLO
Ana Ruíz Velasco

Una tarde de verano, cuando los rayos del sol se debilitaban y los grillos
la arrullaban melodiosamente; los niños y las niñas empezaron a llegar a
las instalaciones del plantel llenos de emoción, de efervescencia y
agitación, para iniciar con el campamento organizado previamente. Las
risas y murmullos llegaban a todo recoveco de tan prestigiada escuela.
Con leña de encino rojo las fogatas lucían como guardianas de aquellos
inquilinos que las rodeaban, saboreando exquisitamente los bocadillos y

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a la vez relatando historias escalofriantes que complementaban el
evento.
¡¡¡De pronto!!! Apareció un personaje extraño, muy pequeño de
aspecto repugnante e inexplicable que le brillaba no los ojos sino la
frente, como si fuera un espejo mágico el cual provocó que las
guardianas de la noche cesaran sus llamadas, ¡¡¡Era un duendecillo!!!
Que con su presencia aceleró el ritmo del latido de los corazones y todos
los alumnos y maestros quedaron estáticos ante este fenómeno. En ese
instante el viento silba con tal furia que de no sujetarse entre unos y
otros hubieran terminado tendidos en el suelo, pareciera el fin del
mundo, pero tan solo fueron unos segundos. El duendecillo avanzaba
con pasos lentos produciendo un sonido muy agradable.

¡¡¡Pspspssspsppppsssstatatassspp!!!, ésterelajó la tensión de los


presentes.__ ¡¡¡No teman,!!! Sololes digo que han interrumpido mi
quehacer de media noche y no me agrada nada; les advierto que los
duendecillos somos muy bondadosos pero tenemos un gran poder que
ustedes desconocen. El duendecillo a pesar de su aspecto enigmático
lucía una voz dulce invitando a los niños y a las niñas que no temieran
las noches y que las contemplaran de vez en cuando en complicidad de
las estrellas y la luna, dama de la noche. Pero tampoco debemos faltarle
al respeto.
El duendecillo pidió hablar a solas con uno de los asistentes, entre
discusiones y jaloneos los alumnos no conseguían ponerse de acuerdo
ante la complicada decisión. De pronto sin decir una sola palabra uno de
los niños más pequeños, con pasos agigantados, decisivos y valientes
se plantó ante el extraordinario personaje. Conversaron ampliamente
donde el duendecillo reveló algunos de sus secretos más
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comprometedores y el pequeño niño escuchando complacientemente sin
decir una sola palabra, siendo la misión de Jonás nombre de pequeño
valiente “guardar el secreto”.

El duendecillo acompañado del chiquillo Jonás, hace una


reverencia y apaga la lámpara de su frente y, ¡las fogatas se renuevan!
Todos los asistentes entre empujones rodearon al pequeño niño para
conocer el contenido de la conversación. Él como todo un fiel amigo
guarda el secreto y solo les dijo el mensaje que envió. __”Los
duendecillos somos unos indefensos niños que nos negaron vivir el
mundo que todos tenemos derecho a transitar.”

“Sean felices!

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EL DUENDE MALVADO
Lina Concepción Martínez Morgan

Todo era algarabía en la escuela primaria Revolución, este viernes los


alumnos del 5° grado harían un viaje inolvidable, ¡si! Irían de
campamento a las Grutas de San Sebastián, un hermoso lugar con
mucha vegetación y más frío que la ciudad, además había un río de
aguas cristalinas en el que podrían bañarse; estaban ansiosos por llegar
a comprobar por sí mismos la belleza del lugar descrita por su profesor y

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disfrutar de tan bello paisaje, pero sobre todo conocer como se forman
las grutas y que hay dentro de ellas.
Lalo, Pedro, Rosita y Rebeca nunca habían salido de la ciudad,
estaban muy emocionados y aunque en el salón eran muy traviesos
ahora tenían sentimientos encontrados de miedo, nervios, emoción y
ansiedad.
En el trayecto, Lalo contó chistes que hicieron reíra todos, Rebeca y
Rosita cantaron contagiando su alegría a otros compañeros y Pedro
prefirió dormir.
La temperatura había descendido y se sentía frío, se percibía en el
ambiente un fresco y rico olor a hierba, además se respiraba un aire
puro y agradable; al bajar del camión todos corrieron hacia el río a
buscar un lugar apropiado para acampar.
Los niños de esta historia caminaban juntos, platicaban y pactaban no
separarse ni un instante durante el tiempoque estuvieran en este lugar,
rápidamente instalaron sus tiendas de campaña y a la indicación de su
maestro todo el grupo se concentró a su alrededor; éste les explicó que
por la mañana entrarían a explorar las grutas, advirtiéndoles de lo
peligroso del lugar y los cuidados que deberían tener al realizar la
actividad, enseguida les dijo que podrían jugar un rato y al anochecer
prenderían una fogata, asarían bombones y salchichas, al terminar se
retirarían a dormir y por ningún motivo deberían salir de su tienda de
campaña durante el resto de la noche ya que resultaría peligroso.
A la media noche a Rosita y Rebeca les dieron ganas de ir al baño,
pero como tenían miedo de ir solas, sigilosamente despertaron a sus
amigos para que las acompañaran. Salieron juntos y sin quererlo
llegaron hasta la entrada de las grutas, por momentos se espantaban
con el ruido de los animales nocturnos y el viento que movía las ramas
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de los árboles; justo cuando habían encontrado un lugar adecuado,
observaron una luz diminuta, corrieron a ver de quése trataba, quedaron
paralizados, el espectáculo era increíble, junto a una gran piedra en
medio de una puerta pequeña con forma de arco, estaba parado al
centro un ser diminuto de alrededor de 60 centímetrosde altura, de piel
azulada y brillante, con ropa muy pegada al cuerpo semejante a la piel
de víbora, emitía sonidos macabros y lanzaba llamas por la boca; los
niños no sabían quéhacer, ni que decir, en ese momento la criatura les
empezó a lanzar diminutas y filosas agujas que salían de sus
puntiagudas uñas y se enterraban en sus piernas, Rosita empezó a llorar
al ver que de sus pies salían chorritos de sangre, Pedro vió horrorizado
que las agujas se convertían en gusanos gordos y negros y se le iban
enterrando en las rodillas, Lalo y Rebeca sentían dolores punzantes que
les recorrían por todo el cuerpo.

