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Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios
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Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios

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About this ebook

Seleccionados y escogidos de las distintas predicaciones temáticas, contiene sermones para poder predicar una serie temática por un año completo sobre Jesús y los evangelios en la Biblia. Para incidir en el conocimiento y la formación bíblica de los creyentes. Predicados con el estilo y base bíblica que caracterizan las predicaciones de John MacArthur: revolucionar los corazones y vidas por medio de la palabra predicada.
LanguageEspañol
Release dateJun 1, 2017
ISBN9788416845453
Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios

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    Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios - John MacArthur

    Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios

    de

    JOHN MACARTHUR

    Índice

    Portada

    Portada interior

    I PARTE. SERMONES TEMÁTICOS SOBRE JESÚS

    01_El Siervo Menospreciado de Jehová

    02_El Siervo Sustituto. Parte 1

    03_El Siervo Sustituto. Parte 2

    04_El Siervo en Silencio. Parte 1

    05_El Siervo en Silencio. Parte 2

    06_El Siervo Soberano. Parte 1

    07_El Siervo Soberano. Parte 2

    08_Calmando la Tormenta

    09_Dominando todo poder. Parte 1

    10_Dominando todo poder. Parte 2

    11_El Poder y la Compasión de Jesús. Parte 1

    12_El Poder y la Compasión de Jesús. Parte 2

    II PARTE. SERMONES TEMÁTICOS SOBRE LOS EVANGELIOS Y LA SALVACIÓN

    13_El Glorioso Evangelio

    14_El Evangelio Satisface la Necesidad del Pecador

    15_El Evangelio Satisface las Demandas de Dios

    16_El Evangelio de la Reconciliación

    17_Una Introducción al Evangelio Soberano

    18_Una Explicación del Evangelio Soberano

    19_La Humillación del Evangelio

    20_Alabando a Dios por tu Salvación

    21_Contemplando la Incredulidad

    22_Fe salvadora dentro de la casa de Herodes

    23_El Poder Condenador de la Falsa Religión

    24_Los Muertos Escucharán a Cristo

    _Índice escritural

    _Índice temático

    John MacArthur

    Créditos

    I PARTE

    Sermones temáticos sobre Jesús

    22 de Abril, 2012

    01_El Siervo Menospreciado de Jehová

    ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

    Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

    Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

    Isaías 53:1-3

    BOSQUEJO

    — Introducción

    — ¿Cuál es el tema de este capítulo?

    — ¿Acaso la persona que es descrita aquí merecía este tipo de sufrimiento incansable?

    — ¿Acaso Dios trató de proteger al Justo que sufrió?

    — ¿Es coherente con la naturaleza justa de Dios, dejar que este Hombre sufra?

    — ¿Por qué un Hombre que es justo sufriría por los pecados de los injustos?

    — ¿Cuál es el resultado de esto?

    — ¿Por qué rechazaron a Jesucristo?

    — Primera razón: Menospreciaron Su origen

    — Segunda razón: Menospreciaron Su vida

    — Tercera razón: Menospreciaron Su fin

    SERMÓN

    Introducción

    Estamos estudiando el capítulo 53 de Isaías. Algunos consideran que este es el capítulo más grandioso en el Antiguo Testamento. No hay duda acerca del hecho de que es la profecía más detallada acerca del Mesías que el Antiguo Testamento contiene. Es un poderoso capítulo que tiene que ser considerado frase por frase, si no es que palabra por palabra, debido a su gran impacto y verdad profunda.

    Y hoy vamos a cubrir los versículos 1 al 3 y en el proceso de estudiar este capítulo. Quiero que estén tan familiarizados con él, que se convierta en parte de su vida. Esto a su vez causará que adoren al Señor de maneras que serán frescas, nuevas y ricas, y que serán una bendición para sus vidas. Pero también podrán comunicar las glorias de nuestro Salvador, que este capítulo presenta, a cualquier persona que pregunte.

    Quiero comenzar con una serie de preguntas y darles un panorama de este capítulo. Lo abordaremos a manera de introducción mediante una serie de preguntas que nos ayudará a entender el panorama general.

    ¿Cuál es el tema de este capítulo?

    El tema es sufrimiento horrendo, terrible, traumático, agonizante, doloroso y mortal. Versículo 3, varón de dolores, experimentado en quebranto. Versículo 4, llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Versículo 5, fue herido, molido, castigado, llagado. Versículo 6, Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Versículo 7, Angustiado Él, y afligido... como cordero fue llevado al matadero. Versículo 8, enfrentó cárcel y juicio, fue cortado de la tierra de los vivientes. Todo esto indica que ésta es una experiencia de sufrimiento terrible. El versículo 10 repite que fue quebrantado, sujeto a padecimiento. El versículo 11 habla de la angustia de Su sufrimiento. ¿Quién puede soportar un sufrimiento tan inmenso? Se podría decir que alguien en algún lugar merece sufrir así. Pero eso lleva a una segunda pregunta.

    ¿Acaso la persona que es descrita aquí merecía este tipo de sufrimiento incansable?

    No. El final del versículo 9 dice nunca hizo maldad, ni hubo engaño en Su boca. Y lo que está en la boca es lo que está en el corazón, porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:24; Lucas 6:45). Entonces no había maldad ni engaño en Su boca porque no había nada de esto en Su corazón. De hecho, éste que sufre es identificado en el versículo 11 como el justo. Esta es una profecía de Alguien que sufrió de manera horrenda y terrible. ¿Fue merecido el sufrimiento? No. Eso lleva a una tercera pregunta.

    ¿Acaso Dios trató de proteger al Justo que sufrió?

    La respuesta es no. El versículo 10 dice, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Es una historia asombrosa, sufrimiento sin paralelo, sufrimiento inmerecido de un Justo que sufrió desprotegido por un Dios justo. Esto nos lleva a la cuarta pregunta.

    ¿Es coherente con la naturaleza justa de Dios, dejar que este Hombre sufra?

    La respuesta es sí. Debido a lo que leímos comenzando en el versículo 5, Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Versículo 6: Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Al final del versículo 8, Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Ellos merecían el castigo. Versículo 11, llevará las iniquidades de ellos. Versículo 12, habiendo Él llevado el pecado de muchos. Él es Alguien que sufrió de manera vicaria. Él es Alguien que sufrió de manera sustitutiva. Él está sufriendo, no por Sus propios pecados, sino por los pecados de otros. Lo cual lleva a otra pregunta.

