Astronica, en Español

Reconocimientos

Quiero agradecer a Araceli (Cheli) Consolani, sin cuyo amoroso cuido, comprensión y entusiasmo este trabajo no habría tomado forma.

También quiero dar gracias a mis padres, María y Gustavo, por su guía, bondad y amor que me mantuvieron apartado de la contaminación ideológica.

Asimismo, a mis dos hijos, David y Adrián, agradezco su asiduo apoyo e inspiración.

Gracias a mis mentores y buenos amigos Tim, Herminio, Felicio y Ri. Sus sabios consejos e invaluable orientación fueron cruciales para la realización de este proyecto.

Mi más afectuoso agradecimiento a la Lic. Carmen B. Ayala por su siempre constructiva crítica, cariño, paciencia e ilimitada generosidad.

Gracias a la Lic. Olimpia Sorrentino, por su burbujeante buen ánimo y siempre provechosa capacidad evaluadora, así como al Sr. Alfredo Gómez, a la Lic. Ligia Ramos, a la Sra. Adriana Grosso (arte), y a todos los que de una manera u otra contribuyeron con la preparación de este trabajo.

Gracias, a cada uno y a todos.

Frank Desmedt

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Introducción

La escritura de las estrellas en la pared del cielo,

era para los sabios de antaño el lenguaje de los dioses.

Anónimo

Astrónica es una técnica interdisciplinaria basada en información que proviene de la moderna astrofísica, cronobiología, informática, medicina, psicología y otras ciencias. Es un método contemporáneo que permite evaluar y aprovechar la acción de los diversos tipos de energías (exocausas) que configuran el intangible campo electromagnético que rodea a la Tierra. Estas energías, una vez que penetran la atmósfera de nuestro planeta y se cuelan hasta nuestro entorno local, influyen de manera impalpable pero constante y contundente sobre nuestra salud física, contexto emocional y capacidad intelectual, así como sobre todos los procesos celulares y moleculares de nuestro ser.

Las mencionadas exocausas son producidas por los diversos componentes del Sistema Solar. Todas ellas, en mayor o menor grado, producen imperceptibles pero ineludibles cambios en los procesos subconscientes y autónomos de nuestro ser, los cuales, a su vez, modifican la labor de nuestras funciones orgánicas (e.g., metabolismo, sistema inmune, sistema nervioso, etc.), y hacen variar nuestros sentimientos y estado de ánimo, junto con nuestras facultades intelectuales. Y esto, desde luego, modifica nuestra apreciación de la vida, conducta social y eficacia laboral.

Los algoritmos astrónicos también proveen una manera nueva y fidedigna de determinar los atributos, cualidades y tendencias de un individuo, basándose en las exocausas que predominaron el día de su nacimiento. Estas características personales pueden ayudar al individuo a encontrar la línea de acción que más le conviene seguir en fechas futuras.

La teoría que aquí propongo no está relacionada con ninguna ideología filosófica, religiosa o mística en particular. Como pronto se dará cuenta, Astrónica no tiene nada en común con Astrología. Son tan diferentes entre sí como lo son la moderna química y la alquimia.

Y, si se me permite decirlo sin sonar presumido, Astrónica es lo que la Astrología tradicional habría sido, si los sabios de antaño hubiesen tenido acceso a los conocimientos astronómicos, astrofísicos y bioeléctricos del presente.

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EL TEATRO INVISIBLE

Esta primera sección ofrece una descripción de la etérea e intangible estructura de energías-fuerzas que subyacen, influyen y dan soporte a nuestra realidad más palpable.

En esta parte, me esfuerzo por darle una forma coherente al invisible Paisaje de partículas subatómicas y ondas electromagnéticas que constituyen la estructura primordial de nuestra realidad más evidente. La idea es delinear un panorama claro y nítido del imperceptible pero siempre-presente Teatro en donde continuamente interactúan personas, exocausas y cambiantes estados de energía.

Transfrecuencia, Cuadrantes, Cofrecuencias, Pentales y Gradales son algunos de los neologismos que definiré y usaré, para describir un Cosmos que le rehúye a la geometría Euclidiana, liberando así a la mente del lector del confinamiento producido por el actual concepto de espacio-tiempo tridimensional.

