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Victoria Y Sus Ángeles: Una Historia De Vida
Victoria Y Sus Ángeles: Una Historia De Vida
Victoria Y Sus Ángeles: Una Historia De Vida
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Victoria Y Sus Ángeles: Una Historia De Vida

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About this ebook

Victoria, hermosa y extraordinaria madre de una familia que, a pesar de las dificultades para alcanzar los objetivos que se ha propuesto y de la adversidad que parece una estigma, ha sido testimonio de unidad, lucha y amor a Dios.
El lector encontrar este testimonio en muchos de los pasajes del libro, en la insistencia de Victoria y Miguel ngel, su esposo, para lograr que se realizara el primero de los tres trasplantes de rin en Patricia, la quinta de sus hijas que desde los tres aos de edad es declarada con insuficiencia renal; otra muestra de este testimonio se ve en el trabajo apostlico dentro del Movimiento Familiar Cristiano a pesar de la crtica de la familia extensa por la falta de atencin para sus hijos y de los mltiples sacrificios para organizar y realizar los trabajos que les eran asignados; y tambin en la vida actual de esta familia donde dos de sus hijas, Ma. De los ngeles y Patricia Raquel han muerto, dos de ellas, Viviana Andrea y Violeta Beatriz padecen esquizofrenia y los dos restantes, Susana y Miguel de Jess, han formado nuevas familias trayendo al mundo a una nieta y un nieto respectivamente, se encuentra un testimonio ms de lucha y amor.
Esta obra testimonio est dirigida a todas aquellas familias que sienten que su vida familiar es difcil y que los problemas econmicos, de salud, de trabajo y otros son muy difciles de sobrellevar y a veces parece que no podrn con ellos, a estas familias Victoria les dice que aprovechen los ngeles que Dios les ha puesto en sus vidas para avanzar hacia el amor, como ella lo ha hecho con sus propios ngeles y a travs de ellas ha encontrado una vida ms plena.
As, invitamos al lector de este libro a descubrir como desde la adversidad ms dolorosa puede llegar a una forma de vivir donde cada momento se torne en experiencias llenas de amor familiar, que es el verdadero amor de Dios.

MATD
LanguageEspañol
PublisherPalibrio
Release dateMay 24, 2011
ISBN9781617649103
Victoria Y Sus Ángeles: Una Historia De Vida

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    Victoria Y Sus Ángeles - Victoria Rita Ortíz Loyo

    title page.pdf

    Victoria Rita Ortíz Loyo

    Copyright © 2011 por Victoria Rita Ortíz Loyo.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso:   2011927047

    ISBN: Tapa Dura                978-1-6176-4909-7

    ISBN: Tapa Blanda             978-1-6176-4911-0

    ISBN: Libro Electrónico    978-1-6176-4910-3

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    344645

    CONTENTS

    PROLOGO

    AGRADECIMIENTOS

    PREAMBULO

    VICTORIA

    PATRICIA RAQUEL

    MARIA DE LOS ANGELES

    VIOLETA BEATRIZ

    VIVIANA ANDREA

    FRANCISCO JAVIER

    EL PRESENTE. FEBRERO DE 2010

    CARTA A MI HIJO MIGUEL DE JESÚS

    CARTA A MI HIJA SUSANA

    CARTA A MIS HIJAS VIVIANA Y VIOLETA

    CARTA A MI MADRE

    RECORDANDO

    PROLOGO

    En esta obra, el lector descubrirá, a una mujer que hace suya la divisa Latina de los frailes Benedictinos ¨¨ora et labora¨¨, reza y trabaja, en español. Lema que Victoria, la protagonista del libro, lleva al extremo, pues ella no se entrega a la falsamente entendida ¨resignación cristiana¨, ella lucha denodadamente para tratar de revertir las difíciles situaciones de las enfermedades de sus hijas, dos de ellas ya fallecidas y dos más con tratamiento de esquizofrenia.