    ¿Por qué un Hombre que es justo, sufriría de una manera tan horrible, sería desprotegido por Dios, y sufriría de manera vicaria por los pecados que Él no cometió, sino por los pecados de otros?

    La respuesta es porque estaba dispuesto, porque deseó hacer eso. Sí, versículo 10, Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado. Sí, versículo 12, derramó su vida hasta la muerte. Qué asombrosa persona que sufrió tanto, que sufrió inmerecidamente, que sufrió sin la protección de un Dios justo aunque era justa, que sufrió de manera vicaria y dispuesta. ¿Por qué? Esa es la siguiente pregunta.

    ¿Cuál es el resultado de esto?

    Primero, en el versículo 11, por hacer esto, justificará mi siervo justo a muchos. Esto es, mediante Su sufrimiento Él hará a muchos justos y será exaltado. Como resultado de la aflicción de su alma, versículo 11, verá la luz (NVI). Eso es lo que significa ese versículo. Él verá luz, Él verá vida, Él quedará satisfecho. Y versículo 12, Él tendrá parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos.En otras palabras, Él será recompensado, Él será exaltado. ¿Cómo será exaltado? Bueno recordemos lo que dice Isaías 52:13, será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Versículo 15, así asombrará Él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante Él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.¿Quién es Éste? Bueno, no puede ser alguien más que ¿quién? El Señor Jesucristo. ¿Acaso el mundo no puede ver eso? Esto fue escrito aproximadamente 700 años antes de que Jesús naciera. Lo cual es suficiente evidencia de que Dios es el autor de las Escrituras porque solo Dios conoce el futuro a detalle. ¿Cómo puede el mundo no ver esto? Éste tiene que ser Jesucristo. Todos estos detalles fueron cumplidos en Él. Pero de nuevo, el mundo no tiene la Biblia, no lee la Biblia, no conoce la Biblia. Entonces cuando vamos a los gentiles, las naciones del mundo, no necesariamente esperaríamos que creyeran en Jesucristo. No conocen Isaías 53, el Antiguo Testamento, la verdad del Nuevo Testamento, la escritura del registro de Jesús.

    Pero ¿qué hay, entonces, acerca de los judíos? Ellos conocen la historia de Cristo, si no es por otra razón más que asegurarse de que todo el mundo sepa que ellos lo rechazan. Parte de ser judío en el mundo es asegurarte de ser claro en que Jesús no es el Mesías, Jesús no fue el Salvador. ¿Por qué los judíos no creen esto? ¿Cómo es que los judíos no toman Isaías 53 y lo colocan junto a los evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y dicen Éste solo puede ser Jesús?

    Uno de ellos, alguien que ama al Señor Jesús, llamado Mitch Glaser, tiene un ministerio llamado el Ministerio del pueblo escogido y ha escrito un artículo muy interesante en un libro recientemente publicado, titulado El Evangelio Según Isaías 53. Debemos reconocer que solo un 10 % de los 14 millones de judíos en el mundo son ortodoxos. Esto significa que escudriñan las Escrituras, que saben algo acerca de las Escrituras. El otro 90 % es indiferente en un grado u otro, a las Escrituras y a la interpretación cuidadosa de las mismas. Entonces lo que Mitch Glaser dice es que la mayoría de ellos no sabe nada acerca del Antiguo Testamento ni de Isaías 53.

    Además, él dice que la mayoría de ellos no cree en la profecía bíblica. No cree en el pecado. No cree en la depravación lo cual significa una pecaminosidad irreversible que es inherente al ser humano. No cree en la expiación. No cree en el sacrificio. No cree en el derramamiento de sangre para el perdón. No cree en la encarnación. No cree en el rechazo. No cree en el Nuevo Testamento. Y entonces, no cree en Jesús. Entonces cuando usted habla con el pueblo judío acerca del Señor Jesucristo, no puede asumir que ellos están familiarizados con Isaías 53. Los componentes asombrosos de este capítulo no tienen lugar en su manera de pensar. Entonces, el capítulo comienza diciendo, ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Ellos admitirían que no lo han creído.

    Es algo asombroso. El mundo está lleno de gente que no lo cree. La mayoría de las naciones no lo creen. No creen el mensaje acerca de Jesucristo. Fuera de los verdaderos cristianos, las religiones del mundo no creen el mensaje acerca de Cristo. Y qué mensaje es éste. Para los judíos que lo conocen, Pablo dijo en Romanos 10, está en tu boca, está cerca de ti. Conoces el relato. Conoces las declaraciones de Cristo pero no las crees.

    Imagínense, no creen en este mensaje, las buenas nuevas del cielo de que el amor de Dios lo ha motivado a rescatar a pecadores del infierno mediante la muerte de Su Hijo. No creen el mensaje de las buenas nuevas de que un Dios invisible ha enviado a un Salvador invisible a esta generación invisible para proveer bendiciones invisibles en un cielo invisible para ser recibida por una fe invisible. No creen las buenas nuevas de salvación y perdón para pecadores del pecado e ira y juicio. No creen las buenas nuevas de un Salvador crucificado como medio de esa salvación. No creen las buenas nuevas de que hay justicia divina disponible, mediante la cual pecadores culpables pueden estar sin temor y santos delante de Dios, envueltos en Su propia justicia. No creen las buenas nuevas de un perdón otorgado por el cielo al pecador sentenciado y encarcelado, que puede recibir ese perdón por fe en Cristo. No creen las buenas nuevas de que hay un médico que cura a todos los que vienen a Él, infalible y eternamente de todas las enfermedades del alma, y lo hace de manera libre y no rechaza a ningún paciente. No creen las buenas nuevas de que hay un festín ilimitado preparado para almas hambrientas, al cual a todos se les invita, teniendo a Cristo mismo como anfitrión y comida. No creen las buenas nuevas de un tesoro sin precio que no puede ser comprado, ya comprado y después ofrecido como un regalo, compuesto de bendiciones inagotables y gozos que nunca se acaban, tanto ahora como siempre para el que recibe el regalo. No creen las buenas nuevas de una victoria ganada por Jesucristo sobre Satanás, la muerte y el mundo, un triunfo al cual todos los que creen en Él pueden entrar y participar. No creen las buenas nuevas de paz eterna con Dios comprada por la sangre de Cristo para pecadores indignos y ofensores.