¡una víbora que habla! Y gritaron, ¡a correr!, pero no pudieron moverse,


pues los intensos dolores, el miedo que tenían y la oscuridad de los
alrededores, así como los conjuros de este ser extraño no se los
permitió; entonces Lalo, tratando de calmar a sus amiguitos les dijo:
pongamos atención para saber que lenguaje está hablando haber si lo
podemos entender, así lo hicieron y en ese mismo instante sin
comprender porque pudieron descifrar lo que decía.
— ¡Qué hacen en mis dominios! — ¡No saben que aquel que se atreve
a irrumpirlos muere!, entonces Pedro se decidió a hablar; con voz
temblorosa le contestó: —no queremos hacerte daño ¿quién eres? —
¿Qué quién soy?, ¿es que a caso no lo saben? —No, respondieron los
cuatro niños; —soy el duende más famoso de este lugar y estos son mis
dominios, ¿por qué interrumpen mi tranquilidad?, no queremos eso dijo
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Lalo, solo explorábamosen la oscuridad; pues ya lo ven les contestó, —
no están solos, por atrevidos y para liberarlos tendrán que conseguirme
una presa animal que me alimente por esta noche, los niños se miraron
entre sí y a coro respondieron: Sí así será, haremos lo que nos pidas; en
ese momento los niños volvieron a la normalidad y se disponían a
buscar, pero entonces el malvado duende les gritó diciendo: —¡No! solo
irán los niños, ustedes niñas se quedarán conmigo para que cumplan
con su promesa, si antes de una hora no han regresado me comeré a
sus amiguitas, ¡ja, ja, ja…! —Está bien, dijeron Lalo y Pedro, —se hará
como tu digas.
Los niños emprendieron la búsqueda, iban muy asustados, se
acercaron al río, estaban tomando agua, al incorporarse miraron
sorprendidos pues frente a ellos estaba un hermoso búho, se acercaron
sigilosamente a él y cuando se disponían a atraparlo éste se convirtió en
un pequeño duende con un elegante traje de plumas blancas,
mirándolos con ternura les preguntó: —¿Quiénes son? ¿Qué hacen
aquí? ¿Están perdidos?; curiosamente los dos niños no sintieron miedo y
le platicaron su encuentro desagradable con el duende malvado, éste los
tranquilizó y les dijo: —No teman, yo sécomo vencerlo, me llevarán en
mi forma animal y estando allá lo regresaré al río subterráneo de la gruta
de donde ya nunca volverá a salir.
De inmediato regresaron al lugar donde habían dejado a las niñas, allí
ya los esperaba el duende malvado; aquí está lo que nos pediste dijeron
los niños, muy bien, veo que han cumplido, pero esta avecilla no
satisfacerá mi hambre de 100 años así que ya no los liberaré, los niños
quedaron atónitos, y temerosos le dijeron: —Entonces no te la daremos,
—claro que si me la darán y dando un brinco le arrebató el búho a Lalo,
en ese momento el ave se convirtió en el duende bueno y empezó a
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conjurar en contra del malvado duende, en un lenguaje extraño que esta
vez los niños no entendían, y el duende malo empezó a desvanecerse
lanzando maldiciones en su contra, por fin desapareció por completo
junto con la puerta y todo regresó a la normalidad; los niños se
abrazaron, le dieron gracias a Luz Azul, así se llamaba el duendecito
que los ayudó y le prometieron siempre seguir las indicaciones y menos
andar solos en el bosque; lo regresaron a la orilla del río y ellos
regresaron al campamento, donde nadie se había dado cuenta de su
desaparición.