    En el libro veremos a una mujer, que como señalamos al principio, saca fuerzas de su fe y roba tiempo al tiempo, para a la vez que enfrenta su dura situación familiar, aún tiene remanentes físicos y de horario, para trabajar en la Pastoral familiar de la Diócesis de Texcoco, llevando la palabra de Dios, atendiendo programas sociales y promoviendo encuentros de parejas con problemas de entendimiento matrimonial. Jornadas fatigosas, y aún, mal entendidas, por familiares y amigos cercanos: ¡Como es posible que con tantos problemas en casa, quiera arreglar la vida de otras personas ¡

    Victoria, va a contracorriente de esa clase de personas que, ¡hay ¡ todavía existen entre nuestras comunidades católicas, que todo lo dejan en manos de la Divina Providencia, y piensan que solo con rezos y estar y estar dentro de la parroquia el más tiempo posible, arreglaran sus diferentes situaciones difíciles que las aquejan.

    Para Victoria, es mejor decir ¨¨A Dios rogando y tu esfuerzo dando¨¨, Ayudate que Yo te ayudaré. En el libro, sin caer en falsos sentimentalismos lacrimogenos, se nos exponen por ejemplo, ¡ las tres operaciones de cambio de riñón! Por las que tuvo que pasar Paty, su hija, dos de esos riñones, donados por la propia Victoria, y Miguel papá de Patricia, todo un record, ya registrado en los anales de la medicina mexicana; la asistencia diaria a los hospitales, la hasta cierto punto disfunción familiar, por todos los problemas que la rodean, pero siempre presentes las fuerzas y el deseo de mejorar su situación personal y la de sus hijas, por más difíciles que se presenten los acontecimientos.

    Lector, tienes pues en tus manos, una obra que da testimonio de la fortaleza que puede tener el ser humano, fortaleza que se adquiere, si tenemos el deseo de cambiar nuestras situaciones difíciles, de salud, de economía, etc. Con fe y trabajo, como nos lo demuestra, esta mujer, comprometida activamente entre los miembros del M F C, Movimiento Familiar Cristiano.

    Rafael Ortiz Loyo.

    Victoria y sus ángeles, es la historia de fe de una extraordinaria mujer que ha dado todo por el amor a sus hijas. La narración de Victoria, es el testimonio de la vida cotidiana de una familia confrontada con la enfermedad y la salud. Al mismo tiempo es un espejo en el que muchas otras familias pueden ver reflejada su biografía.

    El texto permite conocer los sentimientos y emociones de personajes de carne y hueso. El libro aún sin ser una novela, logra transmitir al lector un abanico de sensaciones al que se enfrenta cualquier ciudadano de a pie, haciendo recordar situaciones semejantes o parecidas, en que la vida pone encrucijadas y situaciones donde todo parece perdido, acabado. Sin embargo las experiencias relatadas son al mismo tiempo triunfos ganados por el empeño y la lucha por salir avante ante el desconsuelo.

    La historia de vida, es una luz en el camino para reflexionar la vida personal de quien tenga la posibilidad de leerlo. Victoria como su nombre lo indica es una victoria ante la vida.

    Claudia Alvarez Pérez

    Maestra en Historia y Etnohistoria

    Escuela Nacional de Antropología e Historia

    AGRADECIMIENTOS

    Con todo mi amor y respeto a mi amado esposo Miguel Ángel, quien siempre ha estado atento a las necesidades de nuestra familia y comparte conmigo dolor y alegría.

    A mis hijas y a mi hijo: Susana, Ángeles+, Viviana, Violeta, Paty+ y Miguel de Jesús; quienes han inspirado mi vida para seguir adelante y son la razón de mi existencia.

    A mis padres, Jesús+ y Ana a quienes respeto y amo profundamente.

    A todos mis hermanos: Guadalupe, Socorro, Francisco, Rafael, Eduardo, Margarita, Soledad, Rosalia, Alejandra, Elena, Julio, Daniel, José Luís y José Antonio, que han dado parte de su vida y de su tiempo para apoyarnos en los momentos difíciles y en el cuidado de nuestras hijas.

