MARÍA MAGDALENA APÓSTOL DE APÓSTOLES
Todas las mujeres mencionadas en el Nuevo Testamento aparecen relacionadas con algún varón, ya sea su marido o su padre (María de Cleofás, María de Santiago, Juana, la mujer de Cusa). Todas, excepto María Magdalena.
Lucas la describe en su Evangelio como “María, que se llamaba Magdalena” (8, 2); y los demás evangelistas la denominan, simplemente, como “María la Magdalena”. Esto ha llevado a pensar que el epíteto era una referencia a su lugar de origen. Pero también sería algo inusual. Solo un personaje evangélico importante es definido, según la tradición, por su gentilicio: Jesús de Nazaret. Y ni siquiera esto está claro.
Pero no se sabe con seguridad a qué lugar hacía referencia, aunque siempre se ha considerado que se trataba de una ciudad llamada Magdala o Al-Majdal. El problema es que ninguna localidad con ese nombre aparece en el Nuevo Testamento, ni en al Antiguo Testamento, ni en ninguna de las obras de los historiadores de la época. Lo mismo que pasaba con Nazaret, una esquiva ciudad que nadie pudo localizar hasta que santa Helena de Constantinopla, madre del emperador Constantino, la encontró en el siglo IV, y de forma bastante sospechosa.
Muy significativo que los supuestos lugares de nacimiento de Jesús y María Magdalena no aparezcan en ninguna fuente.
Eso sí, la tradición cristiana considera que la supuesta Magdala de tiempos de Jesús se encuentra bajo la actual ciudad israelita de Migdal, situada unos kilómetros al sur de Cafarnaúm, muy cerquita de la actual Nazaret y a orillas de mar de Tiberíades. Efectivamente, allí se conservan unas ruinas que, según los arqueólogos, se corresponden con un importante núcleo urbano del siglo I, que quedó prácticamente destruido tras la Primera Guerra Judía. Se sabe también que Flavio Josefo hizo varias referencias a esta localidad, cuando narró una batalla entre las fuerzas judías y las de Vespasiano durante la Primera Guerra Judeorromana, aunque no la nombró como Magdala, sino como Tariqueae, su nombre griego.
Le identificación con la ciudad de Magdala viene de antiguo. Algunos peregrinos cristianos afirmaron haber visitado la casa y la Iglesia de María Magdalena en, de esta misma época, se dice que la construcción de aquella iglesia fue cosa de santa Helena, y que se edificó sobre el lugar en el que había vivido María Magdalena. Pero también es cierto que los peregrinos de la época de las cruzadas no mencionaron ninguna iglesia en aquel sitio. Por lo tanto, nadie, que sepamos, mencionó a Magdala antes del siglo IV. Así que quizás lo de Magdalena no sea un gentilicio.
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