FANTASMAS DE LA MENTE
Félix Pedro Castillo Robles
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Aquella tarde, los últimos rayos del sol
alumbraban la vereda rodeada de
árboles que al recibir la tenue luz, formaban sombras semejando figuras
caprichosas: animales feroces que acechaban a los caminantes, otros,
tomaban aspecto de seres humanos carbonizados como salidos del
fuego, pequeños ejércitos fantasmales de diferentes formas: con las
mandíbulas abiertas queriendo gritar, colgado en sus cuerpos los restos
de lo que fue su vestimenta y, la colocación de las ramas, dibujando la
silueta de lo que podrían ser sus brazos en posición de ataque.
Karlos, había acudido al pueblo vecino a visitar a su hermana; su paso
acelerado le daba la impresión de que, en lugar de acercarlo a su casa lo
alejaba, por su mente cruzaban muchas ideas, sus recuerdos le
reprochaban no haberse quedado a pasar la noche en casa de su
hermana,…cuánto le habían insistido para que esperara a
quetranscurriera la noche y regresar a su casa al día siguiente, pero no
quiso hacerlo.
…Ahora, el miedo que le causaba la oscuridad y los relámpagos que se
dibujaban en el cielo a lo lejos, lo tenían arrepentido...y pensar que no
había avanzado ni si quiera la mitad del camino; se sentía cansado, su
boca seca le exigía desesperadamente un trago de agua, sentía que las
piernas se le entumían y se negaban a seguir caminando, a cada paso
se aterrorizaba más, podía sentir como su cabello se erizaba. Realmente
la fatiga y el miedo tenían a Karlos en una situación difícil.

25
A Karlos le asustaba la oscuridad, a pesar de que su mamá, siempre le
decía que en la noche no hay nada que temer, que el miedo solo nace de
la imaginación de la gente, ahora, solitario, en medio del bosque,
rodeado de sombras conlas formas más horribles, le resultaba imposible
controlar las fantasías que se agolpaban en su mente, recuerdo de los
cuentos que su abuelita le contaba antes de dormir y que tanto le
asustaban.
De repente… sintió una corriente de aire frío que lo envolvía de pies a
cabeza a pesar de estar acalorado por la agitación de su andar, esta
gelidezlo llevó al máximo de su pánico; Claramente sintió que junto a él,
tratando de atacarlo se encontraba aquel ser maligno al que su abuela
llamaba “Aligen” y que, según ella, se escondía en la negrura de la
noche, buscando atacar a quienes se atrevían a deambular por las
veredas a esas horas.
Karlos pensó…!es él! ...¡¡Aligen!! ¡Seguramente ya me localizó y ahora
va a querer atacarme!; sus ojos parecían querer saltar de su órbita, y un
sudor frío escurrió por su frente… intentó correr pero las piernas no le
respondieron, el terror se había apoderado de él y dominaba su mente.
Desfalleciente sintió como los gritos se ahogaban en su garganta.
En su desesperación, Karlos sintió que las fuerzas lo abandonaban y
tuvo que sentarse sobre una piedra del camino; a punto de llorar e
intentando gritar pidiendo auxilio, las palabas se negaban a salir de su
boca… de repente, alzó la mirada, observó que una luz se dirigía hacia
él; resignado a lo peor y a punto de desmayarse, Karlos pensó –ha
llegado el final…- cerró los ojos y esperó a recibir los golpes, o a ser
llevado a rastras entre las cuevas de los cerros en medio de la penumbra
de la noche a los dominios de Aligen.

26
Pasaron algunos minutos hasta que… con la luz enfocándole la cara,
Karlos escuchó que una voz le decía: ¿quétienes Karlos?, despierta,
¿qué te ha sucedido? Lentamente se fue recuperando hasta que por fin,
pudo darse cuenta de que quién le hablaba era su mamá y le decía:
como tardabas tanto en llegar, decidí venir a buscarte, estaba yo tan
preocupada por ti; lo bueno es que ya estamos juntos, regresemos, en la
casa nos espera una rica cena.

27
EL

EL GATO HECHIZADO
Noemí Sebastián Gijón

Todo empezó en un día del mes de noviembre, estaba nublado y el frío


calaba hasta los huesos y te hacía titiritar.
Después de un arduo esfuerzo con problemas matemáticos, salimos a
educación física.
La clase estuvo divertida, jugamos cachi bol y voleibol y a pesar del
intenso frío sudamos un poco.

28
Íbamos de regreso al salón cuando Juan, el más travieso del grupo
exclamó: _¡Miren, que es eso, parece un juguete, está un poco
enterrado, vamos a sacarlo!
_ ¡No!, ¿para que lo quieres si ya está muy viejo y feo?_ dijo Raquel.
_ ¡No!,¡ a mi no me parece feo! ¡Es un gatito!, ¡está sucio, pero no feo!
exclamó Juan.
Era un gatito de plástico, de esos que al apretarlos suenan.
_Pero mira ¡ya le falta una pata!__ dijo Luis.
_No importa lo voy a lavar y lo llevaré al salón._ dijo Juan.
Lo llevó al salón y le preguntó a la maestra si lo podía dejar ahí, la
maestra aceptó sin darle mucha importancia, entonces él lo colocó en el
librero.
Ahí estuvo el juguete alguno días, en el mismo lugar donde lo puso
Juan, pero empezaron a ocurrir cosas extrañas: encontrábamos libros
desordenados, frases incomprensibles en el pizarrón. Un día
encontramos prendida la computadora con las mismas frases que se
repetían una y otra vez.
El tercer día hasta encontramos suciedad de gato en una silla.
Raquel dijo: _Maestra, desde que Juan trajo ese juguete ocurre esto_
La maestra trato de explicarnos lo que ocurría: tal vez no apilamos
bien los libros y se cayeron, o tal vez olvidó apagar la computadora y un
niño travieso entro a escribir en ella y que seguramente un gato entro
por una ventila y se hizo en la silla.
Después seguimos con la clase de Historia, aparentemente todo
transcurría con tranquilidad, de repente sentí una mirada penetrante, los
ojos del juguete cobraron vida y nos veía fijamente a todos.