    ¿Qué mensaje es este como para no creer? Pero no lo creen. Y aquí en Isaías 53 tenemos una confesión de los judíos. Las palabras de Isaías 53 hasta el último versículo, son las palabras de una generación futura de judíos, la nación de Israel, que hará esta confesión y dirán, No lo creímos. ¿Quién lo ha creído? Muy pocos.

    Cualquiera que lo crea, judío o gentil, en cualquier punto será salvado. Pero no lo creímos. Ellos confesarán eso. Recuerden que estamos hablando del hecho de que este capítulo está en tiempo pasado. Todos los verbos están en tiempo pasado. La mayoría de la gente cree que está prediciendo lo que le va a suceder a Jesús. Sí hace eso porque describe a detalle Su sufrimiento y Su muerte y Su resurrección y Su exaltación. Pero todo está en verbos en tiempo pasado, lo cual significa que brinca por encima de lo que le sucede a Jesús y lo ve hacia atrás desde el final de la historia humana, cuando Israel finalmente vea al que traspasaron, llore por Él como un único Hijo, reconozca que han rechazado a su Mesías, y una fuente de limpieza esté abierta para ellos y la salvación venga a la nación de Israel. Mientras tanto, hasta ese arrepentimiento nacional, cualquiera puede venir a Cristo y ser salvo, pero la nación se arrepentirá en el futuro y será salva. Y cuando en ese entonces lleguen a esa consciencia, Zacarías dice, cuando las naciones del mundo estén congregadas para destruir a Israel, cuando estén rodeados y listos para ser eliminados, en ese punto el Señor vendrá para ser su defensor y serán salvos.

    En Isaías 59 tenemos un retrato de eso conforme los judíos estén diciendo, Estamos en problemas, nuestras transgresiones se están acumulando, no hay justicia en la tierra. ¿A dónde vamos? ¿Qué hacemos? Este es un retrato de Israel en el futuro. En la actualidad Israel dice, ¿Cómo nos defendemos? El mundo nos persigue. Dios no viene a ayudarnos. Y después en Isaías 59:16 dice, Y vio que no había hombre para ayudarlos. No hay líder humano que pueda rescatar a Israel de su castigo por rechazar a Cristo. Esto está sucediendo inclusive ahora. El mundo está amenazando su existencia con poder nuclear. Dice en Isaías 59 que Dios vio y no había hombre. Y después el lenguaje más hermoso, Dios responde al hecho de que no había alguien para salvar a Israel.

    Escuchen el 59:16, Y vio que no había hombre, y Se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó Su brazo. ¿Quién es su brazo? El Mesías, el brazo del Señor quien es revelado. Entonces es Su propio brazo. Y esto es dramático. Vemos al Mesías, el Señor Jesús, quien de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto, como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río (versículos 17–19).

    Entonces tenemos a Cristo que viene a salvar a Israel de la destrucción en el momento en el que viene a defenderlos de los enemigos que están congregados alrededor de ellos. Lo que sucederá es que castigará a los impíos y versículo 20, vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob. Esa es la hora de su salvación. Él será ese Redentor. Esto sucederá porque Dios lo prometió en el versículo 21, Y éste será mi pacto con ellos... El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. Esa es la salvación de la nación de Israel, salvación del Nuevo Pacto. Mirarán a aquel a quien traspasaron. Llorarán. Serán salvos. Y el Señor Mismo será el guerrero que los defienda en esa hora cuando envíe al Mesías para defenderlos, como también para traer su salvación.

    Cuando ese tiempo venga, en el futuro, entonces mirarán atrás y dirán, No creímos. El brazo del Señor, inclusive el Mesías Mismo, el poder de Dios vino revelado en Él y no lo creímos. No lo creímos. Harán esa confesión abierta de los horrores de generaciones de incredulidad. Y surge otra pregunta.

    ¿Por qué rechazaron a Jesucristo?

    Tomemos esta pregunta como nuestro punto de entrada al texto de Isaías 53. Ellos nos dirán por qué. Le dirán a Dios por qué. Y la confesión que harán en el futuro y que cualquier persona que viene a Cristo ahora debe hacer, está en los versículos 2 y 3. Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; Le veremos, mas sin atractivo para que Le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.Esa es la razón por la que los judíos han rechazado a Jesucristo por varias generaciones. Esa es la confesión que hará esa generación futura que se vuelva a Él. Y recuerde que Dios limpiará a la nación de los rebeldes, dice Zacarías, y un tercio de los judíos en el mundo en este punto, eso quizás sean cuatro o cinco millones de ellos, confesará a Jesús como Señor y dirán, Ésta es la razón por la que lo rechazamos por varias generaciones. Tres razones son dadas aquí por las que rechazaron a Jesucristo y todas tienen que ver con el menosprecio hacia Él.

    Primera razón: Menospreciaron Su origen

    Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca (Isaías 53:2). Él creció delante de Él, lo cual significa delante de Dios, Él estuvo ante los ojos de Dios, quien estuvo totalmente complacido con Él, Éste es mi hijo amado en quien tengo complacencia (Mateo 3:17; 17:5). Dios vio cada momento de Su vida, Dios lo vio conforme creció en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres, como lo presenta Lucas 2:52. Dios estaba muy atento, observando el crecimiento de Su Hijo encarnado. Así que Él creció delante de Dios, y delante de Dios significa en el placer de Dios, de la manera en la que Dios quiso, de acuerdo con el plan de Dios. Pero desde nuestro punto de vista Él era como una raíz, Él era como una raíz de tierra seca.

    Quiero decirles que ésta es una sociedad agrícola, estas personas trabajan en la tierra, cultivan cosas, tienen árboles y huertas y plantan en la tierra y por ello las ilustraciones vienen de esa esfera. Decir que Él es como un renuevo es decir simplemente que Él es un vástago, es la palabra hebrea yoneq y significa un vástago. Los vástagos se aparecen sin cultivo, sin expectativa y lo que haces con un vástago es cortarlo, para que no quite la vida y el fruto de las otras ramas. Es superfluo, pequeño, innecesario, irrelevante, insignificante. Los vástagos se aparecen, no salen por diseño, no son cuidados, no son esperados, no son necesitados y son cortados.