    A mis queridas cuñadas y cuñados quienes respetan y quieren a mis hijos. A mis sobrinos, que aceptan y conviven con mis hijas aún en las situaciones más difíciles; muy en especial Saúl, David, Alma, Ana María, Tania, Ursula, Bruno, Gretel, Mayra, Ramón, Gema, Dalia y Alberto.

    A mis grandes amigos del Movimiento Familiar Cristiano, que vivieron con nosotros día con día toda la problemática de salud que mis hijas padecían.

    Al Movimiento Familiar Cristiano en general, por ser una excelente escuela para padres, ya que a través de las experiencias de muchos otros matrimonios que compartieron con nosotros toda su sabiduría, aprendí a darle el valor a las cosas, a las personas y a todos los sucesos que transcurrieron por mí caminar en esta vida.

    A DIOS, EL GRAN AMOR DE MI VIDA, POR QUIEN VIVO Y EXISTO. AGRADEZCO PROFUNDAMENTE LA FORTALEZA QUE ME DIO PARA SALIR ADELANTE Y SENSIBILIZARME ANTE EL DOLOR DE MIS HIJOS Y DE LAS PERSONAS QUE SUFREN A MI ALREDEDOR.

    PREAMBULO

    Mi deseo al escribir este libro es el ayudar a las familias que se encuentran en situaciones similares, con hijos enfermos; apoyarlos en la lucha y el deseo que se da por sacar adelante a la familia aún con las carencias que se tienen tanto económicas como de conocimiento sobre las enfermedades. Así mismo, pretendo reflexionar sobre el conflicto familiar que se produce y los estragos que causa cuando no hay un apoyo entre la pareja o por parte de las familias paterna y materna; también por supuesto, de la importancia de las amistades en los momentos difíciles.

    Muchas veces pensamos que somos los únicos que traemos esta carga o que es más grande que la de los demás; creemos que Dios nos ha castigado de esa forma sin que nos lo merezcamos, todos los demás tal vez sí pero nosotros no. Pensamos que llevamos una vida más o menos correcta y no es posible que Él nos haga esto a nosotros, habiendo tanta gente malvada como asesinos, drogadictos y rateros que no se tocan el corazón para hacerle daño a los demás y ellos son los que deberían sufrir y no nosotros; también pensamos que sería mejor que se murieran los ancianos que ya vivieron mucho y ya no sirven para nada o se vuelven un estorbo para sus familias, nos lamentamos porque somos nosotros los que tenemos que pasar por todo esto. Desgraciadamente todos estos pensamientos pasan por nuestra cabeza y aunque muchas veces los rechazamos, otras veces quisiéramos que fuera así, nos sentimos con mucha ira por lo que nos está sucediendo y hacemos blanco de nuestro enojo y coraje a todas estas personas que no tienen la culpa, ni conocimiento de lo que nos está pasando.

    En este libro relato como fuimos catalogados por médicos, enfermeras, trabajadores sociales, amistades, familiares y en sí, toda la comunidad que nos rodea. Escribo como es que nos etiquetaron los maestros de nuestros hijos a los cuales se les comentaba la situación en la que nos encontrábamos, ya que muchas veces no podíamos asistir a juntas, ni a firmas de boletas porque alguna de nuestras hijas se encontraba internada; hago mención de las obligaciones—que decían los médicos-, teníamos como padres para estar al tanto de nuestros enfermos, independientemente de otras actividades que tuviéramos y/o las necesidades que apelaran los otros hijos que se quedaban en casa.