29
Los demás también sintieron esa mirada y quedamos sin aliento, la
puerta se cerró automáticamente, en ese instante, la luz se apagaba y
encendía; las ventilas se abrían y cerraban dejando escuchar un
rechinido espeluznante; en el piso aparecían y desaparecían manchas
de sangre.
-¿Qué sucede, porque está pasando esto?_ nos preguntábamos todos.
La maestra no podía explicar lo que ocurría y estaba tan asustada
como nosotros, sin articular palabra alguna, ella que siempre tenía
respuesta a todas nuestras dudas.
A mí me temblaban las piernas y enmudecí.
Miguel el más alto y atrevido del grupo, fue directamente hacia el
juguete, lo quizo agarrar y no pudo, estaba como pegado al librero y del
interior salió una risa maligna, que nos puso la piel de gallina.
El juguete se abalanzó contra él, le araño la cara y casi le arranca una
oreja, la sangre de Miguel salpicó manchando la cara de los que
estábamos mas cerca, con lo que aumentó nuestro pánico, todos
quedamos paralizados, aguantando la respiración, sintiendo las piernas
como gelatina y un escalofrío que recorría nuestra espalda. Queríamos
correr, gritar o desaparecer, pero era imposible.
La sangre que salpicó al pizarrón, en forma misteriosa escribió:
¡Auxilio, un ser maligno me ha hechizado, estoy encerrado en este
juguete, para poder liberarme deben llevarme al panteón donde fue
enterrada mi dueña, porque ella tampoco descansa en paz.
En seguida salimos lo más rápido posible hacia el panteón, llevando
con nosotros al gato hechizado.
Iba corriendo y recordaba lo miedoso que he sido, cuántas veces he
sentido que hay alguien bajo mi cama o dentro del ropero y no me

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duermo hasta que lo averiguo. ¿Te ha pasado a ti lo mismo? Ahora se
me hacía hasta ridículo.
Al entrar al panteón sentí un gran escalofrío y un nudo en la garganta.
Nos dirigíamos a la tumba indicada por el gato hechizado, pero estaba
resguardada por seres cadavéricos, con sus ropas desgarradas, sin un
brazo o una pierna, con un olor pestilente y la mirada fija en nosotros.
¿Cómo podríamos enterrar en esa tumba al gato?
Avanzamos todos al mismo tiempo, intentando acercarnos más, pero
esos seres avanzaron lentamente hacia nosotros, retrocedimos un poco
y ellos avanzaban más y más alejándonos de nuestro objetivo.
Juan valientemente avanzó por un extremo pero fue atrapado por una
mano cadavérica que lo dejó helado, muerto de miedo y ya no se pudo
mover de ahí, tenía la cara blanca y los ojos desorbitados.
Aprovechando la confusión, Miguel y Carlos corrieron hasta la tumba
señalada a más no poder, esquivando los cuerpos deformados,
escarbaron lo más rápido que pudieron y enterraron al gato hechizado.
En ese momento salió de la tumba el cadáver de una mujer hermosa,
de cabello muy largo y lacio, que daba la impresión de no estar muerta y
dijo:
_Gracias a ustedes me he liberado del hechizo de un brujo y de estos
seres malignos y a partir de hoy podré descansar en paz con mi fiel
mascota.
Al instante desaparecieron los seres de ultratumba que correteaban al
resto del grupo y pudimos regresar a la escuela sin dificultad, respirando
con gran alivio por todo lo que habíamos pasado, todos en silencio no
nos atrevíamos a comentar lo sucedido.

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De repente sentí que unas manos me tomaban por la espalda y me
sacudían fuertemente, era mi mamá que me decía: _ ¡Carlitos, Carlitos,
despierta!, ¡se te va a hacer tarde para ir a la escuela!_
Afortunadamente todo fue un sueño_ pensó Carlitos.
Se levantó, se arreglo y fue a dejar su pijama sucioal cesto y entonces
vio su camisa del uniforme que había usado un día antes,… ¡¡¡tenía las
manchas de sangre!!!

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EL HOMBRE LOBO
Víctor Hugo Santiago Leiva

La luna brillaba en la oscuridad profunda de la noche y a lo lejos se


escuchaba perturbador y constante el aullido de un lobo cerca del cerro
de San Felipe en el estado de Oaxaca.

