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Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria
Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria
Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria
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Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria

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Terminada la Segunda Guerra Mundial iniciaron dos procesos geopolíticos, que marcaron la segunda mitad del siglo XX y lo que ha transcurrido del siglo XXI: La latente amenza de una guerra nuclear entre las grandes superpotencias y el incremento de la guerra fría, mediante guerras de guerrillas, revoluciones armadas, propaganda, espionaje, terrorismo, sabotajes, creación de bloques económicos y presencia de fuerzas subversivas en todos los continentes.
Esta obra compendia una serie de artículos publicados en las décadas de 1950 y de 1960, por la revista Military Review del Ejército de Estados Unidos, los cuales fueron escritos por especialistas en estos temas, los cuales tienen total actualidad y aplicación para miembros de fuerzas de seguridad, militares, policías, estrategas, cientistas políticos, especialistas en geopolítica, historiadores, sociólogos en general para personas interesadas en conocer estos temas.
Sin lugar a dudas, estos documentos aportan informaciones estructurales a todas las personas que intenten comprender mejor la evolución de los fenómenos geopólíticos y sociopolíticos ocurridos en el planeta como consecuencia de las dos grandes guerras del siglo XX y las ambiciones geoestratégicas de las naciones mas poderosas del mundo.

LanguageEspañol
Release dateJun 8, 2019
ISBN9780463398067
Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria
Author

Ediciones LAVP

Editorial colombiana especializada en libros de geopolítica, estrategia, historia militar, defensa nacional y análisis político internacional

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    Conceptos y doctrinas sobre la guerra revolucionaria - Ediciones LAVP

    Conceptos y doctrinas de la guerra revolucionaria

    Ediciones LAVP

    Colección Estrategia y Liderazgo N° 26

    Ediciones LAVP

    www.luisvillamarin.com

    Cel 9082624010

    New York City, USA

    ISBN: 9780463398067

    Smashwords Inc.

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, foto-químico, electrónico, magnético, electro-óptico, por reprografía, fotocopia, video, audio, o por cualquier otro medio sin el permiso previo por escrito otorgado por la editorial.

    Conceptos y doctrinas de la guerra revolucionaria

    Indochina El último año de la guerra: Tácticas y organización comunistas

    Los principios de la guerra y la guerra sicológica

    Un proceso eficaz de contraguerrillas

    La guerra sicológica

    La guerra de guerrillas en Grecia 1946-1949

    La guerra de guerrillas

    La guerra revolucionaria

    Dos incursiones aerotransportadas en el Norte de Vietnam

    La guerra de guerrillas y los soviéticos

    La disuasión olvidada

    La guerra contra los partisanos

    La guerra de guerrillas modelo 1861-1865

    La incursión de Gran Sasso

    La teoría de la guerra de guerrillas

    Fuerzas irregulares recursos potenciales disponibles

    Guerra de partidarios o partisanos

    Las capacidades soviéticas para la guerra irregular

    El terrorismo urbano

    Objetivos y métodos de las guerrillas comunistas

    La Operación Greif

    Protección para zonas de retaguardia

    Operaciones antiguerrillas

    Estrategia doble para la guerra limitada

    La estrategia de la defensa prolongada

    Guerra revolucionaria y acción sicológica

    Guerra de guerrillas en Ucrania

    Guerra crepuscular

    Un análisis de la guerra sicológica soviética

    La guerra prolongada del comunismo

    Combate en los bosques de Finlandia

    Una sugerencia de orden político sobre la guerra

    La guerrilla una espina en el costado

    Métodos envolventes en la guerra contra guerrillas

    Lo esencial en las operaciones especiales

    Una nueva capacidad en las operaciones especiales

    Guerrillas sin moral los partidarios de Rusia

    La población civil en la guerra contraguerrillas

    La guerra interna nueva táctica comunista

    Evolución de un Estado policía

    Partidarios, grupos de resistencia, saboteadores

    Indochina

    El último año de la guerra; tácticas y organización comunistas

    Dr. Bernard B. Fall

    El 7 de mayo de 1954, alrededor de las 19:00 horas, se inició una nueva era en la guerra asiática, cuando el jefe de pelotón Chu Ba The del Ejército del Pueblo de Vietnam (VPA) izó la bandera roja con la estrella dorada de la República Democrática comunista de Vietnam sobre los cuarteles generales de Dien Bien Phu. Un ejército que había comenzado su existencia 10 años atrás como una pequeña fuerza de combate i había aniquilado en combate abierto la crema de un ejército occidental bien adiestrado y equipado con casi todas las herramientas modernas de la guerra a excepción de las armas atómicas.

    Esta victoria comunista tuvo sus raíces en dos grupos de razones diferentes. Un grupo de razones es inherente al terreno y al VPA en sí —su organización, adiestramiento, y sus tácticas. Estos serán los temas de este artículo. El otro grupo de razones es imputable a las tácticas de las Fuerzas de la Unión Francesa durante el último año de la guerra. Estas serán discutidas en un artículo subsiguiente, a ser publicado en la edición de diciembre de 1956 de la Military Review. Ambos artículos deben dar una idea de la interacción de aquellos varios factores y de su efecto eventual en el resultado de la guerra.

    La organización de las fuerzas comunistas

    El VPA está compuesto de tres escalones de combate diferentes. El núcleo del VPA está compuesto de aproximadamente 10 divisiones regulares —9 divisiones de infantería y una pesada de artilleros-ingenieros (véase los cuadros 1 y 2).

    Estas son conocidas como la Fuerza Principal (chu lúe). Estas fueron las que llevaron el peso de todas las operaciones principales entre el 1950 y 1954: la ofensiva fronteriza de 1950, las ofensivas de 1952 hacia la parte noroccidental de Vietnam, los ataques en Laos en 1953, y, finalmente, la liquidación de la cabeza de etapa aérea de Dien Bien Phu.

    Las unidades chu lúe del VPA están bien equipadas y sus batallones de infantería tenían una superioridad marcada en potencia de fuego particularmente en el campo de los morteros de 81 y 122 milímetros, sobre las unidades francesas.

    No todas las unidades regulares operaron a lo largo de las líneas de batalla principales. Por ejemplo, durante el 1953 y 1954 una parte considerable de la 320a División de Infantería del VPA junto con los 42, 46 y 50 Regimientos Independientes operaron bien dentro de las líneas de la Unión Francesa en. apoyo de batallones de milicia regionales y semimóviles (Tieu-Doan Tap irung Tinh).

    Estas unidades regionales formaron el segundo escalón de tropas. Estas no tienen ni el adiestramiento ni el equipo para maniobras de grande escala, pero su conocimiento superior del terreno las hace extremadamente útiles como unidades de exploración y de cobertura para las unidades regulares infiltradas.

