LOS PALANCARES LA ESTACIÓN FANTASMA
Todo ocurrió en el otoño de 1990, mientras esperaban el tren que los devolvería a casa. Jaime Baeza y su novia huyeron dominados por un pánico incomprensible de la estación de Los Palancares, en la serranía baja de Cuenca. Esta experiencia les dejó una profunda marca. No en vano siempre que la recuerdan les entran ganas de llorar: Ellos desconocían que en aquel apeadero de RENFE, treinta años atrás, se había producido una catástrofe ferroviaria que con el paso del tiempo lo convirtió en una estación fantasma.
EL ACCIDENTE
El tren mixto M.V.6636 de mercancías y pasajeros, que hacía el trayecto Cuenca-Utiel, partió a las cuatro de la tarde del 6 de diciembre de 1960 de la estación de Cuenca. Lo encabezaba la locomotora 241-2019, una máquina ya antigua y obsoleta, de las series con caldera de carbón. Llevaba 27 unidades de carga, la última de ellas de pasajeros. En aquella época el frío intenso de los inviernos dificultaba la subida hacia la sierra de Los Palancares. Un peso excesivo, como el que llevaba este tren mixto, podía hacer que las ruedas metálicas de los convoyes patinaran sobre los raíles helados. Al atardecer el tren pasó por la estación de La Melgosa, después por Mohorte y a continuación tomó la cuesta hacia la serranía baja de Cuenca en
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