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Presentación

Los límites de lo posible sólo pueden definirse al extenderlos hacia lo imposible.

Arthur C. Clarke

(Escritor y científico británico, 1917 - 2008)

Para llegar al fondo de las así llamadas Influencias Cósmicas, durante los últimos 30+ años he analizado una gran cantidad de conceptos, teorías, opiniones y supersticiones, la mayoría de los cuales, desafortunadamente, aún son rutinariamente aceptados por el público en general. En muchos casos estas nociones comenzaron como un precepto escandalosamente infundado que tenía que ser aceptado de facto, sólo por haber sido anunciado e implantado—demasiadas veces por la fuerza—por alguna de las auto-proclamadas autoridades de antaño.

Pero lo que más me ha desconcertado es que muchas de estas formulaciones—las cuales nunca fueron analizadas apropiadamente, mucho menos demostrada su validez—todavía forman parte del dogma científico, convicciones sociales, preceptos religiosos y postulados filosóficos que pasiva y tradicionalmente han sido aceptados por la ingenua colectividad.

Por lo tanto, para poder establecer aseveraciones legítimas e irrefutables, examiné, entre otras cosas, la nueva manera de ver la realidad basada en las premisas de la Astrofísica moderna, Física Cuántica, Teorías del Campo Universal, Cronobiología, etc., de acuerdo a los más recientes descubrimientos relacionados con las partículas sub-atómicas, y según el efecto que tienen los iones y las diversas ondas electromagnéticas naturales sobre los procesos moleculares y celulares de nuestro organismo.

En el presente trabajo explico y hago uso de algunas de las más recientes contribuciones aportadas por la Astronomía de ondas visibles (Astronomía óptica), la Astrometría (la ubicación y el estudio de los movimientos de los cuerpos celestes), la Astronomía de ondas invisibles (el estudio del Cosmos mediante el escrutinio de ondas de radio, radar, ultravioleta, infrarrojo, rayos-X y rayos gama, entre otras) y por la Ciclología (el estudio de las ocurrencias periódicas)—todas ellas ciencias que nos ayudarán a establecer un nuevo y mejor punto de vista para tratar con el milenario tema de las Influencias Cósmicas.

… nueva información astronómica y biomédica [comprueban] que la vida humana está y siempre ha estado conectada a las fuerzas invisibles (no-lumínicas) del vasto universo. -Halberg (2004)

Para apreciar plenamente lo que expongo en este trabajo, usted deberá aceptar que cada ser humano es una compleja estructura energética multi-dimensional. En mi opinión, somos entidades sumergidas en un mar de fuerzas supremamente organizadas y profundamente interdependientes, si bien muy sutiles y mayormente desconocidas.

… [ha sido] descubierto que los ritmos fisiológicos del ser humano están íntimamente asociados con invisibles ciclos geo-, luni- y helio-magnéticos. - A. R. Liboff (2014)

Confío en que el trabajo que he comenzado, a la larga, será mejorado por lo que astrofísicos, astrónomos y otros científicos del futuro encuentren en sus investigaciones.

Estos nuevos conocimientos, después de ser extrapolados con la ponderada visión de los humanistas, seguramente enriquecerán las técnicas Astrónicas del mañana.

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Algunos Conceptos Básicos

La Naturaleza no se apura, y aún así lo hace todo.

Lao Tzu, filósofo chino Taoísta

En este Capítulo voy a precisar algunas nociones fundamentales para que se entienda mejor las venideras explicaciones.

Lo primero será definir el Ecosistema Global. Este viene a ser la gran unidad orgánica que abarca a toda la gente y ámbitos sociales, junto con todos los entornos y seres naturales con los que podemos relacionarnos. Se trata de un inconmensurable campo de energías-fuerzas, todas interrelacionadas y profundamente interdependientes, que constituyen la infraestructura operacional de lo que llamamos la realidad. Es una dinámica, envolvente e imperceptible red energética conformada por fuerzas impersonales que constantemente crean, nutren y transforman todo lo que existe. Por favor note que digo crean y no crearon, en tiempo pretérito, pues la Creación sigue sucediendo—en este mismo instante—tal y como ocurrió en el pasado, y continuará aconteciendo en el futuro. Se trata de un proceso incesante, una colosal e intangible red cuyas fuerzas mayormente subyacen a lo que podemos percibir de manera consciente.