    Finalmente, el tercer escalón de combate estaba compuesto de unidades de milicia localmente organizadas (du-kich). Estas unidades, las cuales no se podían reconocer debido a que no usaban uniforme y continuaban viviendo en sus aldeas nativas a fin de tomar las armas para una misión específica solamente, fueron las que efectuaron la mayor parte del sabotaje de las comunicaciones, del espionaje local, del tiro de emboscada, del reconocimiento, y que, en el pasado, lidiaron frecuentemente acciones de retaguardia costosas a fin de permitir el escape de unidades regulares cercadas.

    El VPA y el Partido Comunista

    Una mirada al cuadro orgánico del VPA demuestra (véase cuadro 3) que la maquinaria del control político del VPA es extremadamente importante. Verdaderamente, el General Vo Nguyen Giap, el vice Premier de la República Democrática Comunista de Vietnam, Ministro de Defensa, y Comandante en Jefe del VPA desde su comienzo, declaró abiertamente que: "El VPA es el arma esencial del Partido Comunista) para el logro de cualquier propósito político.

    Existen células del Dang Lao Dong de Vietnam —el "Partido Laborista que sucedió al Partido Comunista Indochino en 1951— en todos los pelotones del VPA. Al nivel de Pelotón se encuentran agentes polí-ticos" informando todos los indicios de debilidad política a sus propios comisarnos políticos (Chinh Uy), quienes se encuentran agregados en todas las unidades al nivel de batallón y en niveles superiores.

    Los comisarios políticos del VPA tienen poderes de mucha trascendencia aun en el campo de la táctica y estrategia militares. Un decreto de 1950 de la República Democrática Comunista de Vietnam creó los Comités del Frente de Mando con Preponderancia Política en donde las opiniones del comisario político en una situación táctica dada prevalecen sobre aquellas del comandante o segundo comandante militar de la unidad. Es obvio que bajo tales condiciones el comandante militar del VPA es poco más que una herramienta de su propia maquinaria política, con muy poca oportunidad de desviarse de una línea dada.

    Sin embargo, ocurren fricciones entre los comisarios políticos y los comandantes militares. En 1953 el autor de este artículo tuvo una conversación con un oficial comunista, quien había desertado del VPA después de la terminación airosa de una operación debido a que había sido criticado en frente de sus tropas por el comisario político por "errores" según se alegaba había cometido.

    Este constante adoctrinamiento político ha convertido al soldado campesino ignorante del VPA en una maquinaria de combate eficaz, muy al estilo del chino comunista como está descrito en un estudio concienzudo hecho por L. M. Chassin, el antiguo comandante General de la Fuerza Aérea Francesa del Lejano Oriente:

    En el trabajo diario del soldado comunista, la lección política marxista desempeña una parte tan importante como el manejo de las armas. Adiestrados por los jefes inteligentes, los campesinos armados se convierten rápidamente en fanáticos, en apóstoles de la nueva religión.

    Este fanatismo podía encontrarse en muchas unidades del VPA, en las fuerzas de milicia al igual que entre las regulares.

    Las unidades "suicidas cuyos miembros estaban dispuestos a lanzarse con una carga de explosivos, al estilo kamikaze, contra un tanque francés o contra las aspilleras de una casamata, probaron ser particularmente eficaces en ataques contra las posiciones fortificadas y eran difíciles de neutralizar. Las hazañas de los suicidas", juntas con otras recalcando la obediencia estricta de las órdenes, son destacadas frecuentemente en la propaganda de la República Democrática Comunista de Vietnam a sus tropas, tal como en el siguiente incidente:

    Durante el ataque contra el puesto francés de Vinh Trach, el camarada comandante de la compañía le dio una orden al camarada a cargo del fusil ametrallador Browning al efecto de que se levantara y disparara contra el fortín. El camarada se levantó inmediatamente, aunque sabía que iba a ser sacrificado antes de que aun pudiese disparar un solo tiro.

    Es obvio que los métodos de combate occidentales no están particularmente bien adaptados para hacer frente a un enemigo empleando tales tácticas, y hasta el final de la guerra en Indochina, los comandantes de las unidades francesas en toda la Indochina fueron perseguidos por el problema de hacerle frente a los ataques de las unidades "suicidas".

    Las tácticas del VPA -1953-1954

    En octubre de 1950, al final de la primera ofensiva comunista, la cual le había costado a los franceses su cadena de fuertes a lo largo de la frontera china, el General Giap llevó a cabo un estudio de estado mayor con los comisarios políticos del 98 regimiento de Infantería del VPA, unidad de primera clase, en el transcurso del cual desarrolló el plan general de la operación que iba a lidiar tan airosamente durante los próximos 4 años:

    Durante la primera y segunda fase debilitamos las fuerzas del enemigo, en la tercera fase tenemos que aniquilarlas...

    A fin de pasar a la ofensiva general se tienen que satisfacer las siguientes condiciones:

    La superioridad de nuestras fuerzas sobre aquellas del enemigo. La situación internacional tiene que estar a nuestro favor. La situación (local) tiene que desarrollarse a nuestro favor.

    ...debemos aprovecharnos de la ayuda extranjera a fin de pasar a la contra-ofensiva general (pero) depender meramente de tal ayuda sería prueba de subjetivismo y de irresponsabilidad.

    otros factores también pueden estar a nuestro favor: las dificultades (francesas) en asuntos políticos, económicos, o financieros; movimientos de protesta contra la guerra en el Ejército (Francés y Vietnamés Nacionalista) y entre la gente.

    Cuando hayamos entrado en la tercera fase, emplearemos los siguientes principios tácticos para realizar nuestra misión estratégica:

    La guerra móvil como la actividad principal.

    La guerra de guerrillas como una actividad secundaria.

    La guerra de posiciones también como una actividad secundaria.

    La fase de la contraofensiva:

    ... La tercera fase puede durar por un período extendido porque necesitamos tiempo, pero nuestras posibilidades de recibir ayuda del extranjero también serán bastante grandes.

    Se podría considerar un tributo a la perspicacia militar extraordinaria de Giap —él es un profesor de segunda enseñanza educado en. Francia con un doctorado en historia y ningún adiestramiento militar formal— el que pudiera llevar a cabo un plan hasta el último punto en menos de 4 años. Por el contrario, debe sorprender al lector militar que el alto mando francés —el cual había estado en posesión del plan de Giap desde las postrimerías del 1952, cuando una copia de éste fue capturada por paracaidistas franceses— no había reaccionado de ningún modo apreciable para hacerle frente al nuevo reto.

    Giap, con una precisión cronométrica, comenzó a eliminar ahora todas las amenazas en sus zonas de retaguardia. El final de 1950 vio toda la parte nororiental de Vietnam fuera del Delta del Río Rojo en manos de Giap.

    Ahora había establecido un eslabón sólido con sus bases principales de adiestramiento y de apoyo ubicadas en la China Comunista. Noche tras noche, cientos de camiones traían ahora el tan esperado equipo moderno para la contraofensiva general, al igual que miles de instructores chinos comunistas y especialistas de otros países comunistas.