    Es triste mencionar que aunque nunca fue nuestra intención como Padres dejar de lado a ninguno de nuestros hijos la misma situación de enfermedad que se iba presentando nos dificultaba la atención necesaria en cada uno de ellos, circunstancia que en muchas de las ocasiones los profesores, amigos y familiares la catalogaban como abandono, sin saber o tomar en cuenta la situación tan singular por la que atravesábamos; este era un término bastante fuerte y que nos afectaba mucho a nosotros y a nuestros hijos. Además, también estaban presentes las etiquetas más comunes, aquellas que hacen tanto daño psicológico y que ciertamente nadie quisiera llevarlas puestas, tales como: son una familia disfuncional, una familia desintegrada, una familia multiproblemática, una pobre familia.

    Considero que a nadie o al menos a nosotros como familia no nos gusta este tipo de apelativos, ya que hemos hecho un gran esfuerzo por dejar ante los ojos de Dios y de la sociedad donde vivimos lo mejor de nosotros y que nuestros hijos sigan nuestro ejemplo respecto al servicio y amor al prójimo.

    ¿Qué exactamente querían decir de nosotros con estas denominaciones? no lo sé, pero si sé que yo experimentaba mucho enojo cuando alguien nos lo decía sin tener conocimiento de la situación a la que nos estábamos enfrentando. Es muy común el juzgar a los demás sin tener antecedentes de la problemática que se afronta, juzgamos sin fijarnos en el daño que causamos cuando hacemos comentarios de otras personas y este comentario se va extendiendo cada vez con más gente conocida; así nos pasaba a nosotros en la escuela donde acudían nuestros hijos, con algunas amistades y también familiares que no querían abrir los ojos para ver lo que nos sucedía.

    Sin embargo, todo el sufrimiento, desengaño y muchas veces desesperanza por la situación que atravesamos todos y cada uno de nuestra familia sirvió para que lográramos aprender a tener una vida más digna, aún con el tipo de enfermedades que aún están presentes. Recuerdo como en muchas ocasiones algunos médicos nos daban un veredicto bastante triste y difícil de aceptar, pero también, no se me olvida que muchos otros médicos pusieron en juego sus conocimientos y se convirtió en un reto, buscando opciones en los medicamentos y terapias para sanarnos.

    Asimismo, son muchas las etapas por las que pasamos, primero esa lucha que se tiene como pareja al culparnos mutuamente de lo que le heredamos a nuestros hijos y que no era lo que esperábamos al formar una familia. Tolerar o mejor dicho, aprender a tolerar este tipo de vida, sobre todo cuando vemos que los demás viven felices y sin problemas, en ocasiones llegando a envidiar la aparente paz y tranquilidad con la que otras familias viven. Pero hay que ver la oportunidad que tenemos cuando existen complicaciones como las que se nos presentaron, nosotros buscamos adaptarnos para hacer un cambio en nuestras vidas, unirnos y luchar juntos, cada uno haciendo uso de sus propios elementos y a la vez complementándonos.

    Por otro lado, esa lucha que se tiene al enfrentarse al monstruo institucional; no olvido como me enfrentaba a éste, primero yo sola y después con el apoyo de mi esposo para obtener la atención que mis hijas necesitaban y se merecían, tanto atención médica como administrativa. Es muy común que las instituciones de atención médica pública terminen por comerse a los pacientes cuando éstos no son capaces de luchar por sus derechos, situación que se da por ignorancia o porque no se tiene la fuerza suficiente pues la salud está muy deteriorada; aguantando malos tratos por muchos de los servidores públicos tanto enfermeras, médicos, farmacéuticos, personal en general y por supuesto, mención aparte, la mayoría de las recepcionistas quienes son las que regularmente atienden al paciente antes que el médico, es el primer verdugo por el que uno tiene que pasar.

    La atención médica se da por niveles, hay clínicas de medicina general en las cuales, cuando hay problemas de salud que no pueden ser atendidos, se envía al paciente a un hospital de especialidades, y cuando el problema de salud del paciente rebasa las posibilidades de atención, es trasladado a un hospital de tercer nivel, donde se tienen todos los elementos necesarios, laboratorios, instrumentos y lugar de hospitalización con médicos especialistas en las diferentes áreas de la medicina. Los médicos que atienden en este nivel, son personas muy aptas para desarrollar la especialidad que tienen y la atención al paciente es excelente.