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Leticia
quien
era una
chiquilla miedosa y tímida, se encontraba sola en uno de los cuartos de
aquella casona. Estaba completamente atemorizada, pues su hermana
Doyla quien era una niña muy lista e inquieta y a quien siempre le
gustaba asustar a la gente le había contado una historia sobre un
hombre lobo con pelaje espeluznante color grisáceo, unas orejas
paradas que escuchaban todo lo que ocurría a su alrededor, con unos
colmillos filosos que hasta cortaban un pequeño hilo con gran facilidad.
Según cuenta la leyenda en las noches de luna llena el séptimo hijo
varón de los grandes hacendados de aquella época colonial se
transformaba en un lobo, que ataca a cuanto ser vivo cruza por su
camino y lo destroza, para saciar con sangre su sed.

El aullido se escuchaba cada vez más cerca de su ventana, de pronto el


viento comenzó a sacudir las cortinas y un rayo cruzó el cielo. La
pequeña Leticia estaba temblando, entonces escuchó como si algo
raspara con sus garras contra la pared... con voz temblorosa preguntó
¿Quién está ahí? ¿Qué es lo que desea? ¡Conteste por favor!
Pero sólo el viento con su rugir contestó, asustándola aún más. En su
desesperación corrió hacia la ventana y apoyándose con todas sus
fuerzas logró cerrarla, ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!.

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En ese instante
sintió que una
mano se
posaba en su hombro, pensó que iba a desmayarse... ¿Qué sucede, qué
son esos aullidos? preguntó Doyla que acababa de despertarse debido
al torrencial aguacero, que apretaba cada vez más cayendo
intensamente sobre la residencia
¡Ayyy! ¡No lo sé, no lo sé, pero me pareció ver una figura extraña cerca
de nuestra ventana!

Entre las dos pequeñas e inquietas niñas, trataron de distinguir algo


entre la oscuridad y la tormenta pero no lograban hacerlo. Los ruidos y
los aullidos se hacían cada vez más fuertes... ¡El pánico las paralizó! ...
¡De pronto los ruidos cesaron y tras unos segundos la puerta de la
recamara se abrió! ...
Ambas niñas lanzaron un alarido de terror al unísono ¡Auxilioooo!
Entre los fuertes truenos y la lluvia que apretaba más y más se escucha
una voz entrecortada, era la madre de ellas quien les dice: ¿Pero hijas,
qué les sucede? ¿Qué no escucharon al pobre perro? ¿Quién lo dejó
afuera con esta tormenta?
Las niñas abrazaron a su madre y al cachorrito y comenzaron a reír.

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¡Quién entiende a estas
criaturas! exclamó la mamá, dirigiéndose a su habitación.
Entretanto a lo lejos se recortaba la figura de un lobo aullándole a la
luna.

EL
MISTERIOSO LÁPIZ NEGRO
Carlos Martínez Pérez

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Eran las 12 del día, el sol alumbraba en todo su esplendor la vieja y
amplia hacienda de la época colonial. Bryan y Geovanni se habían
separado del grupo esa mañana en que los alumnos de tercero fueron
de campamento como parte de sus actividades de educación física.

_ ¿Por qué no vamos a ver qué hay detrás de esa pared de adobe? _
dijo Geovanni a Bryan.
_ ¡Claro! _contestó Bryan, _ al fin que el maestro Jesús ni cuenta se dará
porque va hasta adelante de los niños__.
Los dos amigos apresuraron el paso y se internaron entre un caminito
rodeado de platanares, rosales y altos magueyes que mostraban sus
afiladas hojas semejando enormes puntas de flecha. Avanzaban unos
metros y se detenían para mirar si alguien los seguía. Atravesaron un

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terreno donde comían pasto unas 6 u 8 vacas. Después pasaron bajo las
ramas de un guayabal, Bryan tomó una piedra y la lanzó al frutal para
tirar alguna guayaba. No le atinó a ninguna, pero en ese momento
escucharon el aleteo y el ulular de una lechuza que permanecía en su
nido. Geovanni sintió un escalofrío, miró su brazo y viocómo la piel se le
iba poniendo chinita y corrió sin parar.
_ ¡Espérate!, ¿no ves que sólo es una lechuza? _le gritó Bryan.
_Mejor nos regresamos, ¡ya me dio miedo, Bryan!
_ ¡No seas miedoso, vamos, ya falta poco!
_ Está bien, pero ya nos alejamos mucho y ¡tengo miedo!, _aclaró
Geovanni.
Bryan tomó del hombro a su amigo y prosiguieron su camino. Llegaron
a los restos de una habitación hecha de adobe, pasaron el umbral de la
puerta y vieron que en el interior había pedazos de polines, sillas de
madera apolillada a las que les faltaba el respaldo, una, dos, tres o las
cuatro patas. En un rincón, el más oscuro del cuarto, se encontraban
acomodadas las tejas de barro que alguna vez protegieron a la
habitación del sol, la lluvia, el frío y el viento. Al voltear la cabeza,
Geovanni notó que entre unos polvorientos leños subía un pequeño
brillo. Se agachó cautelosamente, movió los leños y descubrió un lápiz
negro, con letras doradas, goma azul y el arillo plateado. Lo más
increíble era que el lápiz estaba lustroso, limpio, como si alguien lo
hubiera sacado en ese instante de su empaque.
_ ¡Qué lápiz tan raro!__,