    A algunos comentaristas les gusta pensar que este árbol del que sale el vástago es una referencia metafórica, o una referencia alegórica a algo como la casa de David o lo que sea. Realmente eso es estirar el texto de manera innecesaria. Este es lenguaje muy simple. Esto simplemente es una manera de decir que Su principio fue irrelevante, no fue importante, fue insignificante, no importó, Él fue un nadie de los nadies, de ningún lugar.

    Vimos a Jesús y ¿qué vimos? Una familia insignificante, José, María, una ciudad insignificante, Nazaret, lejos del camino principal. Nacido en un lugar insignificante, en una posada, en un establo y colocado en un comedero para animales, y hubo pastores ayudando en su nacimiento quienes eran las personas de más bajo rango en la escala social. No hubo nada de nacimiento real, ni estatus social, ni nobleza familiar, ni educación formal. Fue un carpintero en Nazaret durante treinta años. Sin contactos con alguien de interés para la élite, para con los importantes.

    Él es un vástago, Él es irrelevante. O es como una raíz de tierra seca. Conforme el sol viene a esa parte del mundo, en el Oriente Medio, el suelo se seca y conforme el suelo se encoje debido a que el agua se evapora, algunas de las raíces comienzan a salir a la superficie, raíces sucias, de color café, en el suelo seco, descuidadas. Esas serían las raíces de un árbol que nadie cuida porque si lo cuidaran, estarían regándolo. De nuevo, es otra manera de decir que Él es innecesario, indeseable, no impresionante, sin valor, sin mayor importancia que un vástago o una raíz en un lugar seco que nadie cultiva, que nadie cuida y que nadie riega. Un principio miserable. Inclusive ellos dijeron cosas tales como, ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? (Juan 1:46).

    Él no ganó nada de Su origen familiar. Él no ganó nada de Su estatus social. Él no ganó nada de la economía de Su familia. Él no ganó nada de Sus seguidores. Ellos no eran brillantes, no estaban preparados, no eran poderosos, no eran influyentes, no eran importantes. No hubo un rabino, fariseo, saduceo, sacerdote, escriba. Nadie importaba. Primordialmente eran un montón de pescadores anónimos, incluyendo a otros cuantos raros como un recaudador de impuestos y un terrorista. No tenían posición. No tenían dinero. Y en cierta manera se unieron al principio teniendo la idea remota de que quizás podían sacarse la lotería del reino, si se mantenían cerca. Podría haber una gran recompensa.

    Ninguno de ellos tenía algún logro de cualquier tipo. Y los judíos vieron eso y dijeron, Esperen un momento, éste no puede ser el Mesías porque el Mesías no va a entrar así. Esto no encaja con el perfil que se desarrolló tanto a lo largo de siglos entre los judíos de una llegada gloriosa del Mesías. En Marcos 6, Él estaba en Nazaret, Su propia ciudad, en donde todos lo conocían. Vino el día de reposo, Él comenzó a enseñar en la sinagoga, y la gente estaba asombrada de lo que dijo. ¿De dónde tiene Éste estas cosas? Este don nadie, este vástago, esta raíz de tierra seca ¿De dónde tiene Éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que Le es dada, y estos milagros que por Sus manos son hechos? (versículo 2).

    Ellos reconocieron Su sabiduría, ellos reconocieron las cosas que enseñó, ellos reconocieron los milagros que hizo. Y después dijeron, ¿No es Éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros Sus hermanas? Y se escandalizaban de Él (versículo 3). Estaban ofendidos ante cualquier declaración que Él llegó a hacer de ser su Mesías, a pesar del poder milagroso que Él mostró. Entonces, menospreciaron Su origen.

    Segunda razón: Menospreciaron Su vida

    Menospreciaron lo que Él se volvió. Él tuvo una vida adulta menospreciable. Regresen al versículo 2 una vez más, no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Les importaba mucho la apariencia, por eso escogieron a Saúl como su primer rey, ¿verdad? Él fue más guapo y alto que todos los demás. Todavía parece ser una fórmula para el éxito.

    Pero con Jesús… esperen un momento, quizás Él no es lo suficientemente alto, lo suficientemente guapo, lo suficientemente majestuoso. De nuevo, no ha habido mucho progreso desde 1 de Samuel 9 cuando estaban escogiendo a Saúl. No hay nada de realeza en Jesús, nada exaltado acerca de Jesús. De hecho, la idea de que era rey era tan absurda y tan desagradable, y les molestó tan profundamente, que cuando Pilato llegó al final de la proverbial serie de acontecimientos, después de haber sido chantajeado y amenazado por los judíos en este asunto con Jesús, lo amenazaron diciéndole que si no Lo crucificaba, le iban a decir a César y él no sobreviviría otro reporte al emperador. Él sabía eso.

    Ellos lo chantajearon y él se vengó, se lo devolvió a esos judíos, colocando en la parte de arriba de la cruz, Este es Jesús de Nazaret, Rey de los judíos. Esa fue la venganza de Pilato porque él sabía que esa era la declaración más censurable que Jesús hizo, aunque Él mostró poder divino y sabiduría divina y verdad divina y gracia divina y santidad. Pero ellos no vieron nada de la hermosura de la realeza en Él, nada atractivo acerca de Él.

    Tercera razón: Menospreciaron Su fin

    Ellos se habían burlado desde el principio, de Su origen. Se habían burlado en medio, de Su vida. Y en tercer lugar, ellos menospreciaron Su fin. Para esto vayan al versículo 3, Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no Lo estimamos.En las primeras dos líneas se ve Su fin. Ellos no solo menospreciaron Su comienzo y Su vida, sino también en especial Su muerte. Recuerde que ellos no pensaban que necesitaban que alguien muriera por sus pecados. Estaban inmersos en justicia propia. Iban a agradar a Dios al ser buenos y religiosos y hacer obras. Y aquí viene este Mesías, éste que dice ser el Mesías y el Rey, y en lugar de ser triunfal, en lugar de que Su carrera terminara en gloria y majestad y triunfo y victoria y elevación y exaltación, Él es despreciado, desechado entre los hombres, todo termina en dolor y quebranto.