    El año 1951 trajo al mariscal Jean de Lattre de Tassigny como comandante en jefe de las tropas francesas en Indochina y con él una serié de derrotas convincentes para Giap.

    Pero las chu lúe regulares no experimentadas de Giap aprendieron de sus propias derrotas: Los ataques directos contra la línea fortificada de casamatas y fortines de De Lattre fueron abandonados a favor de una infiltración política concienzuda y de guerrillas del delta, mientras las fuerzas principales de Giap procedieron a consolidar más su agarre sobre Laos Septentrional y el territorio de Thai del Norte de Vietnam.

    El 11 de octubre de 1952 tres divisiones del VPA cruzaron otra vez el Río Rojo, destruyeron las pequeñas guarniciones francesas protegiendo la línea de colinas entre los Ríos Rojo y Negro, y llegaron al Río Negro el 23 de octubre después de marcha forzada de más de 96 kilómetros a través de una selva espesa. Un contraataque aerotransportado francés contra el centro de transmisiones enemigo de Yen Bay, seguido por una operación terrestre apoyada por tanques, fue considerado por Giap como fundamentalmente demasiado débil para poner en peligro su movimiento hacia Laos.

    Después de fracasar en un intento inicial de atacar frontalmente la recién fortificada cabeza de etapa aérea francesa de Na-Sam, Giap simplemente dejó' atrás la posición, dejándole a la Fuerza Aérea Francesa la tarea pesada de proveer apoyo logístico a una fuerza de 12.000 hombres acorralada inútilmente 240 kilómetros detrás de las líneas enemigas.

    El continuó su avance hacia el frente ocupando la entonces no importante y no bien defendida posición de Dien Bien Phu, hasta principios de enero de 1953 cuando llegó a su línea de partida para la primera ofensiva comunista hacia Laos. Mientras tanto, las guerrillas del VPA detrás de las líneas francesas no habían permanecido inactivas.

    Las tácticas de las guerrillas comunistas

    En Indochina los tipos prevalecientes de terreno han causado que se empleen 4 clases principales de guerra de guerillas: el terrorismo urbano; la guerra de los arrozales y de pantanos; la guerra de montañas y de colinas; y la guerra en la selva.

    De las 4 clases, la primera no es de ningún modo diferente a operaciones similares llevadas a cabo en otras partes del mundo. En Vietnam fue particularmente eficaz en vista de las simpatías latentes de una gran parte de la población con los terroristas proveyéndolos con abrigo e información. Operaciones particularmente bien concebidas incluyen el sabotaje de la central eléctrica de Hanoi por un grupo de saboteadores haciéndose pasar como mecánicos, y la destrucción de casi 40 aviones en la primavera de 1954 —los comunistas reclaman 62— en las bases aéreas de Cat Bi, Do Son, Gialam del Norte de Vietnam por escuadras de demolición de guerrillas.

    La segunda clase de guerra de guerrillas, lidiada en los pantanos v arrozales que incluyen casi todas las zonas pobladas, ciudades grandes, y líneas de comunicaciones principales de Vietnam, puede ser considerada como la "especialidad local" y es radicalmente diferente a cualquiera de las tácticas de hs guerrillas descritas hasta la fecha en los Manuales de Campaña disponibles del Ejército de los Estados Unidos.

    Por toda la mayor parte de las estepas vietnamesas —y también en aquellas de la gran parte de China, Thailandia, Cambuja, y Birmania— las comunicaciones están limitadas a las superficies de los diques de diferente construcción, con el más pequeño, siendo escasamente lo suficientemente ancho para una columna de hombres marchando de uno en uno, mientras el más grande puede sostener frecuentemente una carretera o un ferrocarril de doble vía.

    Tales líneas de comunicaciones probaron ser en Indochina el objetivo número uno de las guerrillas comunistas. Su éxito en destruirlas o en mantenerlas en un estado continuo de inseguridad le privó a las Fuerzas de la Unión Francesa casi una tercera parte de su personal de combate, sin mencionar el esfuerzo gigantesco que tuvieron que hacer las unidades de transmisiones y de ingenieros, desviadas de otras tareas, en la reconstrucción de las carreteras y líneas telegráficas.

    Sin embargo, los ataques de las guerrillas no estaban limitados a las carreteras en sí sino que también incluían a los convoyes que traficaban en éstas. Las emboscadas se llevaban a cabo generalmente en trechos abiertos escondiéndose tras arbustos o setos, vivos, o en una pagoda antigua. (Véase el cuadro 4).

    Las minas actuadas por soldados escondidos fueron empleadas para destruir al vehículo delantero, inmovilizando así al resto del convoy. El vehículo de retaguardia era puesto fuera de acción de igual manera o destruido mediante el fuego de bazuca o de mortero. Una vez el convoy es inmovilizado, el escenario está preparado para el ataque general.

    De acuerdo a la práctica norteamericana en un caso de tal naturaleza —la cual también fue la práctica francesa durante las etapas primeras de la guerra— las unidades escolta del convoy se desmontaban y se ocultaban en la zanja de la carretera opuesta a la aparente línea de fuego enemiga.

    En Vietnam tal procedimiento conducía a la unidad desmontada hacia un terreno que estaba o minado o fuertemente obstaculizado con abrojos de un modelo tosco pero muy eficaz (véase el cuadro 5) y también expuesto a fuego enemigo desde una base secundaria. Si sobrevenía el pánico, el convoy podía ser considerado por lo general como una pérdida total.

    Se convirtió en una práctica normal francesa ocultarse encima de los diques debajo de los mismos vehículos y concentrar el fuego de las armas de acompañamiento del convoy sobre objetivos enemigos principales mientras se pedía auxilio.

    El apoyo aéreo en tales casos probó ser particularmente eficaz, ya que el enemigo estaba desplegado generalmente en una zona-objetivo claramente definida. El contraatacar una emboscada comunista con las fuerzas de infantería del mismo convoy era considerado muy costoso y de muy poco valor ya que cada dique proveía una posición de abrigo natural para las tropas enemigas que se estaban retirando.

    Cuando las condiciones del tiempo eran buenas, los helicópteros y los aviones ligeros como exploradores de convoy probaron ser eficaces en frustrar las emboscadas; sin embargo, esto era solamente posible en vista del hecho de que el enemigo no tenía fuerza aérea propia y, hasta Dien Bien Phu, no se creyó que poseía una artillería antiaérea eficaz.

    La guerra de colinas y de montaña fue practicada extensamente por las unidades comunistas en las zonas tribales de Thai y en Laos. El terreno más adecuado para tales operaciones es aquel cubierto con hierba de elefante de 1.8 metros de alto.

    Como en el caso de la guerra en la selva, las unidades tenían que progresar en columna de a uno haciéndoles imposible concentrar su fuego sobre un enemigo que solamente se encontraba a unos cuantos metros de distancia.