Luego están los Arquetipos, es decir, los diseños esenciales que definen las características básicas de cada especie que puebla el Ecosistema Global. Ellos son los intangibles—pero muy reales—patrones de energía que constituyen el modelo original de cada tipo de entidad que forma parte de nuestro mundo natural. Los atributos y propiedades de los arquetipos indican cómo cada tipo de ser ha de engranarse, de manera perfecta, armoniosa y productiva, con el indetenible y siempre objetivo funcionamiento del Ecosistema Global. Pudiéramos decir que el Arquetipo es el modelo ejemplar de cada tipo de entidad, a través de cuyas características busca expresarse y evolucionar la vida, de una manera ecológica, armoniosa y creativa.

De cada Arquetipo emanan incontables Individualizaciones. Estas vienen a ser entidades ya particularizadas que si bien despliegan las características fundamentales de su especie, también tienen singularidades propias, al resaltarse (o atenuarse) ciertos atributos de su Arquetipo genitor. Por lo tanto, cada individuo es la encarnación de las características de su especie, junto con los rasgos distintivos que le hacen destacar como un ser único e irrepetible.

Este diseño individual es lo que determina la manera en que cada ser (i.e., cada uno de nosotros) ha de engranar su existencia con la indetenible acción creadora del Ecosistema Global. En otras palabras, viene a ser la particular combinación de atributos y cualidades que define—de manera exclusiva, indeleble e irrepetible—cómo nuestra esencia vital tratará de expresarse a través de cada uno de nosotros.

De hecho, conocer y asumir el diseño básico que nos define como un individuo original y único es establecer en nuestro ser las condiciones necesarias para recibir aquello que mejor armoniza con nuestro cotidiano devenir, i.e., con lo que en verdad nos atañe en la vida y con lo que constituye la base misma de nuestra evolución individual. Ello, además, determina lo que los impersonales procesos del Ecosistema Global tienden a poner a nuestro alcance, para que podamos asumir y expresar nuestra función específica en la vida, base de nuestra productividad, salud, éxito y felicidad.

Esencia y Persona

Desde el punto de vista astrónico, nuestra individualización primordial está constituida por dos componentes fundamentales: nuestra Esencia y nuestra Persona.

Básicamente, nuestra Esencia es lo que se ha llamado nuestra Mente o Ser Superior, o bien, el Administrador de nuestros procesos subconscientes impersonales. Mientras que nuestra Persona, también llamada Ego o Mente Consciente, surge del cúmulo de experiencias vividas por cada cual, de su crianza y educación, así como de los gustos, costumbres y conocimientos adquiridos durante toda la vida.

Nuestra Esencia siempre actúa, de manera espontánea, conforme a las condiciones naturales activadas por las influencias astrónicas (exocausas). Desafortunadamente, nuestra Persona generalmente no está consciente de estas imperceptibles influencias y tiende a proceder en base a los hábitos, emociones y razones que se tengan en un momento dado, y por lo general no de acuerdo a las tendencias seguidas por nuestra Esencia.

Es importante dejar asentado que nuestra Esencia es un mecanismo impersonal que siempre brega por tomar en cuenta nuestra Función Específica, la principal finalidad de nuestra existencia. Y para realizar este importante Propósito de Vida, nuestra Esencia cuenta con un conjunto de Atributos, Cualidades y Facultades (ACF) que es inherente a nuestro diseño primordial. Afortunadamente, Astrónica puede ayudar a cualquier individuo a determinar tanto su Función Específica, como a distinguir los ACF con los que cuenta.

El diseño primordial de un individuo revela su verdadera naturaleza y su destino (i.e., la línea de acción que más le conviene seguir en la vida). Asimismo, dicho diseño resalta la manera en que éste puede armonizar con las energías-fuerzas que yacen más allá de nuestra palpable realidad, para así poder integrarse voluntariamente al imparcial y magistral funcionamiento del Ecosistema Global.