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Dijo Bryan al mismo tiempo que lo recogía y, extrañamente, el lápiz se
le escapó de la mano y después de dar unos giros, fue a pararse en la
espalda de Geovanni en la que escribió: “Los dos morirán por haber
profanado este lugar”. Los amigos se miraron atónitos y sintieron cómo
sus ojos se hacían más grandes como pretendiendo salir, y por más que
abrían la boca, no podían articular ninguna palabra, ni mover un solo
músculo del cuerpo. Mientras tanto, el lápiz se movía en el aire con
movimientos zigzagueantes, amenazadores, pasaba cerca de la cara de
los niños, subía, bajaba y parecía que la punta se les iba a enterrar en
los ojos, en las orejas, en el ombligo.
Por fin se detuvo solo para escribir en el piso: “¡Salgan porque estas
paredes se van a derrumbar!”. En ese instante sintieron que les habían

lanzado una cubeta de agua helada y al fin pudieron moverse. Saltaron


como venados perseguidos por el tigre entre los escombros y llegaron
jadeando hasta el amplio y fresco corredor de la hacienda donde estaban
sus compañeros de Escuela.
_ ¿Dónde andaban? _ preguntó el maestro_ hace como 15 minutos que
los estamos buscando.

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Bryan estaba pálido y con señas pidió a Karina una botella de agua que
bebió de un solo sorbo. Al fin pudo hablar y les contó lo que les había
ocurrido. Todos escuchaban atentos el fantástico relato que contaba
Bryan y era complementado por Geovanni.

Al ver que los alumnos se asustaban, el maestro les dijo que eso no era
cierto, que era producto de su imaginación y que mejor se fueran a la
alberca porque estaba haciendo mucho calor.

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Todos corrieron entre risas y empujones hacia la alberca para disfrutar
del agua tibia.
Bryan y Geovanni se miraron, encogieron los hombros y se quedaron
tristes porque el maestro no les creyó lo que les había sucedido.
Tomaron un poco más de agua, recogieron sus mochilas y se
encaminaron hacia la alberca. Sin embargo, al voltear la cabeza vieron
que el paredón ya no estaba, que en su lugar solo había una cerca a
punto de caer y que en el césped se notaba un extraño brillo, los niños
se miraron a los ojos, en ellos se dibujo elhorror, ambos sabían que ese
brillo no podría ser otra cosa que ¡¡¡El misterioso lápiz negro!!!...

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EL ROBO FRUSTRADO
Doyla Cosmes Martínez

En un pueblo muy bonito que tenía un río y grandes campos con árboles
de toda clase, vivía una familia campesina, el papá la mamá y dos hijos
pequeños Jorge de diez años y Ana de siete.
Una mañana de finales de octubre, Jorge aprovechando que era tiempo
de cosecha tomó una calabaza le sacó todo lo de adentro y la dejó

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hueca, le perforó dos ojos, una nariz y una enorme boca que parecía
sonriente todo tiempo de tal manera que al colocarle alguna luz en su
interior semejara una enorme lámpara, pues quería dársela de regalo
de cumpleaños a su papá porque no tenía otra cosa que regalarle.
La mamá al ver la enorme calabaza ya trasformada, se asustó por el
aspecto horrible que tenía y regañó a Jorge por lo que había hecho pues
sabiendo que su esposo era enojón pensó que no la gustaría ese regalo
por eso le pidió que la utilizara para otra ocasión. Los dos niños se
desilusionaron y sus caritas se pusieron tristes al ver que aquél
obsequio que con tanto esfuerzo habían laborado no era del gusto de
sus papás. La mamá trato de consolarlos diciéndoles que a su papá no
le agradaban las fiestas de cumpleaños, pero viendo que nada alegraba
a sus hijos la señora les prometió ir a la plaza del pueblo a comprarles
unas naranjas pues sabía que eran su fruta preferida.
Cuando salió les dijo que se bañaran, se arreglaran y adornaran la mesa
con algunas flores; cuando la mamá salió los niños se fueron al campo y
en estar buscando flores y ramas hermosas se les hizo tarde, cuando
se dieron cuenta comenzaba a oscurecer, decidieron regresar porque
seguramente sus papás ya los estarían buscando y con mucho cuidado
pasaron por la orilla del río para iniciar la subida del camino que los
llevaba a su casa. Al subir, Jorge vio al sol de color amarillo tan bonito
que se imaginó que era la calabaza que había preparado y se lo
enseñó a su hermanita, y los dos al bajar un poco la mirada, vieron a dos
gentes extrañas, que estaban en la entrada de su casa ellos pensaron
que podrían ser ladrones y echaron a correr hacia su casa, llegaron se
metieron y se encerraron bien, tanto que la casa quedó totalmente
oscura que ni ellos podían verse, como pudo Jorge fue por una vela, la