    Ellos podrían haber visto la muerte de Jesús con todos sus horrores y haber dicho, Saben, éste es el sacrificio que hemos estado esperando. Éste es el sacrificio que es representado cuando Abraham encuentra un carnero en el zarzal para sustituirlo por su hijo, y quita el cuchillo para no matar a Isaac y en lugar de él mata al carnero. Éste es cumplimiento de la matanza del Cordero Pascual y de colocar la sangre en los postes y el dintel, y escapar de la ira de Dios porque un Cordero ha sido sacrificado. Éste es el sacrificio final, el único sacrificio salvador verdadero representado en los millones de sacrificios que realizaron día tras día tras día conforme los animales eran matados a lo largo de su historia. Ellos podrían haber hecho eso, pero no se vieron a sí mismos tan pecaminosos, y no necesitaron un sacrificio, y no necesitaron una expiación, y no necesitaron un Salvador. Entonces cuando vieron a su Mesías autoproclamado siendo un varón de dolores y experimentado en quebranto, con Su vida terminando de la manera en la que terminó, fue menospreciable.

    Ellos lo rechazaron y así lo rechazan ahora porque lo rechazaron entonces. Él fue despreciado, un término fuerte, significa tratar con desprecio. Lo trataron con desprecio, y todavía lo hacen. La palabra hebrea para Jesús es Yeshua. A lo largo de los años los rabinos han cambiado ese nombre al quitar la última a y lo llaman Yeshu. Yeshu es un acróstico que significa, Que Su Nombre Sea Borrado. Entonces en los escritos rabínicos ustedes ven Yeshu, que Él sea borrado, lo cual es la manera contemporánea de decir, No dejaremos que este hombre reine sobre nosotros, lo cual es lo que dijeron cuando gritaron por Su crucifixión.

    Él es llamado por los rabinos El Transgresor" Él es llamado por los rabinos el Tolui, el colgado. Maldito todo el que es colgado en un madero (Gálatas 3:13). Quizás una de las cosas más molestas es la identificación de Jesús con las blasfemias Ben Stada y Ben Pandera. Esto significa lo siguiente. La historia real de Jesús, dicen los rabinos, es la historia de Yeshu. Según ellos, es la historia de un hombre llamado Ben Pandera y una mujer llamada Miriam Ben Stada. Supuestamente Ben Pandera es Su padre y Ben Stada, Su madre.

    Su madre, alguna mujer llamada Miriam Ben Stada era una peluquera que tuvo una relación adúltera con José Ben Pandera, un mercenario romano, y produjeron a Yeshu. Entonces Él es el hijo ilegítimo de una estilista y un mercenario romano quien entonces, dicen los rabinos, fue a Egipto a aprender las artes mágicas y desviar a los hombres. Todo eso está en el Talmud. Los rabinos llamaron Sus buenas nuevas avon-gillajon en lugar de evangelio, como el evangelista escribiendo la verdadera historia, lo cual significa la escritura pecaminosa. Durante generaciones se han burlado de Jesús en un grado u otro, claro. Así que fue despreciado. Lo dice al principio del versículo 3, lo dice al final del versículo 3: Él fue despreciado o menospreciado. Eso continúa.

    Y después dice que Él fue desechado entre los hombres. Quiero que observen eso. Eso quizás no es tan simple como se ve. Desechado entre los hombres no en un sentido general, eso habría sido ben adam, eso significa hombres en general. Esto es ben ish, lo que eso significa es señores, gobernantes, líderes, gente prominente.

    Entonces ¿qué dice el pueblo? Miren, comienzo menospreciable, vida menospreciable, fin menospreciable en el cual ninguna persona importante Lo reconoció. Veamos a nuestros líderes y ellos son los que claman por Su sangre.En Juan 7 hay un testimonio importante de esto. Juan 7:45, Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los enviamos para que lo trajeran, para que lo capturaran, y nos lo trajeran. Entonces estos alguaciles, policías del templo dijeron, ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! No sabemos qué hacer con Él, simplemente nos asombró Su enseñanza. Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? Escuche esto. ¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? (versículo 48). Ninguna persona importante creía en Él.

    Entonces cuando los judíos en el futuro miren atrás, van a decir, Miren, vimos el principio de Su vida, la mitad de Su vida, y el final de Su vida, y no había nada en ella que Lo hiciera atractivo y no encajaba con nuestro retrato. Y después Su muerte es tan horrenda, Él es despreciado, Él es desechado, ninguna persona importante está de Su lado. ¿Qué debemos hacer? Seguimos a nuestros líderes. Ninguna de las personas de la élite de poder estaban cerca de Él, ninguno de ellos Lo apoyó, ninguno de ellos creyó en Él. Unos cuantos que debían haber creído en Él retrocedieron porque el precio era demasiado alto. Y hubo unos cuantos discípulos secretos que más tarde se aparecieron. Pero la gente de rango no estaba impresionada, los principales hombres de Su nación, los que estaban por encima de la multitud. Y era una jerarquía, una jerarquía rígida y determinada, la gente estaba muy por debajo de ellos y los gobernantes tenían el poder y la autoridad. Los grandes hombres se alejaron de Él. Ninguna de las personas de distinción estaba de Su lado.

    Esto todavía es una realidad en el mundo. Las obras, el poder de Jesús fueron atribuidos a Satanás, fueron los líderes los que dijeron Él hace lo que hace por los poderes del infierno, Belzebú, Satanás. Y entonces persiguieron y martirizaron a Sus seguidores. Llamaron apóstatas a los apóstoles y dijeron que eran peor que los paganos. Y en esos primeros años se desarrolló una oración que decía, Que los seguidores de Jesús sean destruidos repentinamente, sin esperanza, y borrados del libro de la vida. Así era la profundidad del rechazo y la burla. Y Él terminó como un varón de dolores, experimentado en quebranto (versículo 3).