Después de conocer los ACF que constituyen nuestro diseño esencial, hemos de esforzarnos por aceptar, desarrollar y expresar tales cualidades, conforme al fluir de las tendencias y circunstancias producidas por los diversos ciclos (astrónicos) naturales que predominan en cada momento. Esto, si es que se quiere participar, de manera consciente y dinámica, en la intemporal e incesante obra llevada adelante por el Ecosistema Global.

Como verá más adelante, la voluntaria adaptación de nuestro proceder a las condiciones astrónicas que prevalecen en un momento dado, conforme a nuestros ACF natales, es lo que determina nuestro particular destino, un rumbo que podemos aceptar o no, pues todo ser humano—usted y yo—tiene plena libertad de decidir al respecto. Si se acepta esta manera de vivir, nuestro progreso se empalmará provechosamente con el poderoso e impersonal avance del Ecosistema Global, pudiendo entonces beneficiarnos del potencial (y los recursos) que esta acción despierta en nuestras vidas. En cambio, si dicho rumbo no se acepta, entonces habrá que pagar las consecuencias, de acuerdo a objetivas e imparciales leyes de Causa y Efecto.

Para progresar en la vida, siempre hemos de estar dispuestos a combinar nuestro proceder (el de nuestra Persona) con las objetivas e ineludibles tendencias del Ecosistema Global, a las que fiel e inexorablemente se acopla nuestra Esencia. Si aprendemos a vincular nuestro modo de ser personal, y actuar en armonía con el fluir de las invisibles fuerzas universales, bien sea de manera espontánea o ponderada, de modo intuitivo o a consciencia, inevitablemente triunfaremos en la vida.

Para ello, hemos de darnos cuenta y aceptar que los efectos que el Ecosistema Global ejerce sobre nosotros son ineludibles, impersonales y muy interrelacionados entre sí. Y que son sus energías-fuerzas las responsables de regular el ritmo y estilo de nuestra evolución y avance. Estas intangibles energías constituyen la infraestructura—el basamento mismo—de lo que produce, nutre y da continua presencia a nuestra realidad cotidiana, aunque no nos demos cuenta de ello, o no entendamos a fondo como esto ocurre.

Uno de los postulados cardinales de Astrónica afirma que el genuino y duradero éxito sólo se alcanza cuando se conoce, asume, desarrolla y expresa la singular combinación de ACF que distingue a cada cual, en pro de la expresión de su Función Específica y en concordancia con las condiciones astrónicas del momento. Tenga esto muy en cuenta durante la lectura de los siguientes Capítulos.

Atributos Básicos

Sus Atributos, Cualidades y Facultades (ACF) fundamentales incluyen, pero no se limitan a:

- Su Función Específica, i.e., su Propósito de Vida (PdV).

- Su tipo de Discernimiento: a lo que de manera espontánea le presta más atención.

- Su Carácter: su modo de llevar a cabo sus planes y objetivos. Su Comportamiento habitual.

- Su Susceptibilidad: el área más influenciable y condicionable de su ser.

- Su Ocupación Ideal: su talento más mercadeable. La aptitud con la que mejor puede ganarse la vida

- Su modo de Orientarse en la vida; a lo que usted debe hacerle caso en este respecto.

- Su Afinidad y Compatibilidad Social: el tipo de amistades y asociados que debería cultivar y frecuentar.

- El tipo de Pareja Ideal que le agrada. Sus Inclinaciones Sexuales.

Astrónica también puede ayudarle a conocer la estructura básica de la realidad holística, así como las energías-fuerzas que influencian nuestro diario acontecer. Según continúe leyendo, gradualmente comprenderá mejor lo relacionado con:

- El ámbito multidimensional en que existimos.

- Los campos de energía Galáctica, Solar, Planetaria y Terrestre, así como la influencia que cada uno de ellos ejerce sobre nuestras vidas.

- Nuestra ubicación en la Galaxia: las razones por la que ésta cambia, y cómo ello influencia nuestra diaria existencia.

- Las energías verticales y horizontales que nos influencian.