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encendió y la metió en la calabaza hueca y los dos se la quedaron
mirando emocionados al ver lo bonita que se veía con ojos y dientes.
Esa luz les permitió ir hacia una ventana y de ahí se asomaron y vieron
que dos hombres se acercaban a su casa y que efecto eran ladrones,
con mucho miedo Jorge agarró la calabaza y la puso en la ventana .
Mientras tanto por el otro camino ya venían los papás de los niños
porque habían ido a buscarlos y se extrañaron de ver toda la casa
oscura; en eso una gran cara risueña iluminada apareció entre la
oscuridad pareciendo que flotaba en el aire, y dos gritos terroríficos los
hicieron temblar de miedo e interrumpir sus pensamientos cuando vieron
que dos figuras extrañas salían corriendo de su casa a toda velocidad, ¡
se trataba de los dos ladrones que corrían atemorizados por haber visto
aquél resplandeciente y sonriente monstruo!
Los papás rápidamente se metieron a la casa y encontraron a los niños
asustados y temblorosos. Los niños les contaron el motivo por el que se
les había hecho tarde y la forma en que espantaron a los ladrones, sus
papás los perdonaron,la mamá les dijo que pasaran a cenar, esa cena
fue de lo más bonita y en el centro de la mesa resplandecía la calabaza
iluminada rodeada de naranjas que había traído la mamá y la sonrisa del
papá era tan alegre como la de la calabaza.

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EL SALÓN EMBRUJADO
Gaudencia Aida Ortiz Aguilar

En la escuela primaria “Ignacio Zaragoza de la colonia las Flores, cierto


día los alumnos de 2º. A, se presentaron como siempre a sus clases,
era una mañana en que el frio era muy intenso, el invierno ya había
llegado.
De pronto el maestro de guardia toca el timbre, cierra el portón, es hora
de entrar a clases, todos los alumnos se dirigen a su respectivo salón, el

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de 2º A aún permanece cerrado, la maestros abre la puerta para entrar
pero……………………………………..
Los alumnos observan temerosos dentro del salón que las paredes
están tapizadas con dibujos terroríficos, machas de sangre por todos
lados, en el escritorio hay un enorme cráneo ¿ de que animal o humano
o de otro ser? en el pizarrón hay escrito una frase que dice; Este es el
último día de su vida. Entonces escuchan un fuerte aleteo, son varios
murciélagos que al sentirse observados se lanzan hacia los niños.
Algunos alumnos empiezan a llorar pero Fabricio muy valiente les dice-
No tengan miedo no pasa nada. La maestra les pide que se calmen, abre
el librero y de el salen unas ratas hambrientas que buscan algo de
comida por todos los rincones. Olbicel grita- ¡súbanse a las mesas! Raúl
intenta abrir la puerta del salón pero es imposible, tratan de romper los
vidrios de las ventanas para poder escapar pero de pronto se enciende
el televisor, ahí aparece un instructivo el cual menciona los pasos a
seguir para romper el hechizo. La maestra les pide a los niños que
realicen paso a paso lo que se indica.
1. Enciendan todas las luces
2. Canten la siguiente canción (:) ¡Navidad, navidad hoy es navidad,
hoy es día de alegría y felicidad
3. Cierren sus ojos y aplaudan
4. Abran sus ojos
¡Qué emoción! Todos lloran pero de alegría, todo ha sido transformado,
en las paredes lucen hermosos dibujos relacionados a la navidad ¿Qué
fue lo que sucedió? Pregunta Diana., nadie le contesta, todos están
llenos de alegría. Se percibe un olor agradable a pino, en el pizarrón con
letras plateadas una frase “Feliz Navidad”, el escritorio está lleno de

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regalos, un pino enorme en el centro del salón, todos se acercan para
adornarlo con esferas de colores, una estrella dorada.
La hora de abrir los regalos ha llegado ¡Que sorpresa! Cada uno recibe
su juguete preferido.
Mañana inician las vacaciones hay sentimientos encontrados, todos se
desean lo mejor y prometen que serán buenos alumnos, se despiden
unos de otros y se van a sus casas. Prometiendo nunca olvidar lo que
les ha sucedido en esta etapa de su vida.

VICCO XAACE (El perro negro)


Anival Fuentes Velázques

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En un pueblo lejano a la ciudad, vivía un campesino con su familia de
manera sencilla y muy humilde, solo contaban con una pequeña casa,
pero con un gran patio, los acompañaba siempre su fiel perro, Vicco, un
perro juguetón, muy querido por la familia que correteaba a las gallinas,
a los patos, al gato y a todos los demás animales que permanecían en
aquél patio, Vicco no se cansaba todo el día corría de arriba para abajo,
de un lado a otro.
Vicco siempre seguía a su amo a todas partes, se confundía con la
negrura de las noches sin luna.
Como todas las mañanas Vicco, acompañó a su amo al campo donde
éste trabajaba arreglando los cercos de alambre de púa de los ranchos
en los que trabajaba de sol a sol, él sabía que cerca de ahí había una
charca de agua misteriosa, que nadie debía de beberla, porqueles
sucederían cosas raras, como aullar como lobo, convertirse en un
duendecillo, entre otras cosas.
Sin embargo aquel funesto día, el campesino se extrañó de no ver a
Vicco cerca de él, pero su trabajo lo tenía muy ocupado y cuando más
tarde vio hacia el cielo, el sol ya se estaba poniendo, rápidamente
recogió sus utensilios y chifló a su fiel compañero,éste extrañamente no