    Vemos Su vida y es algo triste. Ese no puede ser el Mesías. En lugar de causarle tristeza a los enemigos de Israel, y a las naciones, como dicen los profetas que sucedería, Él mismo es un varón de pesares (como traducen algunas versiones), literalmente dolores, pero no dolores externos, sino tristeza del corazón en todas sus formas, sería el hebreo de esa palabra. Y después experimentado en quebranto, quebranto o tristeza del alma. Él fue una persona triste. Él estuvo triste por dentro. Podríamos verlo de esta manera, lo vieron como patético, tristeza profunda. Él llora, no hay registro alguno en todo el Nuevo Testamento de que en algún momento Él se rió. ¿Dónde está el gran líder, triunfal, victorioso, lleno de gozo, emoción, entusiasmo? ¿Quién es este hombre que está quebrantado de corazón, triste, que sufre dolor? Y claro, encima de eso, estuvo el dolor físico. Y fue tanto, dice el versículo 3, que como que escondimos de Él el rostro. Para cuando llegó a la cruz, Él estaba desfigurado más que cualquier otro hombre, dice Isaías 52:14. Una corona de espinas aplastada sobre Su cabeza; sangre corriendo por Su cuerpo; moscas cubriéndolo en Su desnudez colgando bajo el sol en la cruz; clavos atravesando Sus manos; marcas de los golpes y azotes; escupitajos secos sobre Su rostro y cuerpo; heridas de los golpes en el rostro y los golpes con varas.

    La realidad de Su sufrimiento simplemente no encaja con el retrato del Mesías. Ahora recuerde, ellos no pensaban que necesitaban un Salvador. Y Jesús dijo, No puedo hacer nada con ustedes porque no vine a llamar a los justos al arrepentimiento. Él es alguien totalmente reprobable. Entonces, como que escondimos de Él el rostro, alguien tan grotesco, tan deformado, tan feo, tan reprobable que ni siquiera volteas a verlo, es demasiado vergonzoso, es demasiado penoso, es demasiado feo, es demasiado horrible, es demasiado inolvidable. No quieres tener esa imagen en tu cara. Esa es la actitud continua de Israel hacia Jesús. Él es espantoso para ellos como un Mesías, infame.

    Entonces, al final del versículo 3, fue menospreciado, y no lo estimamos. Esa última frase es muy benévola en español, no lo estimamos. Lo que significa es que lo consideramos nada, lo consideramos inexistente. Esa es la burla definitiva, Él no es nada para nosotros.

    Esa es la perspectiva histórica de Jesús por parte del pueblo judío. Le doy gracias al Señor porque muchas personas judías, una por una, están viniendo a Cristo a lo largo de toda esta época de la iglesia y lo están viendo por quién realmente es. Y ¿no son buenas noticias que algún día la nación se volverá y lo verá y hará esta confesión? Sé que algunas personas podrían decir, Bueno esto se oye como que es algo antijudío.No, esta no es una confesión gentil, esta es una confesión de los judíos en el día futuro cuando miren atrás y se den cuenta de lo que hicieron. Esta no es una evaluación gentil de incredulidad judía, esta es una evaluación judía, esto es arrepentimiento. Estas son palabras que la nación hablará en su confesión de corazón quebrantado del peor pecado imaginable al rechazar a Cristo. Y estas son palabras que necesitas hablar si has estado rechazando a Jesucristo. Necesitas decir estas mismas palabras ahora, judío o gentil, seas quien seas, para que una fuente de limpieza te pueda ser abierta.

    Hasta el tiempo en el que crean en el futuro, y quizás en el futuro cercano, queremos decir esto, Romanos 1:16, Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquél que cree; al judío primeramente, y también al griego.En el último minuto o dos quiero cerrar pasando a Hechos 3. Aquí tenemos el sermón de Pedro después del sermón en Pentecostés en los días de la primera iglesia. Es un sermón grandioso. Comenzando con el versículo 13 Pedro dice, El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a Su Hijo Jesús, a Quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, —Barrabás— y matasteis al Autor de la vida, a Quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Y por la fe en Su nombre, a éste, —a quien acababan de sanar— que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por Él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. Él dice, Han rechazado, asumen la responsabilidad de rechazar y matar al Autor de la vida.Y después, continuando con el versículo 17, es tan importante. Mas ahora, hermanos —les habla a estos judíos como sus hermanos— sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos Sus profetas, que Su Cristo había de padecer. —¿A dónde creen que se dirige con eso? Es muy probable que sea Isaías 53— Así que, arrepentíos y convertíos. ¿Acaso no son estas buenas noticias? Acaban de matar al Autor de la vida y Dios les está diciendo arrepiéntanse y regresen. Y cuando lo hagan, su pecado será borrado. Eso es literalmente lo que Jesús dijo cuando estaba muriendo en la cruz, Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas 23:34). Ustedes son ignorantes, lo hicieron en incredulidad. Arrepiéntanse, regresen, para que sus pecados sean borrados. Y después ¿qué pasará? Cuando se vuelvan y se arrepientan y sus pecados sean borrados, vendrán tiempos de refrigerio. Ese es el Reino. Porque Él enviará a Jesucristo que os fue antes anunciado (Hechos 3:20) Esa es Su Segunda Venida, para establecer Su Reino. El Cielo debe recibirlo por ahora, hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo (versículo 21). El Reino de nuevo, el Pacto Abrahámico prometido, el Pacto Davídico, reiterados por los profetas, la salvación y todas las promesas del Reino, vendrán cuando Cristo regrese. Cristo regresará en los tiempos de restitución, los tiempos de restauración, los tiempos de refrigerio, cuando se arrepientan.

    Siguiendo con el versículo 24 Pedro dice, Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días —los días del reino— . Vosotros sois —todavía— los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo —o Siervo (en el griego), que es el título que le da Isaías 53— lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad. Ustedes mataron al Mesías, pero Dios no ha terminado con ustedes. Vendrá el día cuando Él los convierta de sus pecados y envíe a Su Hijo para establecer Su Reino y cumplir Su promesa.

    Dios no ha terminado con Israel. Mantengan un ojo en Israel. Su salvación está asegurada por la promesa de Dios. Mientras tanto, la salvación está abierta a todos los que lo invocan.

    29 de abril, 2012

    02_El Siervo Sustituto. Parte 1

    Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

    Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

    Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

    Isaías 53:4–6

    BOSQUEJO

    — Introducción

    — Muchos son culpables pero solo uno es justo

    — La aparente causa de nuestro rechazo al Siervo de Jehová

    — La verdadera causa de nuestro rechazo al Siervo de Jehová

    — ¿Qué son estas enfermedades y dolores?

    — ¿Quién es aquí el chivo expiatorio?

    — ¿Qué tanto sufrió el Siervo?