- Las fases exteriorizantes e interiorizantes de los Ciclos Astrónicos, qué las producen y cómo actúan sobre nosotros.

- Los cuatro Elementos Básicos de la antigüedad: Aire, Agua, Tierra y Fuego; lo que en verdad simbolizan y su real influencia.

- Los diversos Ciclos Solares: el efecto que tuvieron sobre nuestro diseño natal, así como su crucial acción sobre el desenvolvimiento pasado, presente y futuro de nuestra existencia.

- Las diversas tendencias y condiciones producidas por nuestro sistema binario Tierra-Luna.

- La Magnetósfera terrestre y la acción que el viento solar ejerce sobre ella: cómo influye todo ello sobre nuestra salud y nuestra conducta. Qué es el Clima Espacial y cuál es el efecto que de manera constante tiene sobre nosotros.

- Los ServoSistemas que constituyen nuestro ser integral: qué son, cuántos hay y cuál es la labor especializada de cada uno.

- El atributo o cualidad que cada Factor Planetario activa en nuestro diseño esencial y en nuestra vida cotidiana.

- Los Ciclos Astrónicos largos y extra-largos: qué los producen y cuál es su influencia sobre nosotros.

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Crónicas

El Tiempo es sólo una pequeña fracción de la Eternidad.

Marcus Tullius Cícero

Político, abogado y escritor romano

(enero 3, 106 – diciembre 7, 43 BC)

Desde el principio de los tiempos, el hombre ha creído que de una forma u otra los astros influyen sobre su vida. Y si bien su intuición constantemente ha insistido en que esta influencia es real, su intelecto no siempre ha sabido producir explicaciones legítimas que le ayudaran a comprender cómo es que tales efectos ocurren, ni cómo hacer buen uso de ellos.

Pienso que todos debemos admirar el esfuerzo hecho por los observadores celestes de antaño. Hemos de elogiar su formidable empeño, sobre todo el de los sacerdotes-astrónomos asirios y caldeos, quienes subidos a sus magníficos zigurates, i.e., construcciones llamadas montañas cósmicas (ver imagen anterior), dedicaron sus vidas a la cuidadosa observación de la siempre-cambiante relación entre las estrellas fijas y los astros móviles.

Para ilustrar el errático movimiento de los planetas, los astrónomos del Medio Oriente los llamaron bibbus (i.e., saltarinas cabras montañesas). Por su parte, los griegos los llamaron astros vagabundos, lo que nos dio la palabra planetas.

Aquellos antiguos observadores, con sólo su vista (o con la de sus asistentes más jóvenes), y quizá con la ayuda de uno que otro rudimentario instrumento, meticulosamente recogían datos astronómicos hasta altas horas de las claras y frescas noches del Medio Oriente.

Después de haber obtenido sus datos astrales, los sacerdotes-astrónomos procedían a tratar de descifrar el significado de esta o aquella configuración de celeste, haciendo uso de normas cuyos orígenes, desafortunadamente, ya se habían perdido en el tiempo.

Como Ud. pronto notará, la idea de obtener un significado útil de la posición de los cuerpos celestes es válida, pero el método empleado por aquellos respetables observadores no lo era. Esto muchas veces les obligó a improvisar sus interpretaciones, pues, qué otra cosa se podía hacer cuando había que trabajar con información proveniente de lo que parecía ser y no con datos reales.

Por si hubiera alguna duda al respecto, por favor tenga en cuenta que durante la mayor parte de los últimos 2000+ años, los postulados de la Cosmogonía (la teoría o historia del origen del Universo) y los principios de la Cosmología (la parte de Astronomía que estudia la estructura general y la evolución del Universo) que fueron aceptados por los eruditos, la Iglesia y por el público en general, fueron los establecidos por el sistema Platónico - Aristotélico - Ptolemaico. Un arreglo que, en pocas palabras, se basaba en la equivocada idea de que vivíamos en un universo geocéntrico, un diseño astronómico que proclamaba a la Tierra como el indiscutible centro de la Creación. De acuerdo a este sistema, todo lo celeste debía de girar dócilmente alrededor de nuestro planeta—incluyendo al poderoso Sol! Así es, esta fue la premisa mansamente aceptada por la gran mayoría de la gente durante más de 18 siglos.