    En tal terreno, el reconocimiento aéreo era casi inútil, a menos que la aeronave revoloteara al nivel de la hierba prácticamente en cuyo caso era extremadamente vulnerable hasta del fuego de las armas portátiles. La contramedida acostumbrada contra ese tipo de emboscada era evitar los caminos asendereados dondequiera que fuese posible, y tener exploradores desplegados a ambos lados de la columna.

    Sin embargo, sólo las columnas grandes tienen el personal necesario para hacer tal cosa, y va que los exploradores luego tienen que abrirse su propio camino a través de los matorrales, el riesgo de perderlos gradualmente puede pesar más que aquel de progresar todos en un cuerpo.

    El mejor método parece ser separar la columna en varios elementos suficientemente separados para que sea improbable que todos caigan juntos en una emboscada, pero todavía lo suficientemente cerca uno de otro a fin de que se puedan apoyar mutuamente en caso de un ataque contra uno de los elementos de la columna.

    La guerra en la selva en Indochina siguió los mismos patrones con los que las fuerzas norteamericanas se habían familiarizado en Birmania y el Pacífico durante la II Guerra Mundial. Tal vez puede ser provechoso recalcar aquí de nuevo la enorme ineficacia de la potencia aérea de combate en este tipo de operación.

    Las 4 divisiones del VPA operando en la zona de Dien Bien Phu eran abastecidas diariamente a través de carreteras taladas en la selva por miles de trabajadores forzados comunistas a una distancia de más de 480 kilómetros probablemente con más de 100 toneladas de municiones y alimentos.

    A pesar de la supremacía aérea francesa, las fotografías del reconocimiento aéreo francés tomadas durante toda la guerra en Indochina relatan una historia elocuente de la capacidad del sistema logístico comunista para cambiar rápidamente de convoyes de camiones a hordas de portadores humanos.

    Cuando tres divisiones regulares del VPA atacaron a través de 320 kilómetros de selva en menos de 15 días en enero de 1954 y dividieron a Indochina en dos por casi dos semanas, efectuaron tal ataque sin usar un solo vehículo de motor, pero fueron apoyadas por una arteria logística de peones chinos extendiéndose todo el camino desde la frontera de Thai hasta las colinas de China Meridional.

    Citando las palabras de un oficial francés:

    Ni aun una bomba atómica nos pudo haber ayudado; suponiendo que ésta hubiese hecho blanco en uno de los caminos usados por los peones chinos, ellos hubiesen evadido meramente el lugar de la explosión y se hubieran talado un camino nuevo a través de la selva.

    Sin embargo, el tipo de guerra de guerrillas político-militar empleado por los comunistas dentro de la posición principal de la Unión Francesa, el Delta del Río Rojo, probó ser la operación que, más que Dien Bien Phu, agobió el esfuerzo de guerra francés en Indochina. Como el autor ha declarado en otra parte:

    Las guarniciones francesas en el delta, privadas de sus mejores tropas por motivo de Dien Bien Phu, ahora tuvieron que hacerle frente a la realidad brutal que su alto mando había rehusado afrontar por los últimos 5 años; el hecho de que era el adversario quien tenía el control eficaz de la mayor parte del Delta del Río Rojo.

    Los cuadros 6 y 7 representan claramente lo que se quiere decir por esta declaración. El cuadro 6 demuestra en negro las zonas dentro del delta que los franceses reconocieron que estaban, un año antes de Dien Bien Phu, controladas por los comunistas en el sentido militar, aunque otras zonas grandes fueron reconocidas como seguras solamente durante el día. El cuadro 7 fue hecho por el autor después de una investigación cuidadosa en la misma zona y al mismo tiempo que ocurrieron los hechos, apoyada por entrevistas de oficiales franceses y funcionarios civiles vietnameses locales.

    Todos concordaron que la zona realmente bajo el control administrativo de los comunistas, esto es, la zona donde ellos cobraban los impuestos, administraban el gobierno de la aldea, y adoctrinaban a los niños en las escuelas, era mucho más grande que el alcance del control militar del VPA. Vale la pena notar que precisamente la zona meridional del Delta del Río Rojo, la cual ya había sido infiltrada fuertemente en 1953, fue la primera en ser evacuada por los franceses cuando, después de la caída de Dien Bien Phu, comenzaron a retirarse hacia la ruta vital de Hanoi-Haiphong con alrededor de 20.000 a 100.000 guerrillas comunistas encima de ellos, saboteando sus líneas de abastecimientos y atacando sus convoyes.

    Para aquel entonces los franceses dentro del delta se encontraban, de acuerdo a un oficial francés, como migajas de pan dentro de la sopa, y el combate degeneró en una serie de Dien Bien Phu pequeños a medida que las guarniciones francesas se abrían paso desesperadamente de trampa en trampa en un esfuerzo por mantener abiertas sus líneas de comunicaciones.

    En otras palabras, la guerra de guerrillas eficaz detrás de las líneas de la Unión Francesa ya había inclinado la balanza de la guerra muy a favor del VPA antes de Dien Bien Phu, y aun antes del desarrollo del plan Navarre.

    Sólo pertenece intentar sacar algunas conclusiones generales del modo en que los comunistas de Vietminh combatieron su guerra contra los franceses en Indochina. Desde un punto de vista general el mando del VPA no ha desarrollado ninguna fórmula táctica particular que no hubiese sido probada en; campaña por los chinos comunistas en su lucha contra las fuerzas nacionalistas chinas del generalísimo Chiang Kai-Shek.

    Sin embargo, ellos han adaptado con éxito aquellos principios generales a condiciones locales y se han aprovechado muy bien de su debilidad básica en equipo pesado simplemente trasladando la guerra a un nivel de combate que anuló grandemente el monopolio de las armas francesas en el campo de la aviación o del blindaje. El peligro de Occidente en abandonar simplemente el campo de la guerra convencional por un énfasis indebido en las armas nucleares tiene que ser arrostrado hoy día desde Corea hasta Indochina, y desde Egipto hasta Argelia.

    La experiencia demuestra que una serie de fuegos pequeños son más difíciles de combatir que un solo fuego grande, y uno puede ser tan mortífero como el otro.

    La eficaz guerra de guerrillas detrás de las líneas de la Unión Francesa había inclinado la balanza de la guerra muy a favor del VPA antes de Dien Bien Phu, y aun antes del desabollo del plan de Navarre.

    El Plan de Navarre

    Aun cuando un artículo anterior, que apareció en la edición de octubre de 1956 de la Military Review, trató sobre la organización y tácticas de los comunistas en Indochina, esta disertación pretenderá describir brevemente las operaciones de las Fuerzas de la Unión Francesa durante el período fatal de 1953-1954 que condujo al desastre de Dien Bien Phu y al cese de fuego en Ginebra en julio de 1954.

    Brevemente expuesto, el problema confrontado a cada comandante de campaña francés en Indochina desde el comienzo de las hostilidades en 1946 era aquel de forzar a la fuerza principal de combate del enemigo a que presentara combate abierto; y de aflojar la opresión comunista sobre la mayoría del pueblo.