    — Oración

    SERMÓN

    Introducción

    Estamos en el estudio de Isaías 53 y les invito a que vayan conmigo ahora a este pasaje. Éste es un gran capítulo y hay muchas formas de verlo como el corazón del Antiguo Testamento. El nombre Isaías significa la salvación es del Señor. Un dato interesante es que la profecía de Isaías, que contiene 66 capítulos, está dividida en forma similar a toda la Biblia: la Biblia tiene 39 libros en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento; Isaías tiene 39 capítulos en su primera parte y 27 en su segunda parte.

    Isaías demuestra la más alta calidad y formato en lo que se refiere la poesía hebrea que tenemos en existencia. La profecía de Isaías es la más grande de todos los profetas mayores, y contiene más material que todo lo que los profetas menores juntos escribieron. Es apropiado mencionar que si todo el Nuevo Testamento se hubiera perdido y todo lo que nosotros tuviéramos como registro histórico fuera la muerte y resurrección de Cristo, tendríamos una suficiente explicación teológica en Isaías 53 como para llevar a un pecador a conocer la completa salvación. Aquí se explica la muerte, la resurrección y la exaltación de Cristo. El capítulo 53 del libro de Isaías es como entrar al Lugar Santísimo. Es maravilloso, es impresionante, y hemos estado repitiendo esto a lo largo de nuestro estudio.

    Es una profecía. Es una visión acerca del futuro que le fue dada a Isaías 700 años antes de que Jesucristo viniera a la tierra. Muchas de las visiones que fueron dadas a los escritores de la Biblia y a la gente con la que nosotros estamos familiarizados dentro de la Escritura, son remarcables. Por ejemplo, a Moisés se le permitió ver una visión en el Monte Nebo, mirando la tierra de Israel. Y él, en un sentido, pudo ver la tierra antes de que Israel tomara posesión de ella. También tenemos a Abraham. De él se dice que fue capaz de ver hacia el futuro, y por medio de revelación divina vio los días de Cristo y se regocijó. Jacob vio el mismísimo rostro de Dios en Betel, y en aquella pelea vio a Cristo encarnado. El apóstol Pablo fue arrebatado al tercer cielo y vio cosas que no le fue dado expresar, y tuvo una visión previa de cómo sería cuando algún día, después de su martirio, él entrara en el mismísimo cielo que le fue mostrado por visión.

    Y, desde luego, el apóstol Juan fue llevado en visiones una y otra vez. Visiones por ejemplo en el libro de Apocalipsis que tienen un registro de lo que será el futuro de la tierra y el futuro en el cielo también. Ezequiel vio la gloria de Dios previa al juicio que vendría. Pedro, Jacobo, y Juan estuvieron en el Monte de la Transfiguración y vieron un avance de la Segunda Venida en gloria de Jesucristo, y se maravillaron con esto, como bien sabemos.

    Pero de todas estas maravillosas visiones de cosas que aún están por venir, ninguna excede la sorprendente visión de Isaías. Y aun cuando en un sentido técnico esta no sería una visión como la definimos bíblicamente, ésta fue una revelación directa. Sin embargo contenida dentro de esta revelación directa se encontraba una clara descripción del significado de la Cruz. A Isaías se le dio el privilegio de ver más profundamente el significado del Calvario y la muerte de Jesucristo que a cualquier otro, y antes de que este evento tuviese lugar. En este sentido, Isaías se convierte en el profeta del Evangelio, el profeta de la Cruz. Y mientras que hay cosas que ocurrieron en la Cruz que fueron profundizadas en otros lugares del Nuevo Testamento, en ningún otro lugar se presentan juntas en la forma en que lo hacen aquí, de tal modo que, como ya dije, si todo lo que tuviéramos fuera el registro histórico de la Crucifixión y la Resurrección, seríamos capaces de entender la teología de ello a partir de este capítulo solamente. Isaías 53 entonces se convierte en un resumen del Evangelio en el sentido de que éste es un resumen de lo que es necesario para creer. Con esta información un pecador puede ser salvado del juicio y también perdonado de sus pecados.

    Pero es más que esto. Es la más profunda de todas las revelaciones que fueron dadas a un profeta. Pero al mismo tiempo, ésta es más que una simple profecía del Calvario, más que una simple profecía de la Cruz de Cristo. Esta profecía va más allá de todo esto y está colocada dentro de un contexto que habla del final de la historia de la humanidad, mucho después de la Cruz, más allá de nuestros días, va hasta ese tiempo en el futuro al final de la historia de la humanidad cuando Israel como nación se convertirá a Jesucristo. Ellos creerán en Él y serán salvos, Cristo regresará, destruirá toda la faz de la tierra, y pondrá en funciones su Reino, inaugurará el reino y tomará a todo el Israel creyente, así como a los gentiles redimidos, colocándolos dentro de ese reino y le serán cumplidas todas las profecías con respecto al Reino que se encuentran en el Antiguo Testamento. Así que, en un sentido, estamos yendo más allá del Calvario hasta el final de los tiempos y estamos escuchando en este capítulo una confesión de los judíos al final de la historia de la humanidad, conforme ellos miran en retrospectiva hacia la Cruz y se dan cuenta qué tan errados estuvieron acerca de Jesucristo y cómo juzgaron mal el más monumental de todos los eventos.

    Es un viaje en el tiempo, pero no se trata de volver al futuro, sino que vamos a adelantarnos al pasado, si es que pueden procesar esto. Lo que Isaías hace es adelantarse al futuro lejano, cuando Israel mire en retrospectiva al que traspasaron y se lamente por Él ya que era el Unigénito y una fuente de limpieza abierta a ellos para limpiarlos de todo su pecado e iniquidad. Esas son las palabras de Zacarías 12:10 y 13:1. Él va hasta el final, hasta el momento en el que Israel reconozca que ellos crucificaron al Mesías, al Señor de gloria. Esta profecía entonces presenta ese gran evento escatológico, el arrepentimiento nacional de los judíos. Zacarías nos dice que dos tercios de ellos no creerán. Ellos serán juzgados, eliminados. Pero un tercio de esa nación creerá. Si eso sucediera pronto, estaríamos hablando de un número de alrededor de entre 4 y 5 millones de judíos, así sería la salvación de la nación escogida. Esta es la única manera en la que cualquiera puede ser salvo, y es la única manera en la que Israel será salvo. La única manera para que alguien sea salvo es que crea en la verdad acerca de Jesucristo y la verdad acerca de la Cruz y si ellos no se arrepienten y abrazan a Jesucristo como señor y Salvador, no pueden ser salvos. Y esto es exactamente lo que hará una futura generación de judíos, ellos abrazaran a Jesucristo y verán Su muerte como una muerte vicaria, sustitutoria, y sacrificial a favor de ellos; seguida de la resurrección y exaltación. Este capítulo, Isaías 53, es la confesión que ellos harán en un tiempo futuro.