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aparecía, el campesino pensó que Vicco había regresado a su hogar y
decidió también iniciar el viaje de regreso, sin embargo este se le hacía
cada vez másextenso, a cada paso que daba se sentía más lejano de su
pueblo, y no lo alcanzaba a Vicco, agotado se dispuso a descansar
debajo de un manzano, pasaron las horas… y cuando el campesino se
repuso de su cansancio, se dio cuenta que lejos de acercarse a su
pueblo se acercaba a otro muy lejano al suyo, quiso llorar, pero se
contuvo, quería gritar pero ya no tenía energías, siguió el camino de
regreso.
Mientras, Vicco, después de andar por todos lados buscando al
campesino, se acercó a la charca de agua misteriosa, de tanta sed que
tenía se tomó toda, de regreso al pueblo saltaba, corría y ladraba con la
boca llena de baba, el agua la había causado algo parecido a la rabia,
alguien lo vio y rápidamente corrió la voz, alertando a la gente.
La gente del pueblo cerró puertas y ventanas, la calle principal se volvió
un encajonado de extremo a extremo, del lado oriente se encontraba el
panteón y en el poniente la iglesia del pueblo.
La gente del pueblo comentaba entre las rendijas de sus ventanas y
puertas, quienes no perdían de vista cómo el perro corría todo el callejón
del panteón al atrio de la iglesia y de regreso y decían: __ ¡¡¡es un perro
del mal!!!__ Porque lo veían salir del panteón.
También comentaban: __ ¡es por eso que cuando llega a la iglesia, se
regresa porque ésta está bendita!; ___¡¡¡es obra del demonio!!!__, ___
¿será porque este año no nos portamos bien?___. Nadie sabía lo que le
pasaba a Vicco realmente.

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Salvador, un campesino valiente con su reata lo ató a un gran árbol, en
el que su primo ya esperaba para dispararle con una retrocarga, ¡así lo
hizo!.. por lo que las postas penetraron en el cuerpo del pobre animal
dejándolo inerte.
Sobre el pasto frío yacía Vicco, cuando llegó su amo, saludando a todos,
disculpándose con todos los presentes, abrazó a su perro, sollozando
preguntaba –¿por qué te pasó esto?, _¿será que bebiste el agua de la
charca? __, pero en ese momento pasó algo insólito…Vicco abrió los
ojos sonriéndole a su amo y en eso su espíritu se desprendió penetrando
en el cuerpo de su amo, ante un gran estruendo que todos los presentes
temblaron de miedo, y el señor hasta ahora vive en una cueva cerca de
la charca, y en las noches sin luna, se le escucha ladrando, aullando por
todo el pueblo y quienes lo han visto dicen que se le escurre la baba y
ladra como lo solía hacer su querida mascota, si en alguna noche sin
luna cerca de tu casa escuchas a un perro ladrar ¡cuidado! Puede que
sea Vicco Xaace (el perro negro).

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DIRECTORIO
Prof. Rubén Darío Como Ramírez
Coordinador General del C. M 2006

Prof. Jesús Macario Martínez Méndez


Coordinador Académico del C.M 2006

Profra. Horquidea Caballero Bautista


Coordinadora Operativa del C. M 2006

Prof. Félix Pedro Castillo Rojas


Director de la Esc. Prim. Ignacio Zaragoza

Profra. Florencia Teresa García Mendoza


Asesora Permanente del C. M 2006
Coordinadora del Proyecto.

Agradecimientos

Agradecemos el apoyo incondicional recibido de los Coordinadores del


Centro de Maestros 2006, del Prof. Rubén Darío Como Ramírez, del
Profr. Jesús Macario Martínez Méndez y de la Profra. Horquidea

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Caballero Bautista en esta impresión, así como del personal
administrativo y de servicio social de la misma institución.

Historias de misterio y cuentos de terror se imprimió en las instalaciones


del Centro de Maestros 2006, con domicilio en av. Lázaro Cárdenas
2142, Santa Lucia del Camino. Oax. Y se encuadernó en la Escuela
Primaria Ignacio Zaragoza, ubicada en la col. Las Flores. Sta. Lucía del
Camino, Oax., en el mes de enero 2009. En esta primera edición el tiraje
fue de 16 ejemplares y está disponible en formato digital en el portal del
Centro de Maestros en la dirección:
www.centrodemaestros2006.wetpait.com

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Los textos reunidos en este volumen fueron escritos por profesores y
profesoras de Educación Primaria.
Lectores más experimentados y exigentes podrán observar errores
propios de escritores principiantes. Lo importante es que sirvieron para el
desarrollo de su proceso de composición escrita y los conocimientos
adquiridos quedan como experiencias y aprendizajes significativos que
seguramente les ayudarán en su práctica docente, ya que si bien escribir
un cuento no es cosa de cinco minutos, tampoco es algo tan complejo
que no se pueda elaborar y disfrutar desde el trabajo cotidiano de las
aulas.

La mayoría de imágenes contenidas en este trabajo fueron bajadas de la red.

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