CLUB 27 LA MALDICIÓN DEL ROCK
Durante su estancia en París, Jim Morrison visitó el cementerio de Père Lachaise en compañía de su prometida Pamela Courson y Alain Ronay, un colega de Universidad. Cautivado por el barroquismo de sus esculturas, se cuenta que expresó su íntimo deseo de ser enterrado allí. Nadie podía imaginar que, aquella tarde del mes de julio, el fatal destino había escuchado la solicitud del joven artista… Tan solo una semana más tarde, el Rey Lagarto–apodo con el que se bautizó con uno de sus poemas–, recibía sepultura en uno de los nichos vacíos que acababa de contemplar. De ese modo, entraba en el club de los veintisiete años…
¿EL PRIMERO EN LA LISTA?
Aunque hubo otros que murieron antes que él–se menciona al cantante y guitarrista, y rey del blues Robert Jonhson (1911-1938) como el primero en esta nómina–, se considera la muerte de Brian Jones como el detonante en el origen popular de la maldición del Club 27. “Sí, quiero ser famoso. Y no, no quiero cumplir treinta años”, es la frase lapidaria que, como la más acertada premonición, se atribuye al cantante británico poco antes de morir
Aunque hubo otros antes que él, la muerte de BRIAN JONES se considera el detonante del origen de la popular maldición del Club 27.
El más experimental instrumentista, y uno de los fundadores de , había sido expulsado de la banda por desavenencias con sus compañeros cuando–poco más de tres semanas más tarde–, el 3 de julio de 1969, su cuerpo aparecía cadáver en la piscina de su casa en Sussex (Reino Unido). La causa de
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