    Pero también está la confesión que todo pecador salvado tiene que hacer. Nosotros estamos aquí porque hemos hecho esta confesión. Estas son las palabras que de alguna manera han estado en nuestras mentes y nuestros labios. Estas son palabras maravillosas. El tono del capítulo es muy triste, muy sombrío, algo que rompe el corazón algo que produce mucha tristeza. ¿Por qué? Porque esa generación futura de judíos va a mirar en retrospectiva y se dará cuenta que llegar a creer en Jesucristo les habrá tomado un muy largo tiempo. Ellos habrán llegado a amar al Mesías tardándose mucho tiempo para ello. Y cuando ese tiempo llegue, esto es lo que ellos dirán. Permítanme leérselo nuevamente.

    "¿Quién ha creído a nuestro anuncio?, ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

    Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros Le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.

    Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió Su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y Su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos Su sepultura, mas con los ricos fue en Su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en Su boca.

    Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto Su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en Su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de Su alma, y quedará satisfecho; por Su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo Le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó Su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo Él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.Si es que, como algunos han sugerido, Isaías es el libro más importante del Antiguo Testamento, el capítulo 53 es el capítulo más importante del libro de Isaías. Cinco veces aparece en ese capítulo la palabra muchos. Muchos en este capítulo se refiere a los beneficiarios del sorprendente sacrificio sustitutorio hecho por el Siervo del Señor. Ellos son los muchos; Él es el único. En el versículo 11 Él es el justo. Hay muchos que son pecadores pero solo uno que es justo. Hay muchos que son culpables, pero solo hay uno que provee un sacrificio satisfactorio a favor de ellos. Muchos" es una palabra que usan también los escritores del Nuevo Testamento. Tanto Mateo como Marcos se refieren a Cristo como Aquél que dio su vida en rescate por muchos. Pablo en Romanos 5:15 habla acerca del sacrificio de Cristo por los muchos. El escritor de Hebreos en Hebreos 9:28 se refiere nuevamente al hecho de que Cristo dio su vida por muchos. Y como pueden ver la idea que existe ahí es un contraste entre los muchos y el único. Y todos estos escritores, Mateo, Marcos, Pablo, y el escritor de Hebreos, están viendo lo que dice Isaías 53, sin que necesariamente lo estén citando. Ahí encontramos el contraste entre el uno en el versículo 11 quien es justo y los muchos que son pecadores. Muchos son culpables pero solo uno es justo.

    Muchos son culpables pero solo uno es justo

    ¿Qué característica tiene esta confesión para hacerla genuina?

    Ésta es una confesión genuina y quiero mostrarles porqué sabemos esto. Esto es característico de cualquier confesión que lleva la salvación. Déjenme decírselo una vez más. Esto es característico de cualquier confesión que lleva la salvación. Es una confesión honesta y verdadera para la salvación. Escuchen cuidadosamente, la razón es porque aquí el pecador toma la responsabilidad completa por su pecado. Y esto será verdad en la confesión nacional de Israel en el futuro, pero ahora es verdad en todo individuo que viene a la verdadera salvación que es solo por fe en Jesucristo. Hay una genuina y honesta confesión del pecado en la cual el pecador toma la completa responsabilidad por su pecado. En otras palabras, no está acusando de su pecado a nadie más. El acusar a alguien más es tan antiguo como Adán y Eva, ¿no es cierto? La mujer que tú me diste… Pero este maravilloso capítulo no solo está lleno de verbos en tiempo pasado lo que nos dice que es una generación futura que está viendo en retrospectiva hacia la Cruz, sino que también está lleno de otra característica lingüística que necesita ser identificada: está lleno de pronombres en primera persona del plural.

    Leamos juntos y notemos cómo es esto: nuestras, nuestros, nuestras, nuestros, nuestra, nosotros, nosotros, nosotros… Como pueden ver, el problema está en nosotros. Esto es un reconocimiento que está presente en cualquier acto verdadero de arrepentimiento. Sí, es cierto que el Espíritu Santo tiene que dar vida de manera soberana al pecador para que este pueda ser salvado. Sí, el Espíritu de gracia y de súplica, como dice Zacarías, debe venir sobre los pecadores en Israel y entonces ellos pueden convertirse y creer. Sí, el poder del Espíritu Santo es un requisito en la regeneración para que el pecador que está muerto pueda ser despertado. Y sí, es verdad que la Escritura dice que Dios ha endurecido el corazón de los incrédulos, y en particular ha endurecido a Israel en Su contra a causa de su incredulidad. Uno podría asumir entonces que un pecador se levantaría y diría no es mi culpa, el Espíritu Santo no me ha dado vida. Y por otro lado, Dios me ha endurecido. Existe un lado negativo que causa que yo me encuentre en la condición de incredulidad en la que me encuentro: esto es, el Espíritu no me ha dado vida. Existe un lado positivo que causa que yo esté en la condición en la que me encuentro: esto es, el hecho de que yo he sido endurecido por Dios. ¡No puedo ser acusado por esto!

    Pero no hay nada de eso aquí. Sin embargo el trabajo del Espíritu Santo y los propósitos soberanos de Dios se unen en una fe salvadora y de arrepentimiento, y a pesar de que Dios hace esto en su vasta e infinita mente, la solución para resolver estas cosas no es que el pecador elimine su propia responsabilidad. De hecho Jesucristo lloró sobre la ciudad de Jerusalén y dijo: ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! (Lucas 13:34). Él dijo: ustedes no creerán. En Romanos 10:21 Pablo cita el Antiguo Testamento: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. Ellos no acusaron al Espíritu Santo. Ellos no acusaron al juicio de Dios. Ellos toman la completa responsabilidad de su incredulidad,

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