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¡Vive!: Como aprovechar al máximo tu juventud
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Ebook87 pages

¡Vive!: Como aprovechar al máximo tu juventud

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About this ebook

How should you live during the most exciting stages of your life? How can you make the most of the energy and vitality that are part of being young? How can you take advantage of the refreshing visions of youth to make decisions that will have a positive impact on your life and on the lives of others? In this book you will find a practical, useful guide for living the years of your life to the fullest. Today many young people are only surviving in a world that seems so suffocating. They lack a purpose, an ability to make decisions, and a dream for a better future.
LanguageEspañol
PublisherZondervan
Release dateMar 26, 2013
ISBN9780829761849
¡Vive!: Como aprovechar al máximo tu juventud
Author

Timmy Ost

Timmy Ost es el director nacional de Especialidades Juveniles en México. Es pastor de jóvenes del movimiento “Centros de Fe, Esperanza y Amor” con presencia en varias ciudades de la República mexicana y lidera una banda de rock worship que lleva su nombre. Por varios años ha capacitado líderes juveniles y comendado brigadas de ayuda social en diferentes partes del mundo. Timmy está un poco loco pero nadie duda que es un gran apasionado por Dios y por la vida.

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    ¡Vive! - Timmy Ost

    … APROVECHANDO

    AL MȦXIMO CADA

    MOMENTO …

    Efesios 5:16a

    En una cabaña fría, alumbrada por unos cuantos troncos que escasamente destilaban un poco de luz, sus ojos apenas se abrían por casi no dormir esa noche. Eran las 4 de la mañana y hacía frío en las montañas del Himalaya, en la frontera entre Nepal e India. Fueron semanas muy duras, lejos de su casa, familia, amigos … Pero la aventura y la misión a cumplir en aquellas tierras eran inminentes. Ese día, un grupo de jóvenes tomaron sus mochilas gigantescas, las pusieron sobre sus espaldas y se alistaron para partir de regreso a la ciudad. Era un grupo de 14 jóvenes con una sola ambición: «Cambiar al mundo, hacer historia»; y esto los llevó a viajar hasta el otro lado del planeta.

    Ya listos para dejar esa pequeña aldea, abrieron la puerta de la choza donde estaban y, mientras el humo y el calor se escapaban del lugar, se despidieron de sus amigos. Comenzaron a caminar por una vereda angosta alumbrada solo por las lámparas que tenían en su cabeza. Lo hacían a paso rápido, ya que tenían que llegar a tiempo para tomar el tren que los llevaría por toda la frontera.

    Después de un par de horas de caminar, llegaron a la estación de ferrocarril, donde supieron que su próximo viaje sería de 24 horas sin poder bajarse del tren. Compraron los boletos y mientras esperaban la llegada del tren se preguntaban: «qué vamos a hacer tanto tiempo en una caja de metal con ruedas». Todavía estaban haciendo el plan de viaje cuando escucharon a lo lejos el ruido que anunciaba la salida. Al llegar el tren quedaron sorprendidos porque era muy viejo … ese mismo tren había sido utilizado en algunas misiones de la Segunda Guerra Mundial. Parecía que no iba a sobrevivir más que unas cuantas horas de viaje.

    El grupo se tuvo que dividir en dos, pues no cabían todos en el mismo vagón. El tren estaba atestado y sobrevendido, tanto que en un vagón para 150 personas viajaban más de 400. Rápidamente eligieron un líder para cada equipo y se subieron mientras la locomotora comenzaba a moverse. Locura total dentro del vagón número 42 aproximadamente, donde continúa nuestro relato.

    Un pasillo de 50 centímetros dividía los cuatro pisos de literas donde viajaban de 3 a 4 personas por cama; así que estos jóvenes intrépidos buscaron un pequeño espacio para sobrevivir las próximas 24 horas encerrados en aquella gran caja de metal que apenas se movía.

    El frío de la montaña pronto se perdió por el calor humano que asfixiaba el vagón. El paisaje de la ventana cambiaba lentamente por la diferencia de altura en la travesía, mientras platicaban, cantaban y evaluaban su tiempo durante la última semana en la cual habían estado en hospitales, orfanatorios, escuelas, etc., aprendiendo que vivir para otros es una vida excelente.

    Al caer la noche, poco a poco se fue silenciando el vagón y justo entonces un par de jóvenes que eran grandes amigos comenzaron a platicar sobre el significado de la vida y el precio a pagar para ser trascendentes y dejar una huella en la historia de la humanidad. Cuando lo ves desde afuera, parece una aventura imposible llegar a ser un factor de cambio que afecte positivamente el camino de toda la raza humana. Pero en ese momento es cuando descubrimos que todo ser humano tiene miedo a que su vida sea insignificante.

    En medio de la falta de aire y el calor húmedo que creaba un bochorno casi insoportable en lo profundo de la noche, se quedaron dormidos en el piso entre mochilas, cajas y costales. Es muy probable que sus sueños esa noche tuvieran que ver con aquella conversación que incomodó su corazón, e incentivó sus mentes y las ganas de ser alguien en la vida.

    La noche fue una de las más largas e incómodas de sus vidas. El golpeteo de las vías era un ruido imposible de olvidar, así como el constante movimiento de las personas a su alrededor. Si alguien se paraba a ir al baño en la parte de atrás, un cuarto de 70 cm por un metro y cuya puerta no cerraba bien, otro se reacomodaba mientras dormía y te daba una patada en el estómago, o quizá te llegaba un olor extraño de una combinación entre comida echada a perder y sudor comunitario. A pesar de todo, el cansancio de las últimas semanas era tanto que cayeron en un sueño profundo.

    Unas horas después, cuando el sol comenzaba a salir, llegó un olor muy fuerte a especias … el único olor agradable durante este viaje, aunque raro y desconocido. Era un aroma que comenzó a despertar a los inquilinos del vagón. Pronto pasó una señora con una jarra de metal muy vieja y sucia ofreciendo una taza de Chai auténtico y caliente por un costo bajo. En ese momento la idea de compartir cinco o seis tazas entre toda la gente —y de usarlas sin lavar, solo pasándolas de una persona a la otra, más el asco de compartir saliva con gente desconocida— se veía borrosa frente a las ganas de descubrir un sabor totalmente desconocido. Y así fue. Esa taza de té contenía un rango de sabores inolvidables, tan fuerte en especias y a la misma vez muy suave por la leche fusionada … una taza de té inolvidable.

    Pero la realidad de ese gran momento termino rápidamente cuando se dieron cuenta de que solo llevaban una tercera parte del viaje. De modo que buscaron algunas actividades que hacer: leyeron la Biblia un rato, discutieron lo que habían aprendido, escribieron las lecciones y aventuras de los últimos días en sus diarios, contaron a la gente en el vagón, les inventaron nombres a todos a su alrededor.

    De repente se comenzó a oír una flauta que emitía frecuencias muy agudas

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