    El primero de estos objetivos era estrictamente militar; el segundo estaba lleno de implicaciones políticas, y por lo tanto, fuera de la esfera de control del comandante militar (excepto en los casos del mariscal De Latre de Tassigny y el general Paul Ely cuando cada uno ocupó a su vez los puestos de alto comisionado francés y comandante militar en Indochina conjuntamente).

    Hasta 1953 la base de operaciones francesas estaba muy limitada en cuanto a logística y recursos humanos para permitir una contraofensiva de gran escala de casi medio millón de hombres sobre un terreno cuatro veces el tamaño de Corea. No obstante, para 1953, gracias a la creciente ayuda norteamericana y a los refuerzos franceses, la hora era ahora considerada propicia para lanzar este ataque decisivo. El hombre seleccionado para dirigir las fuerzas de la Unión Francesa en esta operación final de la guerra era el teniente general Henri-Eugenio Navarre, recién llegado a Indochina.

    Cuando el general Navarre se hizo cargo del mando de las Fuerzas de la Unión Francesa en el Lejano Oriente el 28 de mayo de 1953, encontró lo que en las mejores circunstancias era una situación de estancamiento. Era cierto que la primera ofensiva del Ejército del Pueblo de Vietnam (VPA) hacia el interior de Laos Septentrional había sido contenida poco antes de llegar a Lunag Prabang.

    La resistencia real en Laos, pero al precio de establecer otra cabeza de etapa aérea en el Plainé de Jarres, de este modo divirtiendo otra vez valiosas tropas del Delta del Río Rojo. Navarre trajo consigo a Indochina la promesa de una aumentada ayuda norteamericana y la de nuevas tropas francesas adicionales: siete batallones de infantería, el batallón de las Naciones Unidas reforzado con tropas francesas, enviado de Corea (donde se habían terminado las hostilidades en julio de 1953), un grupo de artillería adicional, y dos batallones de ingenieros de combate.

    Además, el Ejército Nacional Vietnamés —que ya tenía más de 100.000 hombres en campaña—, luchando como un aliado de Francia, dentro de un año había de organizar el primer grupo de 19 batallones ligeros comandos (es decir, 600 hombres) con el propósito de luchar contra los comunistas en su propio terreno, a ser seguido por 35 batallones comandos adicionales dentro del próximo año económico.

    Mientras tanto, varios subsectores habían sido trasladados al mando vietnamés, a fin de crear una reserva móvil con las tropas francesas de este modo relevadas de servicio en las posiciones fijas en miles de casamatas de la Línea de Lattre.

    Nunca se había publicado un programa oficial conocido como el Plan de Navarre. Sin embargo, conforme a las diversas declaraciones públicas hechas cuando se inició el plan, se hizo claro su significado práctico y finalidad. De acuerdo al propio jefe de gabinete de Navarre, el coronel Revol, el Plan de Navarre había de dotar al cuerpo de ejército de combate francés de una movilidad y agresividad de las cuales carece".

    De acuerdo al secretario de Estado John Foster Dulles, otra fuente autoritaria, el Plan de Navarre fue ideado para destruir al cuerpo organizado de agresión comunista para el final de la temporada de combate de 1955, dejándoles la tarea de reducir cuidadosamente los núcleos aislados más pequeños de guerrillas a los ejércitos nacionales de Camboya, Laos y Vietnam.

    Sea lo que fuere el efecto final del Plan de Navarre, no se puede negar que las Fuerzas de la Unión Francesa mostraron la misma habilidad ofensiva que habían demostrado bajo el finado Mariscal De Lattre. En realidad, aún se puede decir que éstas demostraron demasiada actividad demasiadas veces en demasiados lugares diferentes (véase el cuadro 1); por lo tanto, quedó muy poco tiempo para que las tropas y jefes se prepararan para las operaciones de escala grande proyectadas para la última fase del Plan de Navarre.

    Los franceses todavía operaban con Groupes Móbiles (unidades de tamaño de una agrupación mixta de combate regimental) como su unidad táctica más grande, mientras que el VPA operaba con divisiones tipo chino de 10.000 hombres.

    El 17 de julio de 1953, dos batallones aerotransportados fueron lanzados en paracaídas 240 kilómetros detrás de las líneas comunistas en Lang Son, destruyendo importantes depósitos enemigos de equipo bélico proveniente de China Comunista y Rusia.

    Las tropas se retiraron airosamente a la costa donde las aguardaba una agrupación táctica naval francesa. Esto fue seguido el 28 de julio por la Operación Camargue —una tentativa de parte de los franceses de destruir una hilera de aldeas fortificadas enemigas a lo largo de la costa central vietnamesa que, en vista de las pérdidas producidas en los convoyes que pasaban por ésta, había llegado a conocerse como la "Calle sin Alegría'. Dos batallones aerotransportados, seguidos por diez batallones de infantería, tres escuadrones anfibios, dos unidades de comandos de la Armada francesa, y el suficiente apoyo aéreo trataron de acorralar por casi dos semanas el regimiento de Infantería número 95 del VTA.

    Cuando este último fue acorralado, una de sus compañías luchó hasta la muerte mientras que el resto del regimiento se desvaneció sigilosamente por el campo.

    El 8 de agosto comenzó la evacuación de 12.000 hombres inútilmente embotellados en la cabeza de esta área de Na-San, relevando, de este modo, a la fuerza de transporte aéreo francesa, sumamente sobrecargada de una de sus responsabilidades más pesadas y proporcionándole al Delta del Río Rojo, por primera vez en años, una reserva operativa para las operaciones de reducir los núcleos aislados de resistencia de guerrillas. La evacuación terminó el 11 de agosto sin ninguna intervención enemiga.

    Las operaciones antiguerrillas comenzaron ahora en escala grande dentro del Delta. El 16 de agosto se inició la Operación Tarentaise en la zona de Bui-Chu, seguida el 28 de agosto por la Operación Claude, dirigida contra el Batallón número 120 del VPA regular que estaba operando en una isla en las afueras del puerto principal de Haiphong, y el 22 de septiembre por la Operación Brochet (Pike) constituye ser la operación contraguerrilla más grande jamás emprendida dentro del Delta: no menos de 17 batallones de infantería, 6 batallones de artillería, 1 batallón de ingenieros de combate, 2 Dinassaut (grupos de lanchas de asalto navales) fueron empeñados para arrasar el regimiento de Infantería número 42 del VPA que estaba infiltrado en la provincia de Hung Yen en el centro del Delta. Después de varias luchas encarnizadas, Pike cesó el 10 de octubre; el regimiento número 42 se había desvanecido por el campo, sus armas colocadas en escondites subterráneos.

    En un esfuerzo por acentuar la presión sobre las líneas de comunicaciones de retaguardia enemigas mediante métodos similares a aquellos de los propios comunistas, varios Groupes Comandos Mixtos Autochtones (Grupos Nativos Mixtos Comandos) compuestos de cuadros franceses, comenzaron a operar detrás de las líneas enemigas. Estos, no obstante, fueron demasiado débiles para influir en el éxito de cualquiera operación en particular, pero probaron ser útiles en el reconocimiento de largo alcance.