Sin embargo, según pasó el tiempo y el raciocinio del hombre medieval fuera madurando, la cultura europea eventualmente tuvo que abandonar la mendaz idea de ser los habitantes del centro del Universo. Muchas de las creencias previas al respecto tuvieron que ser desechadas cuando hombres del calibre de Nicolás Copérnico (polaco), Tycho Brahe (danés), Johannes Kepler (alemán), Galileo Galilei (italiano) y muchos otros, trabajosamente comenzaron a descubrir la verdad.

Ellos demostraron lo que hoy le es evidente a (casi) todos, y por si fuera necesario decirlo: que la Tierra no es el centro del Universo, y que los demás cuerpos celestes (salvo la Luna) no giran alrededor de nuestro planeta. En otras palabras, había llegado el momento de dejar de creer en el engañoso geocentrismo, para empezar a tomar en cuenta el nuevo y acertado heliocentrismo, el esquema astronómico que sitúa al Sol en su centro.

Tiempo Lineal versus Tiempo Cíclico

Fue durante los años del Renacimiento cuando el concepto judío-cristiano de tiempo lineal llegó a ser aceptado como una norma académica. Desde ese momento en adelante, para la mayoría de las sociedades europeas, el tiempo habría de considerarse como una sucesión rectilínea de instantes. Esto automáticamente implicaba que la secuencia tuvo que tener un comienzo y que, por lo tanto, en algún momento el tiempo llegaría a su fin. No obstante, a pesar de lo evidente que esto pudiera parecer—por lo acostumbrado que estamos a la idea—es sólo una suposición que no ha sido debidamente comprobada.

Fue por la aceptación de la idea de un tiempo lineal, que nosotros, en la mayoría de las culturas occidentales modernas, no sabemos relacionarnos ni desenvolvernos dentro de un esquema de vida regido por un tiempo cíclico. Mas, ésta es la verdadera base del tiempo. El tiempo lineal es sólo una ilusión mental que se produce al tomar en cuenta un segmento muy corto de una inmensa espiral, y así, por la miopía del observador, este termina creyendo que el tiempo progresa a lo largo de una línea recta.

Esta manera lineal de percibir el tiempo, tristemente, ha afectado nuestro presente modo de pensar, transformándolo en una manera irreal y torcida de ver las cosas. Esta distorsionada percepción, la cual ha sido integrada a nuestra conducta y nuestro modo de planificar nuestras actividades, es lo que a menudo nos hace chocar con la influencia de fuerzas que subyacen a la realidad sensorialmente palpable. Esto ocurre porque estas fuerzas naturales actúan conforme al mencionado patrón cíclico y no de acuerdo al irreal patrón lineal. Esta creencia a veces nos hace proceder a contrapelo con respecto al natural fluir de las rítmicas y cíclicas tendencias que constituyen el multi-dimensional ambiente que nos incluye a todos.

El concepto errado de vivir conforme a un tiempo lineal ha ocasionado una gran confusión de valores esenciales, lo cual a su vez ha causado mucha ansiedad, desorientación y estrés a una buena parte de la humanidad. Esto, sin mencionar las pérdidas producidas en el aspecto material, mental y espiritual de nuestra existencia. Confusión y desorientación es el precio que todos hemos de pagar por habernos apartado del modo en que realmente funciona todo, es decir, la manera en que opera el Ecosistema Global.

Sin embargo, como usted pronto verá, si está dispuesto a hacer un esfuerzo, podrá aprender a adaptar su diario acontecer a un itinerario cíclico que le ayudará a vivir mejor.

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Realidad

El Astrónomo sabe dónde está el reloj,

pero no sabe leer la hora;

el Astrólogo sabe leer la hora,

mas, no ha podido situar el reloj.

Con Astrónica se resuelve el dilema.

¿Por qué no resultan las cosas de acuerdo a mis planes?

La respuesta a ésta y a otras preguntas similares es que, por lo general, nuestro proceder no está sincronizado con las fuerzas de la intangible red energética que subyace a nuestro perceptible mundo personal. Y como ni siquiera estamos enterados