    Lo malo en estos medios y me refiero a hospitales de segundo y tercer nivel, es la gran falta de medicamentos y no sólo aquellos del cuadro básico, sino muchos otros que requieren los pacientes; entonces, somos nosotros quienes los compramos para dar continuidad al tratamiento. Las autoridades a niveles de dirección exhortan constantemente al médico a que cuando mediquen no se salgan del cuadro básico existente pues no hay suficiente presupuesto en las instituciones del sector salud para medicamentos de especialidad.

    Muchas veces me preguntaba para qué dar un diagnóstico o un tratamiento si en muchas ocasiones no existía el medicamento en la farmacia y había que dar varias vueltas a ésta para recibir la misma información no hay medicamento, no lo han surtido, no lo hay en los laboratorios o incluso decían que ya salió del cuadro básico y no hay posibilidades de comprarlo; así iniciaba la lucha para conseguirlo en los diferentes hospitales, pasar una y otra vez con el responsable de la administración para que se compadeciera de mi y me lo proporcionara y cuando esto no funcionaba, entonces comprarlo, hubiera o no el dinero para hacerlo. Claro que no sólo era eso, algunos estudios tampoco se podían realizar ahí en el hospital, pues no tenían los aparatos o estaban descompuestos y entonces mandar a hacer algún estudio fuera del hospital provocaba una serie de trámites burocráticos que a las secretarias les daba flojera realizar y terminaban mandando al familiar del paciente a realizarlo sin que ellas se tomaran la molestia ni de hablar por teléfono para sacar las citas de institución a institución. Recuerdo las horas interminables que esperaba fuera de la oficina del Director, del Subdirector Administrativo, o del Subdirector Médico para que me atendieran y escucharan en la petición de dar el trato digno a mis hijas y para que surtieran los medicamentos adecuados para el tratamiento; tenía muy claro que eran medicamentos y estudios muy caros y era por eso que me quedaba mañanas enteras suplicando muchas veces a estas autoridades que se los proporcionaran a mis hijas; sin embargo también muchas de las veces no sirvió de nada esperar y esperar pues terminaba pagando medicamentos y exámenes médicos que se necesitaban con el fin de evitar un problema mayor o de muerte.

    Es difícil pensar qué nos espera el siguiente día si no nos preparamos mental y espiritualmente aceptando lo que tenemos, lo que somos, y como todos, traemos una carga difícil pero no imposible, la cuál nos acompañara el resto de nuestras vidas y que depende de nosotros hacerla más difícil o aligerarla al saber disfrutar las maravillas que hay aquí y ahora, en el mundo que nos está tocando vivir.

    Nosotros, Miguel y Yo, gracias a la ayuda de nuestra Iglesia Católica, la Fe Cristiana y el trabajo apostólico que realizamos logramos formarnos como pareja y tener en la mayoría de los momentos difíciles esperanza en el mañana, entendimos que la hoja del árbol no se mueve sin la voluntad de Dios, que estamos aquí de paso y que cada uno de nosotros tenemos una misión que cumplir, aprendimos a ver cómo Dios hace maravillas con sus criaturas y cómo todos tenemos un tiempo en este mundo y nadie sabe si amanecerá mañana, nadie se adelanta ni se atrasa a la muerte, ésta llega en su momento justo, cuando Dios lo decide y también comprendimos que la vida no nos quita nada, solo nos libera de cosas y de situaciones difíciles.

    Así que iniciamos cambios en nuestras vidas para ser una familia diferente, no solo por la carga emocional que nos da el dolor de haber perdido a nuestra hija ÁNGELES tan joven, sino también tener a dos hijas con esquizofrenia, enfermedad que cargarían toda su vida y además que va avanzando con el paso del tiempo,

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