    La operación más significativa de semejante grupo de comandos fue el lanzamiento en paracaídas de 40 miembros de la Tribu Neo cerca de Lao Kay el 4 de octubre de 1953 en una tentativa por destruir las líneas de comunicaciones del VPA en este mundo vital de entrada hacia la China Comunista. La operación fracasó, pero tan tarde como en octubre de 1955 las autoridades comunistas en Vietnam Septentrional se quejaron por la radio acerca de guerrilleros que rehusaron rendirse.

    No obstante, se hizo claro al Alto Mando Francés de que las ofensivas del Plan de Navarre hasta entonces habían fracasado en sus dos objetivos principales: la destrucción de la fuerza combatiente organizada del enemigo, y la destrucción de la amenaza de la guerrilla detrás de las líneas francesas.

    Bajo la superintendencia personal del General Navarre, el 14 de octubre se lanzó la Operación Mouette (gaviota) hacia el territorio enemigo al sur del Delta en dirección del importante centro de abastecimiento enemigo en Phu Nho Quan.

    Más de seis Groupes Móbiles reforzados por batallones anfibios y de tanques y por dos unidades de infantes de marina de la Armada Francesa, penetraron las columnas de piedra caliza de Ninh Binh en un movimiento de pinzas tratando de cerrar la 320a División de Infantería del VPA.

    Los 48° y 64° regimientos del VPA resistieron y hasta contraatacaron las fuerzas francesas sumamente superiores hasta que todos los abastecimientos y equipo bélico habían sido removidos de Phu Nho Quan.

    Contrario a los deseos de los franceses, el general comunista Giap no se dejó inducir a empeñar el grueso de sus fuerzas selectas por salvar una división. Cuando Phu Nho Quan quedó inutilizada, las fuerzas del VPA alrededor de este meramente se desvanecieron otra vez por los arrozales y colinas, y los franceses entraron a una ciudad abandonada.

    «El 7 de noviembre, volvieron al perímetro del Delta. La 320a División, aunque severamente vapuleada, era todavía una unidad de combate. Había fracasado la última tentativa de forzar a Giap hacia una decisión sobre un terreno que no era de su propia selección.

    Al general Navarre no le quedó otra cosa que empeñar al enemigo en su propia guarida, en las regiones montañosas. Tenía a su disposición dos soluciones alternativas: o atacar las bases principales en el reducido de Thai-Nguyen Tuyen-Quang (con la esperanza de quizá capturar gran parte de los abastecimientos y el gobierno central del enemigo), o colocar sus tropas sobre las rutas de invasión tradicionales hacia Laos.

    A pesar de las súplicas del general Rene Cogny, el hábil comandante del Delta del Río Rojo, y con toda probabilidad por consideraciones no militares, Navarre eligió defender a Laos. Al mismo tiempo, él esperaba convertir este punto elevado de resistencia en una carnada lo suficientemente atractiva para que Giap empeñara sus divisiones selectas contra ésta con esperanzas de ocuparla.

    La carnada seleccionada vino a ser un valle oblongo alrededor de 16 kilómetros de largo por 10 kilómetros de ancho, en el cual los japoneses habían construido un campo de aviación bastante sólido. En la época antes de la ocupación francesa, la pequeña ciudad en medio del valle estaba cerca de la frontera china y, por lo tanto, fue llamada la Sede de la Prefectura Fronteriza, o en chino, Diem Bien Phu.

    La Trampa

    Contrario a lo que se haya afirmado en otras fuentes, Diem Phu nunca fue concebida como una incursión aerotransportada en grande escala. Su entera misión desde el comienzo era el convertirse en una picadora de carne para el grueso de la fuerza de combate comunista lejos del vital Delta del Río Rojo, mientras que el Mando Francés concentraba el resto de sus fuerzas a reducir los núcleos aislados de resistencia en el Delta, sin ninguna intervención de las tropas regulares enemigas.

    Además, las unidades de bombarderos acantonados en Diem Bien Phu podrían obstaculizar airosamente —si no estrangular completamente- la afluencia siempre creciente de abastecimientos llegando al VPA desde la China Comunista, y la fortaleza, además de proteger a Laos Septentrional, podría convertirse en una áncora para las unidades de incursión francesas operando detrás de las líneas.

    La Operación Castor —el nombre en clave para el ataque de Diem Bien Phu— comenzó el 20 de noviembre de 1953 al lanzarse sobre el valle tres batallones paracaidistas. Aun cuando la operación fue de por sí una sorpresa táctica, una unidad de morteros comunista y varias compañías y fusileros, adiestrándose en la zona de lanzamiento en el momento del aterrizaje, infligieron pérdidas a la fuerzas paracaidistas antes de retirarse hacia el círculo de colinas cercano.

    Así es que el primer objetivo de destruir las fuerzas enemigas en la vecindad inmediata de Diem Bien Phu nunca fue logrado. Considerando el número de tropas disponibles para la operación (siete batallones paracaidistas, tres batallones del Norte de África, un batallón vietnamés y dos batallones de la tribu Thai, un batallón de ingenieros de combate, una compañía de camiones, diez tanques ligeros, dos grupos de artillería de obuses de 75 mm. y 105 mm. y cuatro obuses medianos de 155 mm.), el tamaño del valle prohibió la ocupación del terreno alto que rodeaba la fortaleza y su inclusión en el perímetro de defensa. Por lo tanto, todas las preparaciones francesas presumiblemente se tuvieron que hacer a plena vista de los grupos de reconocimientos comunistas.

    No obstante, el principal mal cálculo de la operación de Diem Bien Phu parece haber ocurrido en los estudios del servicio de información francés, que inicialmente le atribuyeron al enemigo una artillería constante de 40 a 50 obuses medianos capaces de disparar 25.000 tiros. Sin embargo, éstos aparentemente calificados a Giap en términos de su ataque de 2 años atrás contra la cabeza de etapa aérea de Na-San y no le atribuyeron ningún progreso al VPA y a sus defensores chinos comunistas ahora exentos del gasto ocasionado por el conflicto coreano.

    Como sucedió, la artillería de Giap empleó alrededor de 240 a 350 cañones, incluyendo lanzacohetes soviéticos, y disparó aproximadamente 350.000 tiros, mientras que la fortaleza (inicialmente abastecida con víveres para 13 días y con munición y combustible para menos de 10 días) tuvo que emplear su munición económicamente al confrontarse con pérdidas constantemente crecientes de tonelaje lanzado por aire que caía en manos enemigas a medida que el perímetro de defensa se encogía en diámetro a menos de unos cuantos cientos de metros.

    Recientemente una comisión de generales realizó una investigación respecto a las causas del desastre en Diem Bien Phu. Los resultados están aún clasificados, pero allá para el 9 de junio de 1954, el general Pierre Koenig, entonces ministro de Defensa francés, expuso que:

    En realidad desde el comienzo, la artillería enemiga dominó la nuestra...Lo mismo sucedió con la artillería antiaérea (del VPA) que inmediatamente probó ser muy eficaz. Bajo tales condiciones el drama comenzó al iniciarse la batalla...

    No obstante, el drama de Diem Bien Phu sólo era una escena relativamente más espectacular de un drama que ahora se desempeñaba por toda Indochina en una escala mucho más grande: la contraofensiva general prometida por tanto tiempo por el General Vo Nguyen Giap.

    La contraofensiva general comunista

    Desde su primer ataque sobre Laos Septentrional, en el verano de 1953, Giap había retenido un cuerpo de ejército de alrededor de 4 divisiones en las montañas Thai y la parte septentrional de Vietnam central casi equidistante del Delta del Río Rojo y Luang Prabang. Durante toda 3a estación lluviosa de 1953 (mayo a octubre), Giap airosamente evitó empeñar su fuerza principal mientras que Navarre inútilmente procuró desorganizar el horario u orden de batalla comunistas. En diciembre Giap estaba listo.

    El 101° Regimiento de la 325a División de Infantería y el 66° Regimiento de la 304a División de Infantería del VPA atravesaron la cabeza de montañas Anamitas, barriendo en su avance con el Groupe Mobile número 2 que había sido enviado precipitadamente fuera de Hué a afrontar la nueva amenaza y cuyos remanentes vapuleados ahora retrocedieron hacia el alto de las montañas mirando hacia Laos hasta el campo de aviación no fortificado de Seno.

    Una vez más Navarre tuvo que dispersar sus reservas ya débilmente extendidas. Al estilo probado de Na-San, el Plaine des Jarres, y Diem Bien Phu, otra cabeza de etapa aérea fortificada fue creada precipitadamente alrededor de Seno, y un Agrupamiento Operativo de Laos Mediano independiente fue activado el Día de Navidad de 1953: tres batallones paracaidistas de la reserva general —incluyendo dos batallones vietnameses que dieron muy buena cuenta de sí mismos—, partes del Groupe Mobile número 2, todo el Groupe Mobile número 1 y, pocos días más tarde, el Groupe Mobile número 51, además de varios componentes aéreos y de abastecimiento, estaban concentrados 540 kilómetros de los principales frentes de batalla del Delta del Río Rojo y Diem Bien Phu.

    El 25 de diciembre de 1953, los comunistas llegaron hasta la frontera de Thai en Thakkek en el Río Mekong —la vital ruta terrestre hacia Laos Septentrional fue cortada e Indochina partido en dos. Mientras tanto el 60° Regimiento del VPA atravesó directamente las montañas (véase el cuadro 1) y aplastó uno por uno los puestos más pequeños franceses ubicados esporádicamente a lo largo de la carretera desde Vietnam hasta Seno. El Groupe Mobile 51, enviado al rescate, cayó en una mala emboscada tipo selva y su batallón delantero fue práctica-mente aniquilado el 24 de enero de 1954, perdiendo todos sus vehículos.

    Dos de los batallones de tropas paracaidistas de la cabeza de etapa aérea en Seno, como resultado de una lucha tenaz en Hine Siu, salvaron a Seno de un ataque directo, pero las fuerzas principales de Giap en Laos Meridional sobrepasaron la posición ya bien fortificada y se desvanecieron entre la selva sólo para reaparecer 20 días más tarde casi a 320 kilómetros más hacia el sui de Camboya septentrional que hasta ahora había sido pacífica, mientras que otra operación de pinzas desde la costa de Aman atacó súbitamente los puestos ligeramente defendidos de la Meseta de Moi.

    En Laos septentrional la situación también había operado críticamente. Toda la 316a División de Infantería del VPA, después de haber ocupado la cabeza de etapa aérea de Lai Chu a 83 kilómetros de Dien Bien Phu, ahora marchó de nuevo contra Luang Prabang en cuatro columnas independientes, destruyendo las pequeñas guarniciones de Muong Mguoi y Muong Khoua, donde el año anterior una guarnición pequeña de nativos de Laos bajo un capitán francés había luchado hasta la muerte a fin de dilatar la embestida comunista sobre Luang Prabang.

    Esta vez el 2° regimiento de nativos de Laos y el.2° Batallón del 3er. Regimiento de la Legión Extranjera Francesa cubrición la retirada de las guarniciones pequeñas hacia el nuevo perímetro de defensa alrededor de Luang Prabang, casi siendo destruidas en la acción. El 13 de febrero de 1954, Navarre envió por aire hacia el interior de Luang Prabang cinco batallones adicionales, incluyendo un batallón paracaidista, dispersando aún más sus fuerzas y agregándole otro peso devastador a la ya sobrecargada infraestructura aérea. Cinco batallones adicionales fueron divertidos a Muong Sal, cubriendo las aproximaciones septentrionales hacia la ciudad.

    Así Giap con todo éxito había forzado a Navarre a que arrojara sus reservas móviles, laboriosamente reunidas, hacia las cuatro esquinas de Indochina persiguiendo una decisión mediante una sola batalla que definitivamente no era parte del patrón de guerra lidiada en Indochina. No obstante, Navarre, en su mensaje de Año Nuevo a sus tropas, declaró:

    "Habiendo perdido toda la esperanza de ganar una batalla decisiva en el Delta del Río Rojo, el Vietminh dispersa sus fuerzas... Sin embargo, en ese tipo de guerra, tenemos la ventaja de poder encontrar rápidamente nuestras fuerzas en cualquier punto esencial... Una campaña comenzada bajo tales condiciones no puede menos que volverse a nuestro favor".

    Lo que sucedió inmediatamente después no puede explicarse fácilmente en términos de estrategia militar y tiene que aguardar un análisis cuidadoso por estudiantes futuros de la historia militar: con Dien Bien Phu amenazado, Laos central invadido, Laos Septentrional bajo ataque, y el Delta del Río Rojo infiltrado como nunca, el 20 de enero de 1954 Navarre lanzó un ataque terrestre y anfibio combinado, contra Tuy-Hoa, una extensión de la costa en Vietnam central-meridional que desde 1945 había estado bajo el dominio comunista y no le era útil militarmente a nadie.

    La operación Atlante —como fue llamada— divirtió 15.000 tropas adicionales y, después de los éxitos iniciales en las zonas de lanzamiento, pronto se atacó en las colinas selváticas de las regiones interiores sin caminos. La hora ya era propicia para el último asalto de Giap.

    Dentro de una semana después de comenzar la Operación Atlante, Giap suspendió el ataque de la 316a División contra Laos Septentrional y concentró el grueso de las 304a, 308a y 312a Divisiones de la Infantería y toda la 35a División pesada alrededor de Dien Bien Phu. El ataque de Giap fue iniciado a las 17:30 horas el 13 de marzo de 1954 por una barrera de artillería pesada sobre las dos posiciones principales en las colinas exteriores protegiendo el reducto central, las cuales fueron arrasadas 48 horas más tarde, después de varios ataques por "mares de hombres".

    Según la edición del 12 de mayo de 1956 del París Match, un semanario conservador francés, el informe sometido por la comisión militar de investigación francesa declara que el general De Castries había cometido un error grave al no tratar de sostener a toda costa las dos posiciones en las colinas. También ha sido expuesto que la misión de sostener una fortaleza se le debía haber delegado a un oficial de artillería o ingeniería en lugar de a un soldado de caballería como lo era De Castries.

    Se hicieron tentativas para formar una fuerza de enlace en Laos Septentrional a fin de salvar la fortaleza perdida. Bajo el nombre en clave de Jura y Cóndor, alrededor de 5.000 hombres fueron reunidos bajo los coroneles De Crévecoeur y Doddard, pero finalmente se abandonó la tentativa por la buena razón de1 que simplemente no sobraron suficientes reservas para proporcionarle el efecto necesario a la columna y darle por lo menos igual oportunidad de supervivencia contra las 40.000 tropas comunistas concentradas alrededor de Dien Bien Phu.

    Además, el problema logístico de abastecer por aire una fuerza móvil de 12.000 hombres durante un período de varias semanas además de abastecer a Dien Bien Phu con las 200 toneladas diarias que necesitaba, simplemente era insuperable bajo las condiciones que prevalecían entonces, especialmente cuando el tiempo de los monzones restringía considerablemente las actividades aéreas por toda la zona.

    El Fin

    El desastre resultante, aunque privó a los franceses de solo alrededor del 4 por ciento de todos sus recursos humanos militares de Indochina, probó ser un golpe iniciador. La orden del día expedida por Navarre el 9 de mayo de 1954 en la que decía que el sacrificio de Dien Bien Phu no había sido en vano, pues... había salvado a Laos Superior de la invasión y preservado el Delta (del Río Rojo), no es muy convincente, pues el Delta del Río Rojo ya completamente minado por guerrillas comunistas e infiltrado por tropas regulares del VPA, ya había comenzado a derrumbarse aun antes de que llegaran de Dien Bien Phu las divisiones victoriosas del VPA.

    El general Paul Ely, el nuevo comandante francés quien había reemplazado a Navarre, ahora tenía que hacerle frente en la zona del Delta a casi 100.000 tropas regulares comunistas y a un número igual de guerrillas, teniendo a su disposición menos de 80.000 tropas. Y entre las Fuerzas de la Unión Francesa ciertas unidades vietnamesas, viendo las señales de la marea, comenzaron a desintegrarse.

    La operación Anvergue, la última de la guerra en Indochina, comenzó el 30 de junio de 1954: dos Groupes Mobiles blindados y dos Groupes Mobiles motorizados cubrieron la retirada de todas las fuerzas francesas en la parte meridional del Delta hacia una línea acortada al sur de la carretera Hanoi-Haiphong, donde la conservación de las comunicaciones se había convertido en lucha diaria entre las fuerzas blindadas francesas y las hordas de infantería comunistas armadas ahora con armas sin acción de retroceso modernas.

    Las hostilidades terminaron el 21 de julio de 1954 después de haberse negociado en Ginebra un cese de fuego, dándole a la República Democrática de Vietnam el control de todo Vietnam al norte del Paralelo 17 (véase el Cuadro 2). Los ocho años de guerra les habían costado a los franceses alrededor de $10.000.000.000 (además de $1.100.000.000 en ayuda norteamericana dada antes del cese de fuego), y 106.000 muertos o desaparecidos, incluyendo tres generales y otros 2.000 oficiales.

    Conclusión

    1. Como el general Gavin expuso una vez: "La movilidad que no resulta en la concentración para la batalla es absolutamente inútil". Esto quizá sea una de las lecciones principales derivadas de las tácticas francesas en Indochina durante el último año de la guerra. Contrario a los años anteriores cuando prevalecía una "pared psicológica", nadie puede acusar a Navarre de inmovilidad. Sin embargo, lo sensato de su empleo de la movilidad está abierto a serio debate.

    2. Como resultado, aunque las Fuerzas de la Unión Francesa generalmente eran numéricamente superiores al enemigo, eran numéricamente inferiores al enemigo en cualquier punto dado de ataque. En toda justicia debemos añadir que el VPA pudo permitirse el empleo de cientos de miles de trabajadores forzados mientras que los franceses tuvieron que emplear tropas de campaña.

    3. La guerra de Indochina una vez más había confirmado el conflicto coreano siendo, en todo respecto, otro ejemplo— la utilidad limitada de la superioridad aérea en guerra envolviendo zonas no desarrolladas. El general L.M. Chassin, antiguo Comandante General de la Fuerza Aérea Francesa en el Lejano Oriente, le dio bastante consideración al problema en su libro reciente, Aviation Indochine:

    Los comunistas están bien colocados para lanzar pequeñas guerras concentradas tanto en Asia como en África. Ellos recobrarían otra vez todas sus oportunidades para la victoria si no tomáramos contramedidas eficaces.

    De este modo, ellos podrían conquistar poco a poco todo el sureste de Asia y gran parte de África.

    Chassin afirma que semejantes guerras —y las operaciones comunistas en Indochina corroboran su opinión— no pueden ser ganadas por arsenales atómicos. El Occidente hoy día, al tratar de depender más y más de las armas no convencionales, se expone al peligro de encontrarse en una posición donde técnicamente no será capaz de afrontar airosamente un enemigo cuyas hordas de tropas terrestres avanzan en una sola fila por las sendas de la selva, abastecidas por enjambres de porteros de los depósitos y fábricas de armas instaladas en las cuevas de las montañas.

    4. La importancia de la acción política y social sobre el pueblo civil, tanto en el hogar como en la zona, de combate, no se puede recalcar lo suficiente. En el hogar —y aquí, los franceses respecto a Indochina fracasaron a un grado mayor que los norteamericanos respecto a Corea— el objetivo de una "guerra limitada semejante debe aclararse a fin de obtener el apoyo moral y material necesario para proveer el ejército combatiente de todo cuanto necesita en términos de recursos humanos y equipo. En la zona de combate la fuerza occidental siempre será el extranjero" (a veces bienvenido, a veces no), mientras que el adversario estará en su propio terreno patrio.

    Un concienzudo programa de guerra sicológica en unión a mejoramientos eficaces (buenos programas de gobierno local, higiene pública, y reformas agrícolas) deben proporcionarle al pueblo local una razón para declararse verdaderamente al lado occidental sin sentir que han traicionado sus propios intereses nacionales.

    En Vietnam muchos de los nacionalistas anticomunistas creían que una victoria francesa meramente significaría una continuación de la influencia colonial francesa, mientras que una victoria comunista, no importa a qué costo de sus libertades personales, suscitaría algún tipo

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